Es de las canciones chilangas de cajón. En ella, el cronista musical, nuestro querido Chava Flores, nos habla de cómo se vive un sábado cualquiera en esta ciudad. Con musiquita que nos hace mover los hombros, Chava cuenta lo difícil que es moverse en nuestras pobladas calles. Esta canción fue escrita hace varias décadas, pero en pleno siglo XXI, podemos seguir sintiéndonos identificados. El tráfico, las cantinas, los “cabaretes”, Indianilla… todo eso y más, se hace presente en esta pieza de la cultura mexicana.
Estrofa memorable:
Desde las diez ya no hay dónde parar el coche,
ni un ruletero que lo quiera a uno llevar,
llegar al Centro, atravesarlo es un desmoche,
un hormiguero no tiene tanto animal.