Milk Pizzería nació en San Pedro Garza García como una pizzería libre de explicaciones. Su lema es “hacemos lo que queremos” porque no le rinde cuentas ni a la tradición napolitana ni a la americana, su pizza es suya, hecha con masa madre y combinaciones poco vistas de ingredientes. Son como una pizza tradicional pero un paso más allá; son golosas, abundantes, no se quedan a medias: van por todo el sabor.

Lo que está rico en Milk Pizzería

Las de Milk son pizzas soberanas. Con libertad sostienen ingredientes que juntos hacen un clic de sabor en distintas alturas, a veces más intensas, otras más amables. La de la casa –y también de las más pedidas– es la blanca, con cebolla, Gruyère y trufa blanca; aunque la cabonara, con salsa bechamel, tocino, cebolla y con un huevo estrellado, es una chulada –sobre todo si se come correctamente: reventando la yema para que su sedoso cuerpo cubra toda la pizza–. 😱🤤 Son pizzas golosas también –siempre bien servidas de salsa y toppings–, de esas que apapachan casi tanto como un abrazo calientito, que huele rico.

Además, su carta luce un tanto más por sus platos fuertes, entre italianos y de diner gringo, como los gnocchi de yogurt, tomate salvia y salchicha; las albóndigas y la hamburguesa de pretzel con queso cheddar y provolone. 👌🏼

Milk Pizzería 
Pizza de Milk. Foto: Margot Castañeda, Chilango
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La resistencia ante la crisis por la pandemia

Milk Pizzería llegó a la ciudad de México sin mucho alboroto, escondidilla en el sótano de Basalta, en la Roma, pero “nos agarró la pandemia a medio abrir —contó a Chilango Checo Gutiérrez, uno de los socios, quien también es el creador de la cerveza Bocanegra—. Tuvimos mucho nervio por llegar a una ciudad que no es la nuestra, sin conocer a la gente; pero por suerte los primeros días fueron increíbles, de cariño, amabilidad de la gente que nos dio la oportunidad de probarnos”. Fueron tres semanas de ensueño hasta que no hubo más que cerrar y repensar todo.

Foto: Margot Castañeda, Chilango

Por fortuna, el delivery está en la naturaleza de la pizza, pero Checo quería esperar a dominar bien el restaurante antes de implementar la entrega a domicilio. Ni modo: “de un día para otro se paralizó México entero y tuvimos que adaptarnos”. Crearon un menú especial para delivery e hicieron colaboraciones con amigos cocineros para ofrecer ediciones especiales de pizzas. Nada mal, pero la experiencia real está en el espacio, brillante y acogedor, con cocina abierta, un horno que parece avión, una playlist fiesterilla, su mobiliario de antigüedad –desde La Lagunilla hasta flea markets en LA–, y una carta espectacular de spritzs que le van rebién a las pizzas.

Milk Pizzería tiene vocación de apapacho, “está configurado para abrazar”, dice Checo, quien espera que pueda abrir pronto porque “no quiero vivir en un mundo en donde todo se pida por teléfono y te llegue en una caja”.

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Se han mantenido, aunque les ha costado “encontrar fuerza y esperanza para seguir en pie —dice Checo—, ha sido durísimo no poder estar ahí para echarle huevos con Óscar, Dany, Braulio, Yira y todo el staff que sigue en CDMX (yo me tuve que cuarentenar en Monterrey y extraño muchísimo estar ahí con ellos)”.

Tarta de chocolate y sal en Milk Pizzería. Foto: Margot Castañeda, Chilango

Pero el aprendizaje más grande que la pandemia de COVID-19 le dejó fue entender que “por más que el mundo se cierre por completo de un día a otro, tenemos lo suficiente para reinventarnos. Ese instinto de reinventarse no es rebeldía, es más bien instinto de supervivencia”. Por eso, Milk Pizzería está en este tributo a los restaurantes que se rifaron abriendo en plena pandemia.

Milk Pizzería

Dónde: Colima 159, Roma Norte

Dónde pedir a domicilio: al 55 6268 4458 o al WhatsApp: 5529081995

Horarios: mar-dom: 13-22 h

Cuánto: $$ ($200-$500), aceptan efectivo, todas las tarjetas de crédito y débito y pago en línea