En el mundo de la música siempre habrá un enigma que nadie podrá resolver jamás: ¿Por qué algunas bandas despegan rápidamente mientras otras nunca salen del underground? Y es que, mientras algunos afirman que esto se debe a cuestiones monetarias, es decir, promoción, videos, contactos; otros aseguran que no existe una fórmula real para lograr el éxito.
Afortunadamente, hay bandas que no siguen ningún patrón para llegar a donde están y el triunfo que consiguen se debe únicamente a su perseverancia, carisma y, sobre todo, a su talento.
Tal es el caso de Little Jesus, un grupo formado por amigos que decidieron juntarse para hacer lo que más les gusta. Para conocer todo acerca de la trayectoria de esta banda, platicamos con Fernando Bueno, mejor conocido como “Pony”, guitarrista de la banda y Santiago, líder y voz del proyecto.
¿Cómo empezó el proyecto de Little Jesus?
Santiago: Estaba estudiando música y me dieron ganas de hacer algo no tan serio, como canciones pop. Hice las canciones y las empecé a tocar con unos amigos de allá (Boston), pero me tuve que regresar a vivir acá y me junté con mis amigos.
A Truco, el baterista, lo conozco de toda la vida. Tocamos juntos desde los 10 años. Al tecladista lo conocí en un curso de audio hace como 3 años, a Pony lo conocí en la prepa. Teníamos amigos en común y nos íbamos a dar el roll. Y a Medina, el bajista, lo conocí por unos amigos en común que teníamos.
¿Cómo empezaron a componer juntos?
S: Yo tenía unas rolas que ya había hecho con la banda en la que tocaba allá, que eran dos colombianos y un mexicano. Y pues, ésas se las enseñé a ellos para que tocáramos las partes que ya tenía. Las demás fueron de los ensayos, que se me ocurría algo y nos juntábamos.
¿Cómo fue que Little Jesus pasó de ser un proyecto de amigos a llevar su nombre a todos lados?
Pony: Fue el proceso normal. Empezamos a tocar y grabamos algo, ya que teníamos la rola, Lalo (Rojas) que es nuestro amigo, nos dijo que deberíamos mandarla a la radio o subirla a internet, porque íbamos a tocar en la Estela de Luz y nadie nos conocía. Entonces, una semana antes de que tocáramos, la subimos a internet y Lalo la roló en la radio y ¡pum! todo mundo nos empezó a conocer, nos empezaron a invitar a más lugares a tocar y siempre decíamos que sí.
¿Por qué creen que ocurrió este ‘boom’ inmediato con ustedes?
S: Son varios factores. Uno, obviamente está súper trillado esto, pero: estar en el momento correcto, en el lugar correcto, es uno de ellos. El otro, sin querer sonar ‘acá’, la rola con la que salimos estaba muy chida. Es mi favorita de la que hemos hecho. Entonces: la rola estaba bien y estábamos en lugar correcto, en el momento correcto. Además, tocamos donde sea. Pero neta donde sea. Si nos invitaban a una cosa tocábamos, que en El Imperial a abrirla a Chris Cohen, vamos. Texcoco, Aragón, Tultitlán, vamos a todos lados y eso como que nos ayudó a hacer la conexión en vivo con la gente.
Fue como dar ese pasito, ¿sabes? Salir a tocar a todos lados y hacerlo siempre por gusto. Sin pensar en el disco. Ni siquiera pensábamos en el disco. Sentíamos la presión de que ‘para ser una banda de verdad’ teníamos que tener un disco, pero en realidad, no teníamos ni pensado sacarlo y decíamos: ‘Ah, sí, el disco…en marzo’ (risas) Pero sólo estábamos tocando porque nos divertíamos.
¿Sienten que esto los ayudó a , de alguna forma, ‘consagrarse’ en la escena?
S: Pues más bien fue algo muy natural. No fue tan planeado. Nuestra primera tocada fue en julio del 2012 en El Imperial. Le abrimos a Matilda Manzana. Tocamos como 5 rolas que eran las que ya tenía hechas. Después de esa tocada nos dimos cuenta de que estaba chido y nos metimos al estudio en agosto a hacer cinco rolas de jalón que eran: ‘Berlín’, ‘Químicos’, ‘Sube y Baja’, ‘Color’ y otra en inglés que se llama ‘Go’ que ya desapareció. Y teníamos planeado tenerlas porque eran las que habíamos ensayado y queríamos que hubiera un registro de ese verano chido en el que estuvimos tocando. Ese año no volvimos a tocar como hasta diciembre.
Ya en 2013, fue cuando empezamos a tocar, tocar, tocar. Y nos dieron ganas de hacer un disco porque también estaba chido, entonces con el curso natural de los ensayos, empezamos a sacar rolas. Entonces, cada vez que podíamos, nos metíamos al estudio y tocábamos, ¿sabes? Pero nunca nos presionamos por grabar, ni nada. De hecho grabábamos las baterías de una rola en febrero, y terminábamos de grabar en agosto. Como bien relajado el proceso.
