Desde el espacio exterior, llega Manuel Ahumada al Museo del Estanquillo

“En un lugar del D.F. cuyo nombre no quiero recordar…” así inicia la vida y obra de Manuel Ahumada, ilustre caricaturista chilango y artista plástico que no solo plasmó en los periódicos sus cartones políticos y sociales; sino que también pintó, esculpió y creó un espacio exterior que se encuentra en cada rinconcito de la enorme CDMX.

¿Ya conoces su obra? Si no es así, te recomendamos que te pongas un casco de astronauta y cheques toda la información que traemos para ti sobre la muestra de Manuel Ahumada en el Museo del Estanquillo, llamada Del espacio exterior al circuito interior.

Manuel Ahumada: Del espacio exterior al circuito interior

Ahumada no era un simple monero, era un astronauta de la CDMX. Aunque fue oriundo de la ciudad y era chilango, para él, esta era otro planeta. Plasmó esta idea en sus caricaturas, pinturas, juguetes que hacía con objetos raros y el personaje del Ánimas, con el que contó varias historias que se encontraban escondidas por sus expediciones por la ciudad.

En el 2022, la viuda de Manuel Ahumada, Jaquelín Valadez Pastor, donó alrededor de 1566 cartones. Este 2024, en el que se cumplen 10 años de la muerte del cartonista, en el Museo del Estanquillo se abrió una muestra con 164 piezas entre cartones, historietas, dibujos, pinturas al óleo y pequeñas esculturas que Ahumada llama “sus juguetes”.

La curaduría corre a cargo de Rafael Barajas, mejor conocido como El Fisgón. Ojo, te recomendamos llevar un casco de astronauta, porque la obra de Ahumada es para exploradores de este planeta llamado chilangolandia.

Caricaturas y cartones

La exposición aborda todas las facetas del melancólico e ingenioso Manuel Ahumada. Por ejemplo, aquí encontrarás la caricatura de un astronauta tratando de comer un taco de pastor en el espacio. ¿Te imaginas la desesperación de querer probar esta delicia culinaria? También en sus cartones abordó temas como la muerte, la melancolía y la nostalgia, mostrando a la muerte escondida y asomada en rincones de la CDMX.

Como caricaturista también explotó sus críticas hacia la política mexicana y al adoctrinamiento religioso.

Pinturas y juguetes

Hacia el final de sus años, Ahumada exploró la pintura al óleo, donde plasmó una visión ensoñadora pero triste. Por ejemplo, aquí encontrarás cuadros como un ángel tomando el café de la mañana (un café preparado con las estrellas y galaxias) o la CDMX como escenario bizarro de las excursiones de demonios.

Lo que más tomará tu atención son los juguetes de Ahumada. Se trata de pequeñas figuras que él realizaba a partir de objetos cotidianos como ratoneras, planchas, cajas de galletas y más, en los que colocaba pequeños exploradores, personajes atrapados y hasta cajitas de música. Todo, para demostrar que él era un astronauta, porque la CDMX era otro planeta.