Una bolsa de plástico le ayudó a Bryan Gómez a dar el primer paso de su carrera deportiva, que ya incluye una medalla internacional. “Cuando introduces el balón en una bolsa, va emitiendo sonidos mientras avanza, y eso fue lo que me ayudó a jugar cuando era niño”, recuerda el integrante de la Selección Mexicana de Futbol para Ciegos mientras participa en el último entrenamiento del equipo antes de viajar a los Juegos Parapanamericanos Juveniles de Chile 2025.
Su historia es una de varias dentro del equipo que demuestran la pasión con la que personas con discapacidad practican el deporte.

“Las adaptaciones que necesitan estas personas para practicar el deporte son muy básicas, como también lo son las que necesitan para poder trabajar e ir a la escuela”, explica Jonathan González, entrenador del equipo.

En el futbol, por ejemplo, lo único que se necesita es un balón. Ni siquiera hace falta el sentido de la vista.
“Jugamos con un balón sonoro. Tiene en su interior seis cascabeles que producen sonido”, explica Carlos Ramírez, otro de los jugadores del equipo Sub-21 que buscará una medalla en los Parapanamericanos Juveniles.
Antes de que partieran rumbo a Santiago, Chilango los acompañó en su último entrenamiento para conocer las historias de estos jugadores y la pasión que los impulsan en la cancha.
Oído, comunicación y valentía: el ABC del futbol para ciegos
Lejos de las rebuscadas explicaciones y análisis tácticos que a veces rodean el futbol profesional, Ernesto Esquivel, delantero del equipo, expresa con sencillez la esencia de este deporte colectivo: “La comunicación es la base del juego”.
“Nosotros, a raíz del sistema auditivo, percibimos todo: los movimientos de nuestro equipo y los del contrario, las indicaciones técnicas, etcétera. Y obviamente, usamos la comunicación. A lo largo del partido, los jugadores que no tienen la pelota tienen que decir la palabra ‘voy’ para que los demás los escuchen y puedan saber dónde están”, agrega en entrevista.

“Con el oído siempre escuchas qué hay al lado de ti a través de la voz o del ruido de los pasos. Tenemos que escuchar para saber qué puede haber enfrente o a los lados”, cuenta Bryan, mediocampista que presume su sentido de la ubicación como una de sus principales habilidades.
Otra de las cualidades necesarias, añade Ernesto, es la valentía:
“Se requieren habilidades técnicas, como la conducción de balón, la capacidad de recepción y saber dar un pase con orientación hacia el compañero. Pero yo, sobre todo, recalco el tema de la valentía. Hay que correr sin saber a ciencia cierta si puedes chocar con otro jugador; tiene su grado de peligrosidad”.
Carlos explica que los jugadores deben usar un antifaz llamado Goalfix, que garantiza que quienes tienen baja visión compitan en igualdad de condiciones con los jugadores ciegos.

Los partidos son de dos tiempos de 20 minutos y el cronómetro se detiene cada que el balón sale. “Es muy parecido a una combinación entre futbol rápido y futbol sala”, comenta el entrenador Jonathan González. “Se ponen dos bardas laterales de 40 metros para que los jugadores delimiten la cancha. Las porterías miden 3.66 por 2.14 metros y no hay bardas detrás de ellas para evitar que los jugadores puedan estrellarse contra ellas cuando van corriendo de frente”, añade.

Cada equipo está conformado por cinco jugadores en cancha. Los porteros son los únicos atletas normovisuales que participan en el juego. Su función, además de atajar, es la de orientar a sus compañeros.
“Jugamos con tres guías. Uno es el portero, que está dentro de la cancha y nos ubica a los defensas. Los otros dos están afuera del campo. Uno se coloca a la altura de la media cancha y otro detrás de la portería rival para orientar a los delanteros al momento de hacer los tiros a gol”, detalla Carlos.

