Manicomio La Castañeda: de símbolo progresista a palacio de la locura
El Manicomio La Castañeda fue el centro de salud mental más grande de México. Aquí te contamos cómo se convirtió en una historia de terror.
Por: Maria Paullada
El Manicomio General La Castañeda fue la promesa del centro de salud mental más grande e importante de México. Aquí te contamos cómo un psiquiátrico tan prometedor se salió de control convirtiéndose en una historia de terror.
Hoy en día son pocos los chilangos que recuerdan que las Torres de Mixcoac alguna vez fueron el lugar donde estuvo el manicomio más grande e importante de la Ciudad de México.
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El Manicomio La Castañeda fue un”símbolo del progreso”
Porfirio Díaz inaugura el hospital mental como símbolo de progreso para celebrar el centenario de la Independencia en 1910, copiando la arquitectura de los hospitales parisinos. Este recinto fue construido en una hacienda pulquera conocida como la Castañeda, situada en el pueblo de Mixcoac.
La Castañeda, también conocida como “El palacio de la locura”, albergó alrededor de 61,480 pacientes durante sus 58 de existencia. Esta institución representaba el inicio de una nueva era en la atención a la locura humana. En el, se buscaba la corrección y reinstalación dentro de la sociedad de personas con padecimientos psiquiátricos.
El símbolo del progreso no tardó en derrumbarse, uno de los orígenes del caos que terminó con la promesa del mejor psiquiátrico en México fue la llegada de la Revolución. Esta trajo una serie de problemas económicos y de organización, entre otros, que más tarde causaron el cierre de este recinto.
De terapias a torturas
A causa de una administración deficiente, el trato hacia los pacientes se volvió una mala práctica, basada en suposiciones y tratos deshumanizantes hacia los enfermos mentales. Muchas veces convirtiendo las terapias en torturas.
Los pacientes no solo estaban a la deriva de dichos tratamientos, también sufrían el abuso del personal que estaba a cargo de sus cuidados. Por otra parte, tenían que enfrentarse a las condiciones extremas de insalubridad y al amontonamiento que sufrían por la sobrepoblación de internos. Estas condiciones deplorables fueron la causa de muchas muertes en los pacientes.
La distribución de las personas dentro del recinto, era una segregación clasista y discriminatoria, en la cual lo que menos importaba era su salud mental; muchas veces se les encerraba ahí por ser personas que no encajaban en los patrones sociales determinados por la gente en los puestos de “poder”.
La oscura historia llegó a su fin
Cuando salieron a la luz las condiciones deplorables en las que vivían los internos, se decidió cerrar el recinto que lejos estaba de ser un hospital. Fue durante los preparativos para los Juegos Olímpicos del 68 cuando la oscura y triste historia de la Castañeda llegó a su fin, siendo demolido y reubicando a los pacientes en distintos hospitales de la ciudad.
Actualmente, el lugar donde estuvo el imponente Manicomio General La Castañeda, es un gigante multifamiliar que conocemos como las Torres de Mixcoac. Los habitantes del lugar cuentan escuchar escalofriantes gritos y lamentos por las noches.
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