Decir que es solo un restaurante reduciría la esencia con la que Tetetlán fue fundado, más bien es un refugio para distintas representaciones artísticas y culturales, entre ellas —por supuesto— la gastronomía. Pero quizá su mayor atractivo es que el lugar te hace sentir como si estuvieras en una cueva oculta en medio de la ciudad, pues está construido en donde antes solo había rocas volcánicas, las cuales permanecen en las paredes y visibles bajo un piso de cristal.

En náhuatl Tetetlán significa “lugar entre muchas piedras”; el nombre es una clara referencia a su ubicación: el Pedregal de San Ángel. Este restaurante-centro cultural-mercado fue fundado en lo que eran las caballerizas de una casa construida por Luis Barragán, el único arquitecto mexicano que ha recibido el premio Pritzker (el “Nobel de la arquitectura”). Barragán conoció la zona del Pedregal gracias a Diego Rivera y quedó fascinado: “En la vasta extensión de lava al sur de la ciudad, me dispuse, sacudido por la belleza de este viejo paisaje volcánico a construir jardines, plazas, parques y casas, sin destruir su maravilloso entorno”, dijo alguna vez.

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En Tetetlán las rocas de piedra volcánica solo están cubiertas por un piso de cristal. Las paredes de roca están tapizadas de libros, artesanías, vinilos y fotografías de Armando Salas Portugal, un fotógrafo que retrató la zona del Pedregal mano a mano con Barragán en su proceso de diseño de las construcciones que hizo en la zona.

Este sitio fue fundado por el coleccionista de arte, César Cervantes, quien ideó este concepto desde hace 4 años para seguir con su vocación de rescate y restauración del legado arquitectónico y artístico de Barragán. Por eso, en Tetetlán todo está perfectamente diseñado y curado para el lugar, desde el interiorismo hasta la comida, los productos orgánicos del mercado, las artesanías, los vinos, cocteles, ¡todo!

La librería es de consulta, así que puedes venir, pedir un café, elegir un libro y leerlo. En la consola de los años 50 puedes reproducir uno de los vinilos de colección que tienen. O tomar algún curso o taller: los jueves tienen clases de pintura, los miércoles clases de yoga, los lunes mercado orgánico.

Y ahora sí, lo sabroso: el restaurante Tetetlán

El 90% de los ingredientes son de origen local, orgánico y de comercio sostenible. Nada hay nada congelado o procesado, cada platillo es preparado al momento. La carne es libre de pastoreo, huevos orgánicos. Además, trabajan con una organización de chinamperos de Xochimilco que les provee de productos frescos diariamente.

El maíz tiene un papel fundamental en la cocina de Tetetlán, pero el menú es variado: hay desde tlayudas con chapulines, hasta pastas y pizzas.El chef del lugar es Gustavo Alonso, quien a sus 33 años ha pasado por dos de las mejores cocinas del país, Pujol y Quintonil.

Recomendaciones del chef de Tetetlán:

  • Carpaccio de Sandía: ¡Es una delicia! Para los veganos esta opción es ideal, carpaccio de sandía, vinagreta de habanero, pepino, aceitunas y queso de cabra.
  • Tlayuda Alfonsina: ¡Uuuuf! Mole, frijolitos, quesillo, cecina, chorizo y chapulines.
  • Huitlacoche rostizado: Huitlacoche acompañado con puré de piña, puré de manzana y holandesa. ¡El puré de piña es suculento!
  • Atl: Mezcal, sal de chapulín y tamarindo
  • Rosa Rolanda: Vodka de rosas, frutos rojos y agua mineral
  • Pulque Alegría: Cacao, amaranto y canela

¿Te lanzarás a conocerlo? ¡Cuéntanos en los comentarios!

Dirección: Av. de Las Fuentes 180 – B, Jardines del Pedregal, Álvaro Obregón, CDMX
Servicio a domicilio: no
Horarios: lun-dom: 7:30 a 23:30 h
Cuánto: $500, promedio; formas de pago: efectivo y tarjetas
Accesibilidad: no
Pet-friendly:
Reservación: recomendable, al 5556685327 / 5556685335