La cocina de Cerro Viento se inspira en la mezcla de culturas y sabores (principalmente mexicana y española) con técnicas de preparación europeas. El resultado: un menú con platillos para todos los gustos.

El fideo seco de aquí es glorioso porque lo preparan con chorizo al azafrán. También te recomendamos la crema de olivas para los que son fans de las aceitunas y, por supuesto, la sopa de taquitos (que suena a un Inception de comida como la torta de pizza) preparada con consomé de ave, jitomate, vino blanco y taquitos de queso.

Las especialidades de la casa son los medallones de filete sobre glasé balsámico y perejil frito, así como el filete de pescado al azafrán. Aunque los tacos de pavo en escabeche están tan buenos que les vas a querer poner casa.

Una de las ventajas de este lugar es que siempre puedes ordenar la sugerencia del día con la que te garantizamos te llevarás una gratísima sorpresa. De tal suerte que cada visita se puede convertir en una experiencia completamente distinta.

Es muy buen lugar para ir a desayunar. Los huevos se preparan de todas formas: motuleños, toluqueños y otros eños, todos eños muy sabrosos. Los especiales de la casa son meritorios de mención. Bocoles Cerro Viento: gorditas rellenas de huevo revuelto con salsa pasilla (y todos sabemos que el pasilla es el rey de los chiles). También el omelette Cerro Viento: huitlacoche, chicharrón (sí, señores, CHICHARRÓN), queso Oaxaca y aguacate.