#AbramosCancha: Charlyn Corral, la jugadora de oro del futbol mexicano

Charlyn Corral, recién reconocida con el Balón de Oro 2025, es una de las grandes referencias del futbol femenil mexicano.

Antes de ser goleadora, Charlyn Corral fue determinación. A los 13 años, mientras muchas niñas apenas soñaban con jugar futbol, ella rompía un Récord Guinness en el Palacio de los Deportes: 8,671 dominadas continuas durante una hora y 45 minutos, sin que el balón tocara el piso. Aguantó calambres, cansancio y sudor; aprendió a sostener el balón incluso cuando el cuerpo pedía parar. No volvió a intentarlo, pero siempre ha dicho que podría superarlo. Ese dato no es una anécdota: es la primera pista de todo lo que vendría después.

Hoy, esa misma determinación define su carrera. Charlyn Corral, recién reconocida con el Balón de Oro 2025, es una de las grandes referencias del futbol femenil mexicano. Máxima goleadora, líder dentro y fuera de la cancha, futbolista de época. Ha superado los 120 goles en la Liga MX Femenil y con Pachuca encontró el proyecto ideal para potenciar su talento: campeona de liga, eje ofensivo y figura indiscutible. No es una goleadora de rachas; es una jugadora que entiende el gol como oficio.

Por eso, cuando la Selección Nacional de México Femenil debutó en las eliminatorias rumbo al Mundial de 2027 en Brasil, frente a San Vicente y las Granadinas, todo pareció alinearse. Aquella noche, Charlyn marcó siete goles y se adueñó del partido con la naturalidad de quien ha vivido ahí toda la vida. No fue casualidad ni sorpresa: fue la confirmación de una trayectoria construida con paciencia, trabajo y carácter.

Hay partidos que se te quedan tatuados en la memoria. No por el marcador —aunque la noche terminó con una goleada que ya es parte de la historia de la Selección Nacional de México Femenil—, sino por lo que provocan: orgullo, emoción y esa sensación eléctrica de estar viendo la historia en tiempo real. La victoria ante San Vicente y las Granadinas no fue sólo un trámite; fue una declaración de identidad, un “aquí estamos” que retumbó desde Kingstown hasta cualquier lugar donde alguien siguió el partido.

Desde el primer toque quedó claro que México iba a imponer condiciones. La presión alta, la circulación rápida y la libertad ofensiva funcionaron como un engranaje preciso. Cada llegada era una amenaza, cada combinación un destello de intención. Y aunque varias futbolistas brillaron, Corral convirtió el encuentro en su escenario personal. Remates cruzados, definiciones frías, movimientos que anticipaban cada rebote: un repertorio que sólo las grandes ejecutan sin pestañear.

Pero quizá lo más emocionante no es lo que pasó, sino lo que se asoma. México no sólo ganó: mostró madurez, profundidad y un nivel competitivo que ilusiona rumbo al Mundial de 2027 en Brasil. Este equipo ya no juega desde la urgencia de demostrar que pertenece; juega desde la certeza de que puede competir. Hay talento, carácter y referentes que sostienen al grupo cuando importa.

Para Charlyn, esta noche con la Selección Nacional de México es otro capítulo dorado en una historia que empezó mucho antes de los reflectores, cuando el balón no tocaba el piso durante casi dos horas. Para la afición, es una chispa de ilusión necesaria.

No fue una goleada más. Fue una noche en la que México volvió a creer. Y cuando el futbol femenil nos regala momentos así, no queda más que abrir el corazón, levantar la voz y seguir caminando hacia lo que viene. Porque con futbolistas como Charlyn Corral, el presente se disfruta y el futuro se mira de frente.

¡Abramos cancha!

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