Si estás harto de cruzar la ciudad entera para respirar aunque sea un poco de aire limpio en el Bosque de Chapultepec, no busques la respuesta en tu corazón, sino en el Parque Cuitláhuac en Iztapalapa, un parque hecho con basura, sobre un antiguo tiradero, y que ahora se perfila como el segundo pulmón más grande de la Ciudad de México. ¡Ya era hora!

Así como Santa Fe pasó de ser un gran basurero a una de las zonas residenciales y comerciales más importantes de la capital, el Parque Cuitláhuac en Iztapalapa está a punto de convertirse en el segundo más grande de la CDMX, con sus 145 hectáreas y sus zonas de entretenimiento, pensadas para toda la población chilanga y no solo para los casi 2 millones de habitantes de esa demarcación.

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Después de haber sido el tiradero más grande de la Ciudad de México en la segunda mitad del siglo pasado, diversas administraciones locales intentaron convertir el Parque Cuitláhuac en Iztapalapa, también conocido como Parque Ecológico Cuitláhuac, en una zona de atracción para los habitantes de aquella alcaldía.

Sin embargo, no fue sino hasta febrero de 2019 cuando la actual jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, anunció un proyecto para satisfacer la demanda de áreas verdes en la zona, en el cual se invertirían —en primer instancia, hasta el 31 de diciembre de 2019— 250 millones de pesos para convertir esta zona en el “Chapultepec de Iztapalapa”.

El Parque Cuitláhuac en Iztapalapa está dividido —por el Eje 6 Sur o avenida Luis Méndez— en dos secciones, entre las avenidas 8 y Guelatao: la Norte (con 55 hectáreas), y la Sur (90 hectáreas), que, en total, conforman una superficie equivalente a 23 veces el terreno del Estadio Azteca, y una cuarta parte del Bosque de Chapultepec, el más grande de América Latina.

Las obras de remodelación de este parque comenzaron en junio de 2019, en la primera etapa de tres, la cual incluye un parque acuático, área de juegos infantiles, zona de go-karts, un anfiteatro, un mausoleo, diversas esculturas, el relleno de un lago artificial, una torre de mirador, zona para mascotas y la construcción del segundo skatepark más grande del mundo: con una superficie de 1,500 metros cuadrados. 

La inauguración dependerá de los avances que se tengan a finales de diciembre, pero se tiene prevista para mediados de enero de 2020, de acuerdo con Germán Salgado, segundo encargado de la obra.

De basurero al Parque Cuitláhuac en Iztapalapa

Durante los 34 años que este terreno funcionó como tiradero (de 1948 a 1982), la basura alcanzó más de 100 metros de altura. Debido al impacto ambiental negativo, a la emisión de gases contaminantes y a la esterilización de la tierra, el gobierno del entonces presidente José López Portillo decidió realizar un relleno sanitario, con tierra y restos de construcción en el lugar.

Sin embargo, la tierra quedó severamente dañada. Los intentos por reforestar y construir el Parque Cuitláhuac en Iztapalapa habían sido inútiles, pues la superficie se hunde y escasea el agua para el riego, además de que no se plantaron especies adecuadas de flora, lo cual derivó en la muerte de muchos árboles y plantas que tenían el objetivo de fertilizar la zona.

(En el siguiente video se muestran imágenes de cómo era el basurero en 1982.)

Estos intentos ocurrieron, en primer lugar de 1990 a 2003, y posteriormente de 2010 a 2015, durante la administración de Miguel Ángel Mancera.

Por esta razón, se reunieron 220 especialistas de diversas disciplinas científicas para coordinar estudios evaluativos del terreno: geógrafos, urbanistas, hidrológicos, botánicos, biológicos, geofísicos, de ingeniería química, ambientalistas, paisajistas, de mecánica de suelo, topográficos, bioestadísticos, entre muchos otros.

