Tenemos una visión bastante fija de las cantinas y creo (en mi caso) que es por culpa de las películas de dibujos animados de la Warner. Es que, nos las imaginamos con pianos, espectáculos en vivo, gente jugando cartas y peleas con botellas. No es un lugar agradable. Sin embargo, después de cierta investigación descubrimos que estábamos peligrosamente equivocados y para muestra un botón.

La cantina La Castellana tiene una tradición de más de años complaciendo los paladares de sus clientes, imagínate: más de 4 generaciones pasaron por aquí y las que faltan. Aquí tienen música en vivo desde las 16 h. Un ambiente, ideal para reuniones y grupos grandes que estén listos para pasarla bien. Además (y es la razón de la nota) La Castellana tiene un tremendo buffet que hace palidecer a cualquier otro.

Entre sus manjares destacan la paella, la cochinita pibil, los callos a la madrileña, el chamorro enchilado al horno, las carnitas estilo Michoacán y los medallones de filete. Las contamos porque son las especialidades de la casa y justamente, son los platillos que más rotan en el buffet. El precio es bastante competitivo: 275 pesos y los sábados los niños menores de 8 años comen gratis. Si no te convence nada del buffet, te recomendamos los platillos a la carta, súper ricos y a buen precio.