Arquitectura ecléctica: Confluencia de lenguajes

La Casa Antonieta Rivas Mercado, diseñada y construida entre 1893 y 1897, el Palacio de Correos, la columna de la Independencia son parte de la arquitectura ecléctica.

La arquitectura ecléctica es una corriente que quizás es la más asociada al porfiriato (finales del XIX y principios del XX) y al afán modernizador de la época, es el resultado de la fusión de estilos provenientes de Europa, como el art nouveau, con elementos prehispánicos. Una unión como explica Vides, que perduró hasta la década de los años 1930, pese a los esfuerzos del gobierno de favorecer el estilo neocolonial.

La Casa Antonieta Rivas Mercado, diseñada y construida entre 1893 y 1897 por el arquitecto Antonio Rivas Mercado, en la colonia Guerrero (calle Héroes 45), es uno de los emblemas del estilo. Sus columnas dóricas, robustas, sin adornos y muy propias de la arquitectura griega antigua, se mezclan armónicamente con otros elementos clásicos, como los balaustres renacentistas de la terraza, y con elementos prehispánicos que adornan las pilastras.

A esta conciliación de lenguajes se le suman los azulejos y frisos moriscos que adornan la fachada; el estilo victoriano de las puertas; las ventanas góticas; el pigmento rojizo de los muros exteriores; un complejo sistema diseñado por el mismo arquitecto para absorber el sonido de las lluvias en las láminas metálicas que recubren algunas habitaciones; y más de 50 mil mosaicos encáusticos manufacturados en Inglaterra con 90 diseños diferentes, que aún se preservan en la casa.

Y es que Rivas Mercado, cuya obra más conocida es la Columna de la Independencia, empezó su búsqueda arquitectónica mezclando el estilo morisco con el art nouveau, luego de un viaje a Italia. Su casa –su proyecto más íntimo–, presenció la caída de la dictadura de Díaz y el estallido de la Revolución. Mientras muchas de las viviendas vecinas fueron destruidas, esta sobrevivió e incluso logró contemplar el periodo de la reconstrucción.

En 1935, luego de ser el refugio de la familia, la casa se convirtió en una escuela internado. Hoy, además de ser uno de los grandes legados del porfiriato y de la arquitectura ecléctica, es un museo y centro cultural abierto a las visitas del público.

Foto: Enrique Medina

“Se habla de arquitectura porfiriana como si fuese un estilo en sí mismo, pero en realidad es un guiño a ese periodo histórico en el que hay muchos revivals, mezclas, arquitectos extranjeros muy bien evaluados y que no le temen a la experimentación. Por eso uno de los legados de la época es la arquitectura ecléctica.

El Palacio de Correos, si lo vemos por fuera, puede ser muchas cosas; algunos especialistas dirían que es gótico isabelino, pero en realidad la fachada tiene elementos platerescos, muy propios del siglo XV en España y, por lo mismo, muy propios de Latinoamérica. Pero lo que delata que es del siglo XIX es la presencia del hierro y ciertos elementos decorativos como las lámparas, las escaleras y el elevador”, dice Uriel Vides.

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