Desde su apertura el 13 de abril, Must Condesa no ha tenido una sola semana sin movimiento por la mancuerna perfecta del sitio entre servicio, ambiente, precio, locación y música.

Está ubicado en el corazón de la Condesa y, aunque se trata de un lugar pequeño, el diseño interior, la gente y la atmósfera del espacio lo hace grande. El precio está razonablemente a la par de cualquier antro: el cover es de $200 con un open bar de 22:30 y hasta las 00. A partir de ahí y hasta las 5 am hay que pagar por lo que sea que consumas, pero no hay de qué preocuparse: no son precios estratosféricos y tienen diferentes promociones.

El éxito del lugar radica en la atención que se le brinda al visitante, pues pasas como Pedro por tu casa desde la cabina del DJ hasta el baño (el mingitorio con la cara de Donald Trump es imperdible). Además, elimina cualquier tipo de frialdad característica de los antros y “la pose”, y los cambia por un entorno familiar, como si fuera la fiesta de tu mejor amigo, pero en espacio intervenido por detalles de diseño interesantes y música que definen como “pop con ganas de fiesta”.

El DJ residente, Gaston Silveti, es uno de los ganchos del lugar, ya que además de que puedes hacerle peticiones (aunque no lo conozcas), está de muy buen ver (muchos suben sólo a tomarse una foto con sus pectorales).

Como parte de su política de hacerte sentir en tu hogar, puedes celebrar aquí tu cumpleaños, ya que te dan hasta mesa decorada, pastelito, un flyer personalizado y cortesías.

El ambiente propicia la plática y rompe las barreras del ligue desde el principio; además, es completamente inclusivo y equitativo, se pueden observar hombres y mujeres a la par con ganas de ligar.