En “Feministlán”, Karen Villeda escribe sobre feminismo. Puedes leer su columna quincenal acá. En esta entrega: la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Según ONU Mujeres, hasta el 70 por ciento de las mujeres experimentamos violencia en el transcurso de nuestra vida. Las estadísticas del Banco Mundial señalan que “las mujeres entre 15 y 44 años de edad corren mayor riesgos de ser violadas o maltratadas en casa que de sufrir cáncer, accidentes de vehículos, guerra y malaria”.

Los costos de la violencia contra nosotras son tangibles e intangibles. En México se han realizado aproximaciones para medir el impacto que tiene la violencia de género sobre la economía nacional. Es decir, se calcula ese gasto en relación con el Producto Interno Bruto (PIB). En el caso de América Latina, para 2006, se alcanzó un costo del 2% del PIB regional. Eso fue hace más de una década. Datos del Programa Universitario de Estudios de Género de la UNAM revelan una cifra del 1.4% del PIB mexicano. Mientras el país pierde dinero, nosotras perdemos nuestra dignidad, nuestra vida. 

Este día denunciamos la violencia que se ejerce sobre nosotras por el simple hecho de ser mujeres. También pedimos a los gobiernos que se continúe con los esfuerzos encaminados hacia la erradicación de la violencia de género, que es un problema estructural. La desigualdad y la discriminación persisten en un país como el nuestro; así que debemos de seguir avanzando en la prevención. ¿Cómo? Con educación y justicia, ambos ámbitos que siguen siendo terreno vedado para muchas mujeres. En nuestro país tenemos políticas públicas que, debido a la inoperancia institucional, fracasan. Un ejemplo claro es el sistema de procuración e impartición de justicia (no se suele juzgar con perspectiva de género): de acuerdo con Impunidad Cero, “del total de averiguaciones previas o carpetas de investigación iniciadas por delitos de violencia de género contra las mujeres, tan sólo 11.66% llegan a ser conocidas por un juez, lo cual asegura la impunidad en al menos 88.3% de los delitos denunciados”. Esa y mil razones hacen que sigamos reivindicando nuestros derechos humanos. 

¿Por qué se conmemora hoy el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer? El 25 de noviembre de 1960 fueron asesinadas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, tres hermanas que se opusieron a Rafael Leónidas Trujillo y su dictadura en República Dominicana. También conocidas como Las Mariposas, fueron juzgadas y condenadas a prisión en mayo de 1960. Las torturaron y las violaron varias veces. ¿El supuesto crimen? Atentar contra la seguridad del Estado. Trujillo ordenó su ejecución y eso fue la gota que derramó el vaso para la población dominicana. Unos meses después en mayo de 1961, el dictador fue asesinado. 

Este Día Internacional fue convocado en 1981 por el movimiento feminista latinoamericano en honor a las hermanas Mirabal. En 1999, la Organización de Naciones Unidas invitó “a gobiernos, organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales a convocar actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública sobre el problema de la violencia contra las mujeres”. La violencia más común contra las mujeres es la física infligida por una pareja íntima (abusos, golpes, violaciones). La ONU también denuncia a la trata de mujeres, el tráfico de mujeres, la mutilación genital femenina, el asesinato por causa de la dote, el “homicidio por honor” y la violencia sexual en los conflictos armados. La impunidad sigue siendo generalizada, sobre todo en los casos de violencia sexual. México no es la excepción. Por ejemplo: una de cada cuatro niñas sufre abuso sexual y, de mil denuncias, solamente se llega a una condena. Este año, la ONU llama a los países a unirse a la campaña con el tema “Pinta el mundo de naranja: Generación Igualdad condena la violación”. ¡Ni una más, ni una menos! 

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