En la sociedad moderna es difícil crear un efecto de shock en las audiencias. Ya hemos visto y escuchado todo.
Por un lado, los tabúes del sexo fueron rotos por Madonna, mientras que Britney y Christina llevaron la sexualidad a otro nivel con sus videos de principios del 2000. ¿Recuerdan “Dirty” y “I’m a Slave 4 You”? Por el otro, en sus tiempos Marilyn Manson se encargó de escandalizar a los padres de todo el mundo.
Entonces llegó Lady Gaga y mezcló todo lo anterior. Después agregó un extravagante sentido de la moda y una temática de monstruo. El resultado: una estrella pop para la nueva década. Claro que (casi) desnudarse en todas sus presentaciones y los rumores sobre si necesitaba la jarocha le ayudaron bastante.