Edificios sostenibles, ¿cuál es su impacto real?

La CDMX tiene activa la misión de hacer edificios sostenibles, peor ¿qué tanto ha funcionado?

Por: Bianca Carretto 

En el año 2016, alrededor del mundo se construyeron 128 rascacielos que en total sumaron 30 mil 301 metros de altura. El Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano (CTBUH, por sus siglas en inglés) calificó ese año como el más alto en su historia.

Uno de los edificios que contribuyó a esa medición final está en la Ciudad de México y lleva el nombre de la avenida más emblemática de la capital, la Torre Reforma, un rascacielos de 246 pesos y 57 pisos.

¿Son los edificios altos compatibles con la sostenibilidad? Hace 15 años un estudio realizado por profesores de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Illinois reconocía a estos espacios por su potencial para convertirse en “jardines verticales”, pero con el desafío de ser energéticamente eficientes y multifuncionales, es decir, ofrecer espacios de vivienda, trabajo, comercio y esparcimiento.

Además de ocupar el segundo lugar entre los edificios más altos de la capital después de Mitikah, la Torre Reforma ostenta una certificación que la expone como un modelo de sostenibilidad en materia arquitectónica.

Se trata del sello LEED Platinum, creado por el US Green Building Council, el cual se obtiene tras hacer un pago a la certificadora y cumplir una serie de requisitos en la revisión, que contempla aspectos como accesibilidad, tratamiento y reutilización de aguas residuales, ahorro de energía y acceso a la luz en las zonas ocupadas.

Otros cuatro rascacielos comparten esa misma certificación en la Ciudad de México. Para Laila Estefan, investigadora del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad, es necesario que cada nueva edificación considere los impactos que generará en la zona de construcción en aspectos como la movilidad o el acceso a recursos.

Las proyecciones indican que en los siguientes años 2.5 mil millones de personas en el mundo habitarán las ciudades. Esto es un reto en términos de sostenibilidad, donde además de las nuevas construcciones, incluidos los rascacielos, también se considere la adaptabilidad de los edificios que ya tienen más años.

“Hay edificios antiguos que están implementando estas infraestructuras de captación de agua de lluvia. Sería interesante ver qué tantas construcciones están convirtiéndose o adaptándose a ser sostenibles”, dice Laila Estefan.

Otro ejemplo de edificios cuya estructura está encaminada a la sostenibilidad son el edificio Dos Patios, en Polanco, el cual cuenta con un espacio que funciona como un jardín botánico; la biblioteca pública Vasconcelos, en la alcaldía Cuauhtémoc, con un sistema de ventilación natural y ventanales que permiten aprovechar la luz natural.

En el ámbito privado hay inmobiliarias que ya ofrecen a las personas la posibilidad de adquirir casas construidas a partir de tecnologías sostenibles, como la construcción con tierra como base combinada con otros productos obtenidos de la naturaleza. Otras empresas se han enfocado en la construcción de espacios que cuentan con sistemas de captación pluvial y el aprovechamiento de la luz solar.

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