Queda claro que el ser humano es la especie más estúpida del
planeta. Los perros y los changos tuvieron que enseñarnos cómo ir al espacio.
Los caballos nos dan vacunas. Los ratones nos enseñan medicina. Y los delfines
cualquier día salen del agua a partirnos la madre. Siempre los animalitos de la
creción pueden más que uno, y todo nos lo enseña.

¿Y el Conejo? ¿Ese qué nos enseñó, eh? Te hablamos a ti,
Aguirre.

Por si esto no fuera clarísimo, en Alemania hay un pulpo que
ha decidido venir a recordárnoslo. Se llama Paul, igual que el Beatle, varios
actores y el discípulo de Jesús. Y este maldito cefalópodo, además de ser
encantador (eso dicen quienes lo cuidan: méndigo), predice el futuro. Y no
cualquier futuro: el futuro del mundial de futbol.

Sabemos de ALGUIEN a quien le hubiera servido visitarlo. Porque también predice pases involuntarios a los argentinos, ¿eh?

El maldito cefalópodo (el pulpo, no Osorio) ha predicho los resultados de todos
los partidos de Alemania. Para bendición nuestra, dice que los teutones le
partirán el bife a los argentinos. Nosotros, la verdad, pensamos que no es tan
difícil que este adorable amigo haga trampa: lo que hace es escoger una de dos
cajitas con comida. Qué casualidad: siempre escoge la de la banderita alemana.
No es que tenga superpoderes: es que le gusta la salchicha. Y, con un equipo
como el de Alemania, lo fácil es decir que van a ganar. Si fuera mexicano, otra
cosa sería.

¿Algo así, quizá?

Míralo en acción:


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