La noticia de que la estación Reactor 105.7 FM a partir del 1 de julio únicamente programará música, sin locutores ni programas, debido a una reducción presupuestal, sacudió por completo a quienes en esta frecuencia tenían una de las pocas opciones en radio para escuchar música alternativa.

Pero no solo se trataba de eso, sino que hablamos de una estación que desde hace 15 años sondea los sonidos y bandas a nivel local, organiza eventos y da cobertura a conciertos y festivales, con la premisa de ampliar el panorama musical históricamente cerrado en México.

De esta manera, gracias al trabajo de quienes pasaron por esta estación desde su fundación en noviembre de 2004, la frecuencia se llenó de géneros tan diversos como el rock, el ska, el heavy metal, el rap, el reggae, el rocakbilly, el balkan, entre muchos otros, en una labor que lograba el cometido de exponer nuevos sonidos a las audiencias.

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Aunque todavía no hay nada definitivo, ya que al día siguiente de darse esta noticia las autoridades anunciaron que se revisará la decisión de este recorte presupuestal a la brevedad posible, sirva esta oportunidad para recordar algunas de las cosas por las que ya estamos extrañando a la estación Reactor.

Las sesiones en vivo

Aquí se presentaron Juan, Abraham, Ernesto y el resto… es decir, que bandas de todos los géneros imaginables se hicieron un chance para caerle a los estudios del IMER a presentar su música.

Algunos de los que podemos recordar así de bote pronto son: Los Caligaris, La Tremenda Korte, La Barranca, Fermin IV, Aczino, Niña, Panteón Rococó, Abominables, Anita Tijoux, y la lista sigue y sigue.

La variedad de programas

La que ha sido la bandera de la estación Reactor durante sus años de existencia (hoy se concentra en el lema “La suma de todos”) es la versatilidad y eso se ha mantenido desde su fundación.

Sí, puede que no siempre fuera de nuestro agrado la programación, que posiblemente se diera más peso a unos géneros sobre otros, pero acá siempre había un espacio para todos: el Banana Split, dedicado al rockabilly; Skanking, dedicado al ska y el reggae; Sálvame Radio, dedicado al #rockdehombres (como define su titular, El Warpig); Wolfie, donde cabe rock, metal y rap; Reggaevolución, obviamente enfocado en el reggae y los ritmos jamaiquinos; y hasta el Mono con Alas, dedicado a la literatura y la música.

Las tradiciones

Gracias a la personalidad que sus programas y diferentes locutores dan a su contenido, la estación Reactor tiene varias tradiciones que le hicieron ganarse el amor de los escuchas: desde sus coberturas a los festivales de música, desde donde hacían transmisión in situ para que no te perdieras nada del festival, hasta los viernes de clásicos (esas playlists que se manejan son las meras buenas) o los picnic de vinil, donde se invita a los escuchas a ir a poner sus acetatos favoritos en los terrenos del Museo Tamayo.

Y cómo olvidar, por supuesto, el conteo favorito de fin de año: el conteo Reactor, donde se recopilan las 105 más sonadas a lo largo de los últimos 12 meses se programan.

Los momentos irrepetibles de la radio en vivo

La radio ocupa de muy poco para convertirse en algo memorable. No requiere de las amplias producciones como la tele o el cine, pero tampoco tiene el amplio margen de error con el que cuentan los vlogs de internet; es, sin duda, un espacio libre para decir, conversar, bromear, reír y equivocarse sin miedo. Dicho conjunto de características es lo que la vuelve algo entrañable.

Un excelente ejemplo de ello fue cuando en 2006 Rulo, entonces titular de programa Antisocial (que se transmitía en las mañanas), confrontó a Pepe Madero de Pxndx sobre el presunto plagio de letras a las canciones de My Chemical Romance.

El líder de Pxndx, quienes entonces se encontraban en la cúspide de su carrera tras el golazo que se habían anotado con su disco Para ti con desprecio, negó las acusaciones, diciendo que más bien los habían inspirado; sin embargo, el conductor replicaba, exponiéndole que las letras son idénticas. Entre tantos dimes y diretes, esta entrevista nos regaló uno de los mejores momentos para recordar de la estación Reactor.