Parecería una mala broma invitar a una persona sorda a una obra de teatro musical, pero hoy en día esto es posible gracias a acciones de espectáculos incluyentes que, mediante la tecnología y la adaptación a Lengua de Señas Mexicana (LSM), logran que personas que no escuchan, puedan sentir y entender lo que se transmite.
Es la primera vez que una obra de teatro musical de la magnitud de Anastasia se adapta así en México. En su cierre de temporada, una de las funciones tuvo destinada una sección para personas sordas e hipoacústicas.
La metodología no es tan fácil, se requiere de chalecos con sensores que emiten vibraciones de la música que está sonando en la orquesta bajo el escenario, esta se replica en el cuerpo de las personas, para que puedan sentirla, literalmente. Frente a unas hileras de butacas, se coloca una intérprete de LSM que, con conocimientos previos de actuación, transmite los diálogos de los personajes del musical. En este caso, de Anastasia, Dimitri, Gleb, la Emperatriz, la Condesa Lily y compañía. Una luz que da a su cara y su cuerpo está permanentemente encendida para que las personas de esa zona especial puedan observarla.
¿Cómo adaptar un musical como Anastasia para personas sordas?
Karla Pérez-Gil, gerente de Fundación OCESA, explicó que esta fue su primera experiencia de adaptación de una obra de teatro musical. “Ya habíamos hecho una de stand up comedy, pero jamás una producción como esta”. Este esfuerzo es parte del programa Vibra, el cual empezó en agosto de 2023 y ya está consolidado, explicó.
Hasta ahora, dice Pérez-Gil, llevan más de 40 conciertos y ocho festivales adaptados a personas con discapacidad auditiva.
Julieta González, productora y promotora de espectáculos de OCESA, asegura que realizar la adaptación de un musical como el de Anastasia, que tiene una producción como la de Broadway, ha sido el mayor reto: “Tienes que mezclar varias cosas: el texto, la música, las canciones, los diálogos. Y además no puedes estar en un lugar que no sea una butaca. Entonces había que pensar en dónde sentar a las personas, dónde colocar a la intérprete para que no estorbara al resto del público, entregar el libreto a las intérpretes para que lo ensayen, pues son ellas quienes transmiten la emoción”.
Los chalecos reciben sonidos altos, bajos y medios, se ecualiza mediante la consola y con la LSM se les puede indicar incluso qué instrumento de la orquesta está tocando. En el escenario todo es igual, pero debajo, para las personas que no escuchan, hay una magia que cambia la vida.
Anteriormente ya han adaptado obras de teatro para personas que están en el espectro autista. En estos casos, explica Julieta González, sí se tienen que modificar ciertas cosas en el escenario, como bajar la luz para que no sea tan brillante, que el sonido no sea tan fuerte, tener espacios y personal que ayude a la contención o a evacuar si se necesita.
“Esta adaptación es más sencilla, porque nada cambia en el escenario y la función puede ser igual para el resto del público”, agrega González.
En el cuarto de ensayos detrás del escenario, Mariana Dávila, actriz que interpreta a Anastasia, y Javier Manente (quien hace de Dimitri) se prueban los chalecos con sensores para empatizar con el movimiento. “En verdad vibran, se siente genial”, dice él.
“Estoy muy emocionada por hacer teatro inclusivo, nunca lo había hecho. No siempre es posible hacer esto, depende mucho de la producción, de los recursos, pero abrir el espacio para lograrlo es padrísimo”, dijo Mariana, quien está emocionada por esta función especial y porque este musical que ya termina ha tenido una temporada exitosa en el Teatro Telcel.
¿Cómo asistir a un espectáculo incluyente?
Aunque la idea es que en un futuro las personas con discapacidad auditiva puedan llegar y comprar un boleto de forma regular, por ahora solo puede hacerse por medio de una reservación previa.
La Fundación OCESA tiene diversos espectáculos incluyentes (conciertos, festivales, stand up, teatro musical ahora), pero dadas las necesidades técnicas, se necesita juntar a cierto número de personas para se atienda por grupos.
Este programa no ha cobrado por las entradas a estos espectáculos incluyentes, pues es un programa social no comercial, pero sí recluta a las personas con antelación: “Lo que hacemos nosotras es abrir una convocatoria a diferentes grupos de la comunidad sorda, dependiendo el evento, para ver edades de intereses, y quien quiere, puede asistir”, dice Karla.Solo es necesario enviar un correo electrónico a [email protected] y se hace el ofrecimiento a los espectáculos disponibles.
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