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La remodelación del Parque Cuitláhuac en Iztapalapa se dividió en 3 etapas, una para cada año de 2019 a 2021. La primera abrirá sus puertas a mediados de enero de 2020, la segunda en 2021, y la tercera en 2022, de acuerdo con las estimaciones de la Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México.

Para las 3 etapas se tiene planeada la reforestación de 44 mil especies de flora —perfectamente estudiadas para adaptarse al terreno—, que conformarán la capa vegetal mediante diversas ecotecnias para que en un plazo de 5 a 10 años los árboles lleguen a crecer hasta 15 metros. Las casuarinas y los eucaliptos son dos de las especies de árboles que se plantarán en masa.

Esta estrategia en la flora permitirá la atracción y preservación de fauna, principalmente de especies de aves. Por esto, Germán Salgado considera que la remodelación del Parque Cuitláhuac en Iztapalapa “es uno de los proyectos ecológicos más ambiciosos en la historia de México. Es único en el mundo”.

¿Se está remodelando con basura?

Chilango realizó un recorrido por el Parque Cuitláhuac en Iztapalapa —en plena remodelación— para conocer los procesos de reciclado que se están empleando, pues aunque parezca de película futurista, se están utilizando envases de plástico y restos de construcción (cascajo) en el relleno sanitario.

Envases de tereftalato de polietileno (PET) y residuos de cemento, grava, arena y varilla serán la base geológica de las 145 hectáreas del Parque Cuitláhuac en Iztapalapa. 

Foto: Cortesía SOBSE

Se trata de una capa de 40 centímetros de cascajo procesado por dos máquinas que separan sus componentes, y las preparan para rociarlos sobre una ligera capa de caucho comprimido, la cual, a su vez, se encuentra sobre una capa de arena compactada, encima de lo que fue el tiradero hace 70 años.

En el proceso de descomposición del cascajo, dos máquinas deshacen 350 toneladas diarias.

Justo a la mitad de esta capa de cascajo procesado, se coloca una malla conocida como geocelda, la cual está hecha de tiras de PET procesado, para amortiguar el peso de la capa vegetal. Esta malla evitará que haya inundaciones por culpa de los gases provocados por la basura en el subsuelo, o por el agua de lluvia que se filtra y ablanda la superficie.

Esta capa, de cascajo procesado y la geocelda, es impermeable, es decir, que mantendrá el agua de lluvia en la capa vegetal, y evitará que el suelo se haga pantanoso, explicó Germán Salgado, quien asiste desde las 8:00 de la mañana a las 10:00 de la noche a supervisar las obras en el Parque Cuitláhuac en Iztapalapa.

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Asimismo, las zonas duras donde no habrá vegetación, tendrán adoquines de concreto y PET. Cada metro cuadrado de estas piezas contienen 220 botellas y resisten 250 kilogramos, gracias a un aditivo especial más fino que el talco.

De este material serán los caminos y las superficies, como los 18 mil metros cuadrados del área de juegos infantiles. En el caso del skatepark, el concreto será especial, de acuerdo con la especificaciones del Comité Olímpico Internacional, por lo cual, no proviene del cascajo.

¿De dónde sacarán tanta agua para regar?

Debido a la escasez de agua que presenta la demarcación, el Parque Cuitláhuac en Iztapalapa contará con su propio suministro de agua, a través de captación y tratamiento del líquido pluvial y residual, mediante un estanque artificial, mejor conocido como humedal.

Se trata de un canal de concreto, cubierto por una lona impermeable que no filtra el agua, lo cual evita que se generen gases. Encima de esta lona habrá una capa vegetal, con la finalidad de conformar una especie de pantano, junto con el agua residual y de lluvia, en donde las raíces de la flora se alimenten de los componentes orgánicos a modo de purificación natural. 

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Posteriormente, esta agua purificada será suministrada a todo el Parque Cuitláhuac en Iztapalapa para regar las áreas verdes, explicó Germán Salgado, quien conoce de pies a cabeza todos los procesos que se realizan en la remodelación, pues aplica sus conocimientos de maestría en Ingeniería Química y Ambiental.

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