En Hombre en llamas vimos a ese cine hollywoodense tomar partes de la CDMX y literal hacer magia con algunos traslados.
Una de las películas que rompió esquemas en cuanto a lo que se hacía en cine en México en ese entonces es Güeros, donde la CDMX también es protagonista.
Una ironía encantadora es la película que se grabó en la CDMX, pero tiene como protagonista a una regia muy simpática.
La historia de Romeo y Julieta al estilo chilango, “Amarte duele” nos dejó momentos icónicos en estas calles de la ciudad.