Burgerman ha probado alrededor 500 burgers en la Ciudad de México. No ha sido suficiente. Sigue en la búsqueda de La hamburguesa perfecta. Puedes leer sus reseñas quincenales acá. En esta entrega: la hamburguesa de Sonora Grill.

La red es un lugar extraño. No la trataré de analizar pero me ha dejado muchos amigos a quienes solo conozco de manera virtual, con quienes he entablado largas y sustanciales conversaciones a lo largo de bastante tiempo. Gracias a “Burgerman” ha tenido pláticas enriquecedoras –sobre hamburguesas, por supuesto– con chefs a quienes admiro. Así conocí al chef Aarón Mizrahi, de Sonora Group (Sonora Grill).

Cuando comí en un Sonora Grill me pareció bien, a secas. Le tiran a ser un steakhouse de centro comercial pero acaba siendo una taquería upscale, con buena barra y música sonando todo el tiempo. Siempre hubo una hamburguesa en su menú pero no le pusieron atención hasta que llegó el chef Mizrahi, quien aprovechó la relación exclusiva que el restaurante tiene con varios proveedores de carne americana de altísima calidad. Había que probarla.

Cuando llegué me percaté de que ahora son dos hamburguesas: la del chef Mizrahi y la del chef Sánchez. Aunque la segunda sonaba bien, pedí la primera porque fue mi antojo original. Se trata de 220 gramos de carne Pat LaFrieda*** (mezcla de la casa) con aguacate, chipotle, queso con frijoles maneados y chiles toreados caramelizados. Sí, pensé lo mismo que usted, querido lector, ¡muchos elementos! (como usted sabe, soy partidario de la austeridad en las hamburguesas y prefiero una simple cheeseburger que una muy aderezada), pero no había de otra; además, soy fan de los frijoles maneados, refritos, de la olla, como sean, así que esta burger me hizo ojitos.

Esperé poco por mi hamburguesa de Sonora Grill. Mientras escuché la música house como de programa de E Entertainment que le recetan a uno en el restaurante.

Tenía buena pinta cuando llegó. En su defensa: las porciones de los complementos no eran tan grandes y estaban bien puestas, con buena estética. En su contra: cuando hay tantos elementos, estos se desparraman de los confines del bollo, la hamburguesa pierde su integridad y, como uno no le faltaría el respeto comiéndola con cubiertos, acaba siendo un batidero nada grato. Pero por fortuna, y contra todo augurio, este no fue el caso.

El bollo (no industrial) aguantó muy bien y, aunque un poco panoso, no se deshizo. El aguacate medio brilló por su ausencia, sobre todo frente al sobrecogedor sabor de los frijoles. La carne, bien llevada a término, estaba escondida debajo de las capas de complementos, pero tenía buen sabor y buena grasita.

La hamburguesa pasó a mejor vida muy pronto y, debo decir, no estuvo nada mal. Nada mal. Con todo y que tiene demasiados elementos, la hamburguesa de Sonora Grill está sustentada en una buena porción de carne bien lograda. Es un buen ejemplo de lo que siento que es la filosofía del lugar: una buena burger de señor que quiere apantallar.

Sonora Grill

  • Dónde: múltiples locaciones, sonoragrillprime.com
  • Cuánto: $290 por hamburguesa, tc: todas

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