Cuando finalmente sacan el disco, éste fue muy celebrado por todos y sonaba en todos lados, ¿cómo les cayó la noticia?
P: Fue una semana loca, porque aparte fue un rush bien cabrón. Teníamos ya unas rolas grabadas de hace un chingo y dos semanas antes, decidimos sacarlo. Fue un rush de afinar todos los detalles, ver cómo íbamos a hacer el arte y pues teníamos toda esa onda de venir tocando. Queríamos sacarlo ya.
S: Pensamos: ‘Norte es este año’.
P: Y ya, total. Hicimos una página en internet… (risas)
S: Es que el proceso estuvo muy loco. En serio fue algo así como increíble. Estábamos “Pony”, un amigo y yo en su casa, echando las chelas. Y de repente nos vemos y decimos: Oye, ¿y si sacamos el disco? Sí, estaría chido ¡Hay que sacarlo! Y ya en el chat de la banda que tenemos en WhatsApp empezamos a hablar: “¿Oigan locos y si sacamos el disco?“ Y todos así de: ‘Sí, ya. Hay que sacarlo.” No importa que sea a finales.
P: Porque mucha gente nos decía “mejor espérense y lo sacan el otro año”.
S: Sí, nos decían que nos esperáramos a febrero. Pero dijimos “no, ya, ya quiero que la gente lo escuche”. Pero estuvo cabrón porque a dos canciones les faltaba la letra. A una que se llama “Truco” en vivo siempre le cambiamos la letra, cantaba cualquier cosa que se me ocurría. Entonces faltaba terminar de grabarla, faltaban las voces de otra que se llama “Pesadilla”, faltaban mezclar como tres canciones y masterizar todo el disco. Era 15 de noviembre y esto tenía que salir el 28 de noviembre, tentativamente.
Hicimos junta con el hermano de “Pony” que es el que hace el arte. Improvisamos algo y empezó a darle. Mientras nos mandamos mails con el de las mezclas y le dijimos: Hey, ya terminamos de grabar las voces, ¿te las mando?. “Sí. ahuevo, ¿para cuándo las quieren, una semana? ¡Va!” Pero se iba a ir de viaje, entonces nos dice: “las tengo que terminar mañana”. En una noche mezcló las canciones, me las mandó terminadas. Y luego se las mandamos al ingeniero de remasterización. Y al final todo quedó listo el 1 de diciembre.
Salió el disco y todos estábamos en este estado de apuro porque todo lo hicimos a las carreras y no tuvimos tiempo de pensar cómo iba a ser la recepción de la gente, ni nada. Me acuerdo que yo veía la página, esperando que lo lanzáramos.
Y fue ahí cuando ya nos dimos cuenta de que esta banda ya hizo que la banda sea más real, ¿no sientes, ‘Pony’?
P: Sí, le da como más formalidad. Como que ahora sí te la crees.
S: Más por la reacción de la gente que es la que ya te escuchaba. Subieron el disco a muchos portales y hasta la gente pensaba que habíamos pagado para subirla al portal y así.
Así como fue muy celebrado, tuvieron que lidiar con los clásicos haters, ¿esto les afecta de alguna forma?
S: No, cuando se nota que es por puro hate, ¿sabes? Mucho de lo que nos tiran es de algunos vatos que se creen muy ‘hipster run off’, hablando de que somos de la escena y que somos de contactos y que sólo por eso lo metieron en las listas.
Otro hate que sí me afecta es cuando hablan de la música. Cuando dicen: “canta horrible ese wey”. Aunque…. no me afecta tal cual. Más bien cuando son críticas constructivas, pues sí las tomo en cuenta, pero y ya. Tampoco los halagos nos importan mucho.
Justo eso les iba a preguntar: Sale el disco y todo mundo los halaga y les ponen títulos como ‘la nueva promesa’, ¿qué tan cómodos o incómodos se sienten con eso?
S: Por ejemplo, ahorita que ya sacamos el disco, ya siento que el siguiente disco sí tiene que ser más pensado y estar muy chido. Todo esto no significa nada, es como energía potencial. necesitamos sacar otro disco que esté muy chido para que todo esto de lo que han hablado las listas tenga resultados, sino se ve a a quedar como un espejismo. No nos afecta en el día a día, pero sí, tenemos ganas de que esto sea verdad y queremos que nuestro próximo disco sí esté chido.
Están a punto de poder presumir que estarán en el Vive Latino compartiendo con grandes bandas, ¿cómo se sienten al respecto?
P: La neta yo nunca he ido al Vive Latino. Va a ser mi primera vez y va a ser tocando. Pero, sí es el festival más importante que existe de música iberoamericana. Y está muy chido que nos tomen en cuenta, ¿sabes? Desde morro ves videos en Telehit de bandas tocando ahí y tú quieres estar ahí.
S: Sí lo tachamos de la lista de las cosas que queríamos hacer. Es un objetivo al que todas las bandas mexicanas aspiran a estar ahí y cuando pase va a estar muuy chido. Prepárense que habrá contacto extraterrestre.