Gallo Molina, como muchos otros, a sus 27 años se dio cuenta de que no había logrado lo mismo que Kurt Cobain o Amy Winehouse.
A raíz de ese pensamiento, Gallo comienza a escribir su novela “Mientras viva en la tierra”, en donde un jóven de 27 años se encuentra desamparado porque cree que su vida ha sido totalmente inútil. El manuscrito posteriormente ganaría el Premio Bellas Artes Juan Rulfo para Primera Novela 2023, y sería publicado por el Fondo de Cultura Económica en enero de este año. Nos concedió una entrevista para platicar sobre este libro y su tema tan universal: la crisis de los 27 años.
Gallo es escritor, copywriter y guionista. Estudió Comunicación Social en la Universidad Autónoma de Yucatán. Ha escrito para shows de comedia de HBO y NBC, además de colaborar como analista en Paramount.

Cuéntanos más sobre Lucas, este personaje que parece ser un modelo para todos los jóvenes de su generación. ¿De dónde surgió?
Lucas como personaje fue de lo más complicado de escribir en la novela, porque precisamente yo no quería que fuera una novela autobiográfica, aunque claramente se basa en muchas cosas que he vivido o he pensado. Fue difícil separar la parte autobiográfica con la ficcional. Para ello me ayudaron dos personas, una fue David Loria, doctor en Letras, y otra persona fue Jaime Mesa, que es escritor. Con sus consejos y su visión, me ayudaron a separar y construir al personaje, que a sus 27 años vivió básicamente las mismas crisis que yo y a desarrollar su propia fijación con el club de los 27.
Porque, a pesar de que es un tema que me interesaba mucho, no soy fan de los miembros del club. Por ejemplo, Nirvana es una banda que a mí en lo personal no me gusta, aunque puedo verla de lejos y entender el fenómeno que fue. Quería también que fuera un personaje con el que básicamente cualquier persona en sus veintes pudiera identificarse.

¿Por qué decidiste incluir el concepto del club de los 27?
Eso justamente viene, y la intención general de la novela es, que cuando yo cumplí 27 estaba pasando por varias de las mismas crisis del personaje: que sientes que estás en un punto de tu vida en el que no eres ni tan joven para estar estudiando, pero tampoco eres tan mayor como para tener tu vida resuelta. Entonces estás ahí como en una especie de limbo en el que parece que no has logrado nada.
Y ahí llegué a la comparación irónica con el club, en donde existen estos personajes que a sus 27 años ya eran la máxima superestrella del mundo y además ya habían experimentado probablemente todo lo que yo no voy a experimentar en 80 años de vida, y sin embargo, se murieron. Entonces, experimenté ese miedo de, ¿qué pasa si te mueres a esa edad y no estás en el lugar que ellos ocupaban?

Reflexionas sobre la banalidad de la fama, porque al final además de la fama ¿qué más tienen estos personajes?, ¿qué tienen de especiales estas personas a las que admiramos?, ¿por qué son diferentes a los demás? ¿Encontraste alguna respuesta al escribir tu libro?
Cuando veo a cualquier celebridad que admiro, siempre intento pensar que es una persona. Es un ser humano y le pasan por la cabeza muchas cosas que a mí también. Y creo que han pasado dos fenómenos. Primero, creo que antes las personas que admirabas podían tomarse muchas más libertades porque no existía el Internet ni las redes sociales.
Y segundo creo también que se ha vuelto un poco enfermizo el estar persiguiendo personas para ver precisamente en qué fallan. Obviamente sin justificar las cosas en las que claramente han errrado muchas personas y son actos condenables. Pero creo que después del proceso del libro concluí que lo mejor es no tener ídolos como tal. Y por eso el primer capítulo se llama No tengas ídolos.
Durante el proceso de escritura también me propuse otra cosa, que podría sonar un poco tonta, pero decidí que ya no le pediría fotos a ningún famoso, porque ¿de qué me sirve esa foto luego? creo que hay una persecución enfermiza de “necesito tener la foto con esta persona” pero ya parece más un objeto que la persona, porque a veces la gente ni siquiera la saluda o ni siquiera le dice cosas como “me inspiras o me gustó esto que hiciste”. Se vuelve un fenómeno de mucha inmediatez, porque nada más es tener la foto para publicarla después.
¿Por qué te pareció importante contar la historia de una persona que, como él mismo dice, nunca apareció jamás en Wikipedia?
Estamos acostumbrados a leer o consumir contenidos que siempre tienen que ver con cuestiones extremadamente llamativas: escándalos sexuales, narcos, o crimen. Creemos que eso va a valer la pena para pagar el boleto. Y la respuesta que encontré es que precisamente las personas que no tienen vidas particularmente interesantes, tienen reflexiones interesantes.
Uno puede escribir sobre lo que sea y depende de cómo lo escriba, es si será entretenido o interesante. Hay muchas novelas o series con elementos que tendrían que llamar la atención y sin embargo son aburridas porque les falta alma a los proyectos o les falta corazón.
En una parte escribes, morir en la era del internet es tan importante como un meme de perritos, ¿qué reflexión sacaste acerca del internet y las redes sociales y cómo nos hacen sentir solitarios?
La información que se maneja en Twitter o en Instagram es tan rápida que también resulta efímera. Entonces morir joven hoy en día no es lo mismo que antes porque esa noticia se traspapela junto con otras 800 noticias que hay en un día. Entonces creo que también es parte de la liberación de Lucas el hecho de pensar que, si bien pareciera que lo que sucede en el internet es lo más importante por la atención que nos genera, eso lo hace al mismo tiempo lo menos importante.
Lo que quería lograr con esa reflexión era que Lucas pudiera darse cuenta de que importa más la huella que dejas en las personas que te conocen que lo que aparentemente logras apareciendo en internet.
Y mi última pregunta es ¿cuál era el lector ideal para esta novela? ¿Querías transmitirle algo en especial a alguien?
Desde el principio sabía que era una novela dirigida principalmente a gente en sus veintes. La intención es que se trata de una novela que me hubiera gustado leer en ese momento de mi vida. Porque siento que me habría identificado mucho con Lucas y hubiera sido un buen acompañante.
Está dirigida a personas que están en sus veintes y que se sienten igual de confundidos o tristes o que sienten que están en un agujero existencial del cual no logran salir. Pero al parecer, de alguna forma, Lucas ha logrado conectar con muchos tipos de gente y eso me pone muy feliz.
