Los músicos son exploradores del conocimiento y la emoción, eso se sabe. Gustan de sorprenderse y obsesionarse cada tanto con esta sorpresa que desarrollan una impresionante obra a partir de un destellito que los deslumbra. Justo eso le paso a Mateo Kingman, ecuatoriano de nacimiento y una de las cartas fuertes del Festival NRMAL con quien tuvimos chance platicar previo al festival.

El año pasado, Mateo Kingman y su banda estrenaron Astro, su nueva placa, donde el músico se despegó de su anterior estilo basado en la música folklórica latina y la electrónica, para trabajar a fondo algo más suyo: su voz.

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“Es un disco donde exploramos muchísimo, tiene unos tintes y timbres de voz muy fuertes. Experimentamos mucho a partir de las nuevas premisas que quisimos mostrar y creemos que NRMAL es el lugar idóneo para presentarlo”, comenta Mateo Kingman.

Aunque no niega su estilo en disco anteriores, Mateo enfatiza que justo una búsqueda de ese algo más fue lo que lo llevó a explorar y clavarse con las posibilidades de la voz.

“Las posibilidades de construir melodías, capas y armonías fue lo que me motivó. Redescubrí mi voz y sus capacidades a partir de un entrenamiento y eso se convirtió en el eje rector del disco. Así hallé nuevas incógnitas y se fue dando esta exploración”, explica Mateo.

Ahora, si algo ha llamado la atención del proyecto de Mateo Kingman, esto es la profunda esencia latinoamericana que emana de este. Ojo, que no es esa latinidad que venden los top charts de algún canal de música con base en Miami (esa idea gringa de “lo latino”), sino una cosa un poco más compleja… y hasta cierto punto difícil de explicar.

“Nos peleamos con estas ideas de exotizar lo latino y buscamos en la globalidad la libertad de explorar sin límites. Claro que hay cosas regionales que nos siguen gustando, pero nuestra apuesta es a tener una identidad diferente e interesante”, subraya.

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Mateo Kignman refiere a la artistas Juana Molina (quien también se presenta este año en NRMAL) como prueba de ello: “es un propuesta que no podrías adivinar de dónde es exactamente; sin embargo, notas que tiene algo muy suyo, que sí tiene una raíz muy profunda. En eso nos parecemos”.

En este sentido, Mateo también propone una suerte de reivinidicacion del movimiento de cuerpo: bailar, dice, es una parte importante en sus shows y busca siempre descifrar esa libertad corporal: “cualquier fiesta a donde uno va, busca sentir esa libertad del cuerpo. Me parece muy chévere que podamos establecer esa relación a través de la música”, concluye.

Mateo Kingman se presenta a las 14:30 como quinto acto del Festival NRMAL 2020.