Metal Lords es la nueva película adolescente que llega a la plataforma de streaming más grande a nivel mundial, pero a diferencia de las demás le da mucho protagonismo al rock pesado. Aunque puede ser un poco predecible, no por eso es menos disfrutable, y aquí te diremos por qué.

El rock pesado tiene en Metal Lords una película bastante chida

¿De qué va la película?

En Metal Lords conocemos a dos adolescentes inadaptados, no populares de su escuela. La diferencia es que son fans del heavy metal. Mientras sus compañeres escuchan pop y otros tipos de música, Kevin Schlieb (Jaeden Martell) y Hunter Sylvester (Adrian Greensmith) agitan las melenas a ritmo de bandas como Slayer, Black Sabbath, Iron Maiden, Pantera, etc.

Juntos quieren formar un grupo, obviamente de metal, y cuando se enteran de la Batalla de las Bandas deciden entrarle. La meta será encontrar bajista, pero las cosas se complicarán cuando aparezcan en escena la violonchelista Emily (Isis Hainsworth) y el amor.

Men: una película de A24 con hombres como elemento de terror

¿Por qué rifa la película Metal Lords?

Si bien uno de los grandes protagonistas es el heavy metal, esta película tiene varios elementos con los que apela a todo tipo de público. Para comenzar está la amistad de Hunter y Kevin. Su lazo más fuerte es la música, pero a pesar de sus personalidades diferentes y varias broncas, se complementan y terminan formando una especie de hermandad.

También están las primeras chispas amorosas de la adolescencia que resultan en el noviazgo de Kevin y Emily, y son una amenaza para Hunter quien, dice, no quiere una Yoko en su banda. Pero como sorpresas te da la vida, ella termina impresionándolo y a tode mundo; no te diremos cómo, sólo que harás la señal de cuernos con los dedos.

Metal Lords también tiene su dosis de humor. Será inevitable que te eches unas carcajadas, por ejemplo cuando Hunter da sus razones para no querer una chelista en Skull F*cker, su banda luego rebautizada como Skull flower. El gesto de Emily y la cámara enseñando los pósters de ciertos rockeros y metaleros echarán por tierra su argumento.

Cortesía

El amor por la música y 4 dioses del metal

¿Qué hay de la música? Es la otra protagonista de Metal Lords, y una muy grande en cantidad, calidad, en cómo se habla de ella y cómo se ve que la disfrutan. En primer lugar, el productor musical ejecutivo es Tom Morello, guitarrista de Rage Against The Machine, y qué mejor respaldo que ese. La rolita de la banda de la película, “Machinery of torment”, está a la altura, y el soundtrack tiene bandas legendarias como Black Sabbath, Guns N’ Roses, etc.

Además está lo devoto que es Hunter a este tipo de música, tiene la habitación llena de pósters, una guitarra con la que crea potentes riffs que literal lo elevan, y un look con todo y maquillaje al más puro estilo del black metal, a pesar del disgusto de su padre. Y lo comprometido que es Kevin al aprenderse la playlist que le da su amigo hasta ser un master de la bataca; abre bien los ojos pues está llena de puros clásicos. Quien la haya hecho se sacó un 10.

La chelista nos recuerda la emoción que siente no sólo un adolescente sino cualquiera cuando descubre nueva música que le gusta. Es algo que no se compara con nada, y quieres saber más y más hasta dominar. Mientras que el doctor interpretado por Joe Manganiello es un ejemplo de que puedes madurar y cambiar de vida pero los grandes amores, como el heavy metal, jamás se olvidan.

A resaltar está el cameo de cuatro dioses del metal: Kirk Hammett de Metallica, Scott Ian de Anthrax, Rob Halford de Judas Priest, y el mencionado Tom Morello de RATM. No te revelaremos de qué va su aparición, sólo que es sorprendente, está llena de sabiduría y te hará reír.

Cortesía

Esta película tiene detrás a D.B. Weiss, co-creador de la serie Game of Thrones, y al director Peter Sollett.
En resumidas cuentas, Metal Lords es una carta de amor al heavy metal que te hará apreciar más este género musical mientras ves una historia adolescente con harto corazón. Puedes darle play en el gigante del streaming desde este 8 de abril.