Argenis Luna es un artista fracasado que vive a la sombra de su padre, el revolucionario José Alfredo Luna, héroe de la guerrilla urbana dominicana y ahora convertido en político. Incapaz de seguir con su vida cotidiana por una fuerte adicción a la heroína y obligado por su madre —y en parte también por su padre, quien está inmerso en plena campaña por la presidencia y no quiere escándalos—, el protagonista de la nueva novela de Rita Indiana viaja a Cuba donde es internado en una clínica de rehabilitación que encabeza un amigo de la familia, el doctor Bengoa.

En la isla caribeña, este joven admirador de Goya repasa en su mente su fracaso como hijo, como pareja, como artista. Pero el mundo también le ha fallado a él: su padre es un hombre egocéntrico e insoportable, que siempre lo ha hecho sentir menos y que, cuando era muy pequeño, acabó con toda su ilusión.

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Abandonado en Cuba, sin dinero y sin contactos, establece una relación con dos personajes muy peculiares, quienes le ayudarán a sobrevivir en este infierno: Susana, una chica que estudió Historia del arte y quien trabaja limpiando la casa en la que vive Argentis, y Vantroi, su vecino travesti, adicto a MTV y a Janet Jackson, cuyas coreografías imita en un show muy peculiar. Y de escenario, La Habana que nunca duerme, que siempre sonríe y baila, y que está convencida de que el futuro traerá mejores cosas.

Por suerte, con ayuda de su tía Niurka, el protagonista logra salir de la isla comunista y regresar a Santo Domingo, donde teje todo un plan para vengarse de su padre y librarse así por fin de su sombra.

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Más allá de que la prosa de Rita Indiana hace que la lectura de Hecho en Saturno sea muy ágil y adictiva, la historia está llena de matices y esperanza. La escritora dominicana no dibuja una trama moralina en la que se juzga a los personajes por sus acciones, sino que les da voz para que se expliquen por sí mismos y se defiendan.

(Hecho en Saturno, Rita Indiana, Océano, México, 2019, 196 páginas, $235)

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