Nota de la editora: Valiendo Burger tiene servicio a domicilio; pero si decides acudir, recuerda que el semáforo epidemiológico en CDMX está en naranja con alerta por el repunte de hospitalizaciones. ¡No bajes la guardia! Usa cubrebocas rigurosamente (evita los de válvula), lávate las manos y respeta la distancia social.

Las fotos de su Instagram no les hacen justicia. Cuando las pruebas te das cuenta de que son todo lo que no esperabas: ricas, llenadoras, jugositas y de buena calidad. Se trata de las hamburguesas de Valiendo Burger, una dark kitchen en Coyoacán que nació gracias a la pandemia por covid-19.

Valiendo Burger es el proyecto hermano de Café Avellaneda, por lo que la calidad de su pequeña pero buenísima carta está garantizada. “Todo lo diseñé con la misma obsesión con lo que hago lo de Avellaneda: hasta que sale algo muy bueno”, cuenta Carlos de la Torre, barista y la mente detrás de estas burgers.

Hay dos menús: el del desayuno y el de las tardes. En ambos hay verdaderas joyas gastronómicas. Para comer, la favorita es la Bacon cheese, que lleva carne de res, cebolla asada, alioli de ajo rostizado, queso cheddar y obvio mucho tocino (¡prepara el antiácido!). Otra es la De rigor, que es una burger sencilla pero buenísima: carne de res, cheddar, lechuga, jitomate, cebolla asada y alioli de ajo rostizado.

A primera vista pueden parecer pequeñas o caras ($150 y $120 respectivamente), pero realmente satisfacen tanto en sabor y tamaño. La carne es una receta original de casa, así que no probarás una igual. Es jugosita, suave y en buen término. Son 125 gramos de carne que lleva una combinación de chamberete, short rib y grasa de picaña, junto con algunos condimentos. La receta cambia algunas ocasiones, cuando el carnicero de confianza ya no tiene los cortes necesarios. Eso es un plus, la carne es fresca pues la compran todos los días.

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Tienen también un bollo con panceta horneada y aderezo de Sriracha, y una smash slider. Por las mañanas, algo más ligerito pero perfecto para empezar el día. El menú mañanero es de bisquets, uno de tocino con huevito horneado, arúgula, queso y alioli de Sriracha; el de huevo con espinaca con queso, arúgula y alioli, y el dulce, con queso, mantequilla, fresas, menta y miel natural.

Los pedidos de Valiendo Burger se hacen por Instagram y las entregas son en el Avellaneda, también puedes pedirlas en la cuenta de Rappi del café.

Del café a la parrilla de Valiendo Burger

La pandemia hizo que, literalmente, muchos restaurantes y cafeterías se las vieran negras. El Café Avellaneda no fue la excepción. Los baristas y el equipo se guardaron en cuarentena, y Carlos siguió pagando su sueldo normal. Pero llegó un momento en el que el dinero se estaba acabando.

Carlos, además de ser un amante del café, es muy afín del asador. Le gusta cocinar y en cuarentena comenzó a hacerlo más. Hubo días en los que compró tanta carne que preparó hamburguesas dos semanas seguidas y aprovechó para experimentar con recetas.

Luego llegó el día del padre y para celebrar cocinó hamburguesas: hizo el pan, los aderezos y la carne desde cero. Fueron un éxito, así que decidió empezar a venderlas para tener un ingreso extra que lo ayudara con las nóminas del Avellaneda.

Como él debía estar completamente en cuarentena, le enseñó todas las recetas a Celso, que trabaja en Avellaneda; le propuso que él las preparara y que las vendieran por Instagram. Ahí empezó Valiendo Burger.

Además de ser un ingreso extra, de que da trabajo a los baristas del Avellaneda, Valiendo Burger es sinónimo de calidad, pues venden hamburguesas que sí o sí están ricas. Como ejemplo, cuando recién empezaban a vender, Carlos decidió cancelar todos los pedidos porque el pan no había quedado bien, y mejor no vender que ofrecer algo que no está bien hecho. 

El concepto es muy punk y DIY: Juan Carlos hizo el diseño en su celular, sus fotos no son profesionales y no gastan en marketing o publicidad, porque “no tenemos ni un quinto”, dice. El nombre refleja totalmente esta situación: “Un amigo me preguntó cómo iba con el proyecto de las hamburguesas y contesté ‘aquí nomás valiendo burger’ y se quedó como nombre”.

Al inicio solo vendían una vez por semana y en promedio salían 12 hamburguesas al día. El proyecto ha ido bien, que ahora ya venden todos los días e incluso contemplan abrir una barra de burgers, si es que encuentran un local adecuado.

Valiendo Burger ayudó a pagar algunas nóminas del equipo de Avellaneda, además de que los baristas, que no podían estar tras la barra por las restricciones de apertura, volvieron a trabajar pero esta vez detrás de la parrilla. 

Dónde: Higuera 40 A, La Concepción
Servicio a domicilio: sí, por medio de Rappi del Avellaneda o a través de su cuenta de Instagram
Horarios: lun-dom: 9-21 h
Cuánto: $ (hasta $200), formas de pago: transferencia electrónica, efectivo y tarjetas de débito y crédito