Goles fuera de la cancha
Varios integrantes de la Selección Mexicana de Futbol para Ciegos que competirá en los Juegos Parapanamericanos Juveniles de Chile 2025 pueden presumir una carrera deportiva exitosa a su corta edad: cuatro integrantes fueron a Colombia en 2023 y ganaron el bronce para México.
“Nos tocó ganar medalla en Bogotá. Le ganamos a Colombia en su casa”, agrega Ernesto.
Pero además, los éxitos dentro de la cancha van de la mano de logros laborales, personales y académicos.
Ernesto, por ejemplo, estudia Derecho en la Universidad Autónoma de Durango y trabaja en un despacho de abogados en Torreón, Coahuila. Carlos estudia la prepa abierta, mientras que Bryan busca abrirse camino en la música y en el mundo de los negocios.

Jonathan González, entrenador del equipo, resalta que el caso de Bryan es uno de los más ilustrativos sobre la forma en que el futbol ha contribuido al desarrollo personal de los integrantes del equipo.
“Bryan viene de una familia de escasos recursos, pero con muchas ganas de salir adelante. Empezó jugando futbol con sus hermanos usando un balón con bolsa”.
“En mi familia veían la forma de incluirme en las actividades que hacían y así se les ocurrió el tema del balón con bolsa”, cuenta Bryan, quien fue el último de los 10 jugadores de la selección en unirse a la concentración del plantel, en la sede de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte.

El chico de 18 años es originario de León, Guanajuato. Sin embargo, radica en Aguascalientes, estado al cual se mudó porque cuenta con más oportunidades para jugar futbol para ciegos. Llegó a CDMX la madrugada del 31 de octubre. Luego, entrenó por la tarde y viajó la mañana siguiente a Santiago con el resto del equipo. “Como tengo mis trabajos y otras responsabilidades, no tuve la oportunidad de llegar antes”, explica.

Estas son solo algunas de las varias historias de superación en la Selección Mexicana de Futbol para Ciegos.
“Algunos eran normovisuales y por algún accidente quedaron ciegos. Cayeron en depresión, y luego pasaron por un proceso de adaptación para poder volver a reencontrarse en un mundo nuevo para ellos”, relata Jonathan.
En el mismo sentido, Ernesto destaca que “el deporte le da sentido a las personas y les ofrece la posibilidad de algo muy importante, que es la dignidad”.

Selección Mexicana de Futbol Para Ciegos va por nueva medalla
Tras el bronce obtenido en los Juegos Parapanamericanos Juveniles de Colombia 2023, la Selección Mexicana de Futbol para Ciegos buscará su segunda medalla consecutiva en Chile 2025.
“Siento que nos hemos fortalecido. Ahora somos un equipo más competitivo y creo que vamos a traer otra medalla”, cuenta Bryan sobre sus expectativas para el torneo.
“Vamos a intentar ganar medalla por todos los medios. Confiamos en Dios y en nuestro trabajo. Llevamos jugando juntos mucho tiempo. Hicimos un trabajo de dos años y en eso confiamos”, agrega Ernesto.

La Selección Mexicana de Futbol para Ciegos competirá en Chile del 4 al 9 de noviembre de 2025. En ese sentido, Ernesto invita al público a seguir las competencias:
“Si les gusta el futbol, es un deporte del cual se van a enamorar. Es un deporte maravilloso, es un deporte que salva vidas y es un deporte que nos da sentido a las personas con discapacidad”.
Jonathan, por su parte, resalta la importancia de apoyar a los jugadores:
“Algunos de ellos están pasando por situaciones complicadas, familiar o económicamente hablando. Entonces, los apoyos que les puedan llegar de sus estados o de empresarios serían buenísimos para ellos, porque podrían usar los recursos para seguir practicando el deporte de alto rendimiento. Acá pueden ganarse una beca para poder seguir practicando el deporte. Por eso creo que básicamente el deporte los está haciendo salir adelante”.
Finalmente, Ernesto destaca la importancia de que cada vez se creen más equipos de futbol para ciegos. De ese modo, el deporte podrá volverse más accesible.
“Todavía es un deporte que va en crecimiento. No todo es miel sobre hojuelas. Es un camino muy largo, y todavía hay que abrir puertas para las personas que vienen a futuro”, concluye.