Poco a poco la ciudad se va llenando de pósters de la nueva película de Star Wars. No es verdad. Desconozco si sean mis nervios, pero noto menos publicidad del filme en las calles en comparación con entregas anteriores. Bueno. La última película realmente pura de Star Wars fue hace 35 años. Eso es mucho tiempo. Los chavos hoy en día tienen acceso a una saga adulterada hasta la médula con un último episodio canónico realmente malo. Malísimo. Me gustaría que con la máquina de Eternal Sunshine me quitaran del cerebro esa imagen de Luke muriendo por un orgasmo de La Fuerza o la de Leia flotando como Mary Poppins en medio de la galaxia.

Star Wars: franquicia incorrectamente manejada y planeada, inerme frente al trabuco bien orquestado de Marvel y sus múltiples tentáculos. Star Wars está apestada. Star Wars se transformó en algo que no era.

Para mí, La Guerra de las Galaxias es mi amigo Miguel con una bata de baño imaginando que es Obi Wan con una linterna en la mano. Todo lo que vino después está mal planteado. Cuando el Emperador mira el lightsaber en manos de Luke le dice: ah, el arma de un Jedi, el arma de tu padre. No le dice: ah, las armas que usamos los buenos para pelear con los malos. El gremio de los Siths es una invención necia. En este detalle, acaso bobo, siembra la semilla de la destrucción de La Guerra de las Galaxias. A nuestra infancia la mal encaminaron. Yo recuerdo cuando estaba joven y había cómics o literatura que daban una idea de que el universo Star Wars era inmenso y se podía moldear pa todos lados. Evoco Shadows of the Empire, las carísimas tiras cómicas de Darkhorse. Era muy emocionante. Era. A esa liga la estiraron hasta el hartazgo. Ya no emociona ver las letras cayendo en perspectiva con el cosmos de fondo. Ya chole.

Es muy bobo preocuparse porque te cuenten cosas acerca de la peli, cualquiera que puso el mínimo de atención a las películas previas puede adivinar sin pedos la trama. Se puede prever que Rise of Skywalker será un checklist de fanservice. No descartemos que aparezcan Ewoks o hasta el horrendo Jar Jar. Por ahí hasta saldrá Hayden Christensen. Hay una millonada de individuos por satisfacer, básicamente se trata de ponerle curitas a la forma como llenaron de grietas a la trinca original. Bah.

Sin embargo a Star Wars hay que ir este fin de semana con corazón de niño. Dejarse abrazar por el cine. Hasta pediré palomas. Le diré a mi amigo que nos llevemos unas batas de baño.

Nota del editor: acá te dejamos la reseña de Star Wars: The Rise of Skywalker casi sin SPOILERS (advertidos están).

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