Por Cultura UNAM
Imagínate si tuvieras el DeLorean de Back to the Future o la máquina del tiempo del libro H. G. Wells y que esto te diera la oportunidad de viajar en el tiempo, pero con una condición: solo puedes modificar un evento. Uno, no hay más. ¿Salvarías a alguien querido o evitarías ese mensaje por WhatsApp que acabó con tu relación? Esa es la premisa que da vida a la obra Nosotros íbamos a cambiar el mundo, la nueva apuesta de Teatro UNAM que llega al Teatro Santa Catarina para sacudirnos con una mezcla de ciencia ficción, humor ácido y nostalgia de la que te agarra desprevenido.
Escrita por José Emilio Hernández y dirigida por David Jiménez Sánchez, esta puesta en escena unipersonal está protagonizada por Luis Eduardo Yee, quien nos lleva de la mano por un viaje emocional que transita entre el amor, el caos y la posibilidad de reescribir el tiempo. La obra se convierte en una especie de espejo distorsionado del presente, donde lo íntimo y lo colectivo se entrelazan.

¿De qué va la obra Nosotros íbamos a cambiar al mundo?
Todo arranca en un escenario con tintes postapocalípticos donde algo definitivamente salió mal, muy mal. En esta situación dos personas son elegidas para intentar corregir el rumbo, viajando en el tiempo para cambiar un único momento clave. Pero lo que parecía una misión sencilla se va complicando: en siete episodios, la historia salta entre lo absurdo y lo poético, entre lo íntimo y lo catastrófico.
Entre los eventos que visitamos está la desaparición de María tras una discusión, una organización secreta que prácticamente firmó el fin del mundo, la muerte de Jorge Ibargüengoitia en un avión que nunca debió despegar e incluso la aparición de un pato en una cocina oriental. Aunque todo suene caótico, el guion consigue que cada pieza encaje a la perfección como si estuviera predestinada a estar en ese preciso lugar. El caos, aquí, no es ruido: es emoción pura.
Lo más refrescante de esta obra es que incursiona en la ciencia ficción desde otra trinchera, nada de láseres ni trajes futuristas, simplemente una escenografía reciclada de otras producciones de Teatro UNAM: una tele vieja, un refri oxidado, un trenecito de juguete… objetos cotidianos que se transforman en un universo con estética de barrio y alma distópica.

Y el diseño sonoro se construye de una mezcla entre cumbia, reguetón, corrido tumbado y otros ritmos trabajados digitalmente que nos ayudan a resolver una sola pregunta: ¿cómo suena la ciencia ficción desde México? Y la respuesta es: suena a futuro pero con raíces.
¿Por qué ver Nosotros íbamos a cambiar al mundo?
Luis Eduardo Yee sostiene el escenario por completo y lo habita con diferentes versiones de sí mismo, como si cada recuerdo, cada emoción, cada duda, fueran personajes distintos subiendo y bajando de un mismo tren. No se necesita más elenco: el viaje es interno, emocional, colectivo.
La pieza se construye con una buenas dosis de ese humor que aparece cuando ya no queda de otra más que reír. Hay amor, de ese que resiste, aunque el mundo se esté cayendo a pedazos. Y hay preguntas, muchas, porque Nosotros íbamos a cambiar el mundo no busca dar respuestas, más bien, deja la duda plantada como una semilla incómoda pero necesaria.
La temporada va del 24 de abril al 8 de junio en el Teatro Santa Catarina, ubicado en el corazón de Coyoacán. Las funciones son los jueves y viernes a las 20:00 horas, sábados a las 19:00 horas y domingos a las 18:00 horas. No habrá funciones los días 1, 10 y 15 de mayo.
Boletos en: https://teatrounam.com.mx/teatro/entradasteatro/nosotros-ibamos-a-cambiar-el-mundo/

- Cuándo: del 24 de abril al 8 de junio de 2025
- Horario: jueves y viernes 20:00 horas; sábados 19:00 horas y domingos 18:00 horas
- Dónde: Teatro Santa Catarina, Coyoacán
- Entrada: $150 por persona