Comer al aire libre es lo de hoy. Pero la experiencia es suprema si el restaurante es un jardín grandote, rodeado de bosque, cerca de la montaña y bajo un cielo despejado que deja ver las estrellas en la noche, con la fogata encendida. Selva Negra Ajusco tiene todo esto, además de pizzas sabrositas, y es uno de los restaurantes al aire libre en CDMX más valiosos que hemos descubierto.

Es un negocio familiar, a cargo de Emiliano Cruz, y abrió hace poco con una oferta muy chula: pizzas a la leña, cervezas artesanales, vinos, coctelitos, panadería artesanal, fogatas –con bombones, obvio–, teepees para hacer picnics más íntimos y haaarto espacio verde, para que los perritos corran, los niños jueguen (sí, es pet-friendly y kid-friendly) y se conserve la sana distancia, por supuesto.

Pizzas delgaditas, crujientes y abundantes

Aunque también hay hamburguesas (gorditas y caseras) y tablas de carnes frías con quesos, la especialidad de Selva Negra Ajusco son las pizzas a la leña. La masa es delgada y doblemente crujiente (cada pizza tiene doble horneado, por ambos lados para que se dore parejo); la mezcla de quesos es muy rica y la abundancia se deja sentir (¡le ponen un montón de ingredientes!). Además, el saborcito a humo que se impregna en la masa es delicioso.

Selva Negra Ajusco
Pizza “De la montaña”. Foto: Leo Pérez / Chilango

Recomendación: la “Pico del Águila”, con minialbóndigas, pepperoni, aceitunas, jalapeño, cebollita morada, pimientos y champiñones; o la “De la montaña”, con arrachera y chorizo. Una pizzita alcanza para que coman dos o tres personas (¡dejen espacio para el postre!).

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Lo curioso es que las pizzas se hornean en un archivero. Ajá, el horno es un viejo archivero que modificaron para convertirlo en horno de leña. De hecho, todo el mobiliario de Selva Negra es creación de Jerónimo González, diseñador industrial y tío de Emiliano, quien recicló y transformó un montón de muebles –desde archiveros hasta anaqueles– que sobraron de la anterior tienda deportiva que la familia mantuvo en Acapulco durante algunos años.

Las chelas del barrio en Selva Negra Ajusco

Por supuesto que tienen las chelas que ya conoces, pero mejor prueben unas artesanales hechas ahí mero en el Ajusco: Cerveza Cervantes y Xitle (en honor al volcán extinto que, por cierto, puedes visitar en una hermosa caminata antes de caerle a comer a Selva Negra). Tienen pale ale, brown ale, porter y otros estilos que van sacando por temporadas. 

Si se te antoja –seguro que sí–, hay mezcal artesanal que traen desde Puerto Escondido (El Matador), vinos (aunque su selección está limitada) y coctelitos clásicos (ya sabes: cuba, paloma, clericot, etc.). ¡Ah! A veces también hay pulque; no está en la carta, así que pregunta por él.

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Noche de fogatas, bombones y estrellas

¡Ojo! Estamos en Santo Tomás Ajusco, macizo montañoso, parte del Eje Neovolcánico y zona de pedregal, así que el frío está recio, sobre todo en las tardes y en las noches; así que toma tus precauciones: lleva abrigo y tiempo de sobra para que te quedes a la fogatada. 

Selva Negra Ajusco
Selva Negra. Foto: Leo Pérez / Chilango

La cortesía de Selva Negra es prender una o dos fogatas a eso de las siete de la noche y ofrecer bombones para que los ases a las brasas. Ya cuando oscurece se pone mejor porque prenden las luces entre los árboles y porque alcanzas a ver las estrellas en el cielo abierto. Toda una experiencia campestre en plena Ciudad de México que solo puede mejorar si pides el postre de la casa: una concha a la leña, calientita y rellena de queso y compota de guayaba.

Por cierto, también ofrecen tours de senderismo al Xitle y paquetes para picnics, por si quieres alejarte aún más. Te ponen tu teepee (que incluso decoran con pétalos de rosa), te llevan tus tragos y tu pizza que, además, pueden hacer en forma de corazón. Y si se hace de noche, tienen una cabañita rústica para dos personas ahí mero (y pronto tendrán más). 

Vivan o no en el sur de la ciudad, vale la pena lanzarse a Selva Negra y alejarse de lo de siempre y, sobre todo, de los espacios concurridos. Ya saben, comer al aire libre es lo de hoy.

Selva Negra. Foto: Leo Pérez / Chilango

Selva Negra Ajusco

Dónde: Camino a la Marina, esquina con Héroes de 1910, Samuel Navarro
Horarios: viernes: 15-19 h; sáb-dom: 13-19 h
Cuánto: $$ ($200-$500), formas de pago: efectivo y todas las tarjetas de débito y crédito
Accesibilidad:
Pet-friendly:
Reservación: solo para eventos privados