Si te cuento que Yellowbird Bar es un speakeasy en la Roma, escondido detrás de una puerta roja en el sótano de una casa porfiriana, al que solo puedes acceder si tienes reservación y muestras un pin de un pajarito amarillo en la entrada, te voy a matar de aburrimiento. Ya no queremos bares mamones en la Roma, ¡piedad!

Peeero, este tiene muchas gracias que lo distinguen de otros bares secretos. El ambiente se pone chingón; la barra es su principal atractivo y el mejor lugar para acomodarte (a menos de que quieras estar de pie porque el lugar es pequeñito); los oldies but goodies de la playlist te ponen de buenas sí o sí (a menos de que estés muerto por dentro); los bartenders y dueños, Ricardo Sandoval, Braulio Hernández y Rodrigo Álvarez, son buenísima onda y te hacen sentir la persona más importante; y los tragos están divertidos, sabrosos y –lo mejor– pagables (el más caro está en $200).

Qué está rico en Yellowbird Bar

Yellowbird Bar

Foto: Lulú Urdapilleta

El de la casa, Yellowbird ($180), es precioso –servido en una bonita copa japonesa en forma de pajarito– y de un sabor rico y fácil –tiene licor de banana, ron de ocho años, brandy, jugo de piña natural y limón–. También curioso está el Double Sour ($150), su versión del sour que sirven en una copa en forma de huevito (awww).

Si nos vamos a lo elegante, en Yellowbird Bar hay nueve cocteles prometedores que llevan cerca de tres meses de añejamiento en barricas de bourbon; pero lo simpático está en los cocteles granizados de autoservicio; en el refri, donde hay coctelitos envasados al vacío y listos para que te los sirvas; y en la máquina de premios donde por $10 te puedes ganar un 2×1, botellas, desayunos en Tierra Adentro Cocina o un bonito “suerte para la próxima”.

De los cocteles del refri está rico el Martínez Helado ($120), con ginebra, jerez, manzanilla, Carpano Rosso, cordial de naranja, jugo de piña y Fernet Branca.

Yellowbird Bar

Foto: Lulú Urdapilleta

Lo rifado de Yellowbird Bar

Usan popotes de arroz y de fibra de arándano porque #NoMásPlásticoDeUnSoloUso y que todos los hielos tienen grabado el pajarito del logotipo.

Yellowbird Bar

Foto: Lulú Urdapilleta

Lo chafa de Yellowbird Bar

Tienes que hacer reservación sí o sí, está difícil que puedas caer un día nomás porque se te antojó y andabas por el rumbo (aunque lo puedes intentar). Funciona como club, si tienes el pin del pajarito amarillo, eres uno de los 150 afortunados que son parte. Con cada pin entran tres personas a este bar speakeasy en CDMX.

Yellowbird Bar

Foto: Lulú Urdapilleta

Lo inolvidable de Yellowbird Bar

Hay detalles que te hacen sentir cómodo, como servirte una chela o tu propio coctel, sacar un libro del refri (solo hay de Gabriel Rodríguez Liceaga pero bueeeno), o las fichas que te dan al pagar tu cuenta y puedes canjear por tragos en la siguiente visita. El programa de lealtad sirve porque sí vas a querer regresar.

Yellowbird Bar

Dónde: Tabasco 304, Roma

Horarios: mié-sáb: 18-02 h / reservaciones al 55 6495 6379 (puedes mandar WhatsApp) o por DM en su cuenta de Instagram: yellowbird.bar / Con tu pin puedes entrar tú y dos amigos más.

Cuánto: $$ ($200-$500), tc: todas

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