Las sexualidades diferentes, disidentes, no normativas o como quieran llamarles, han estado presentes en la sociedad y todos sus ámbitos desde tiempos remotos. Aunque la polémica creada por el estreno de Lightyear haya hecho pensar a mucha gente que se trata de “inclusión forzada”; o que “eso no ocurría antes”, basta echar un vistazo a la historia y al arte en todas sus formas para notar insinuaciones, referencias, guiños y retratos completos de la comunidad LGBTQ+.

Repasamos varias manifestaciones artísticas con personajes cuya orientación ha sido camuflada y consumida por todo el público sin notarlo y sin que se haya alterado su orientación sexual; ya que esta no se elige, tampoco se modifica sin importar que tanta representación e inclusión haya.

No es la primera vez que a la gente le aterroriza un beso o la presencia de personas del mismo sexo en la pantalla. El Código Hays se estableció en 1934 para censurar la aparición de parejas interraciales; faltas de respeto a figuras de autoridad como sacerdotes, policías y –desde luego–  conductas homosexuales o de “perversión sexual”.

Este código imponía que cualquier conducta pecaminosa debía mostrarse solo en villanos, que además, debían ser castigados al final de la historia. No podía mostrarse simpatía ni apoyo a cualquiera que mostrara una sexualidad distinta a la norma, pero sí podían aparecer como villanos. Algo a lo que Disney se adaptó muy bien.

Los villanos LGBT

Inclusión forzada

En Blancanieves ya mostraban a una code lesbian: la reina. Para empezar es una mujer mayor y soltera, nunca vemos su cabellera; sus rasgos no son tan delicados como los de la bella Blancanieves, además, está en una posición de poder. Su voz, además de su actitud son demandantes y no hay rastro de ternura en ella… Rasgos muy poco comunes en una mujer “femenina”. Cuando no puede derrotar a Blancanieves, intenta seducirla y lo logra figurativamente por medio de la pecaminosa manzana envenenada.

Esta conducta se repite con Úrsula; Inspirada en la drag queen e icono contracultural Divine. A ellas se suman el Capitán Garfio, un tipo extravagante que viste con plumas, tocados y tiene un ayudante que parece sentirse atraído hacia él. En Robin Hood, el príncipe John está obsesionado con el protagonista masculino, además es retratado como “delicado” y vanidoso.

Por su parte, el profesor Ratigan de El ratón súper detective, oculta su identidad es –literalmente– una rata que se hace pasar por un ratón. Sin olvidar a Jaffar, con rasgos, actitudes afeminadas –y delineador incluido–… Qué tal Scar, de El Rey León, cuya voz fue interpretada por Jeremy Irons. Quien hace más de un año confirmó que su personaje era gay: “es miserable porque no ha salido del clóset”, dijo el actor. 

Presentes en todo tipo de obras y géneros

No podemos pasar por alto a La Bella y la Bestia. La exagerada devoción de Lefou a Gastón, que además de ser el epítome del machismo más rancio es ,obviamente, su crush. En Hércules, Hades también muestra actitudes que fácilmente podríamos describir como “gay”; los rumores de que Elsa, Oaken tienen una relación lésbica. El genio en Aladdín también tiene una orientación sexual distinta, persisten en la actualidad.

Al igual que villanos como Ratcliffe y Frollo, quien queda fuera debido a su agresivo acoso sexual a Esmeralda. Sin dejar a un lado que trata de matar a un bebé al comienzo del filme, logra asesinar a su madre e incendia casas con gente dentro; comete todo tipo de maldades que apenas e impresionaron a los adultos de la época que nos llevaron a verla sin mayor problema.

El Queer Code

El Queer Code no solo está presente en el género de la animación infantil; vemos sus rastros en La gata en el tejado caliente, cuyo protagonista en la obra original lucha con su sexualidad. En Rebecca de Alfred Hitchcock, es obvio que su protagonista Mrs. Danvers está obsesionada con ella, sabe todos sus secretos sexuales y admira todas y cada una de sus características más allá de la amistad. De Ben Hur se sabe que es retrato de una pasión homosexual; esto debido a un subtexto insertado por Gore Vidal en la adaptación cinematográfica, lo que causó la ira de Charlton Heston.

Según Vidal, el único modo de justificar el odio entre los protagonistas, era establecer una relación íntima y cuando Messala quiere retomarla; Ben-Hur lo rechaza, el resto de la historia ya lo sabemos.

Inclusión Forzada

Otras producciones con las que crecimos –y que la niñez aún ve– también tienen personajes LGBT, unos más destapados que otros; The Red Guy o Trasero Rojo, de La vaca el pollito. Mostraba su identidad sin tapujos y no solo eso, andaba con el c*lo de fuera. En Las Chicas Súperpoderosas, Él, es un diablo muy drageado y 100% afeminado.

También están Waylon Smithers y John, Javier en Latinoamérica, de Los Simpson; el diablo y el señor/a Garrison en South Park; Randy Munchnik en Futurama, Bob Esponja, además de Ruby y Zafiro de Steven Universe.

Igualmente, Ranma ½ que es más bien de género fluido; y claro, el favorito de la generación de concreto; Bugs Bunny, quien se la pasa repartiendo tremendos besotes y al igual que el pato Lucas, disfruta de travestirse. Más moderno, tenemos a Rick Sánchez que es un pansexual declarado; es decir siente atracción sin importarle el género de las personas –o dragones– con los que disfruta.

Y también en la música…

En la música también hay mucho de código y subtexto; canciones como “I Kissed a Girl “de Katy Perry hace referencia a la atracción de una mujer hacia otra; “Make Me Feel” de Janelle Monáe es un himno a la sexualidad fluida; “Poker Face” de Lady Gaga, trata sobre una pareja gay, “Lola” de The Kinks, sobre un travesti y “Gay Bar” de Electric Six, también. Bueno, en realidad no tenía nada de discreta e igual sonó en todos lados sin que nadie se inmutara.

No podía faltar el himno “It’s Raining Men” de The Weather Girls; “I’m Coming Out” cantada por Diana Ross y “Walk on the Wild Side” que, igualmente; es retrato de un travestista que camina como “ella” por el lado salvaje de la calle.

¿Y toda esta “inclusión forzada” ha modificado tus preferencias?

De incluir cada obra en la que hay referencias LGBTQ+ este texto no terminaría. Con todas estas referencias queda claro que la representación siempre ha estado presente; quizá verse a través de villanos o personajes para el chiste fácil, era mejor que no verse nunca en ningún lado. 

Ahora, con un beso de apenas unos segundos, surge la posibilidad de ver a personajes de orientación sexual diferente. En un entorno cotidiano y una representación digna, lejos de códigos y clichés. 

Al final todo se resume a quienes promueven el cambio y a quienes lo resisten. Como sabemos, las transformaciones siempre enfrentan rechazo, pero su avance es imparable. ¿Aún crees que existe la “inclusión forzada?

Miranda!, felices de reencontrarse con sus fans chilangxs y volver a comer tacos