Faltan unos días para Navidad y Patricia aún no sabe qué pedirle a Santa o a los Reyes. Mientras la niña de 9 años elige qué quiere, comerciantes, empresas y la industria juguetera viven claroscuros. Están en la mejor temporada para la venta de juguetes, pero la pandemia afectó sus negocios: los más pequeños tienen problemas para sobrevivir, mientras que los grandes prevén una temporada que les permita recuperarse.

Desde hace 24 años, Lorena vende juguetes en el Mercado de Coyoacán. “Empezamos a vender porque aquí conocí a mi marido y, cuando éramos novios, nos traspasaron el local y ya tenía el giro de venta de juguetes”, recuerda.

Este año ha sido muy complicado para Lorena y su familia. “Nos fue mal. No pude trabajar durante cuatro meses. Usamos nuestros ahorros para cubrir los gastos y un asunto de salud de uno de mis hijos. Mi marido trabaja en un local de comida, pero él también estuvo encerrado como dos meses”, relata.

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Aunque el Mercado de Coyoacán —uno de los más tradicionales y concurridos del sur de CDMX— reabrió sus puertas hace más de seis meses, aún no hay muchos clientes “y en lo que menos piensan es en comprar juguetes”, dice Lorena. “Estamos abriendo para sacar los gastos diarios”.

“No vamos a recuperar lo que no pudimos vender. Las ventas no están subiendo para nosotros, al contrario. Solo doy gracias a Dios que tenemos salud y pido que nos dejen trabajar, ya que estamos casi viviendo al día”.

Caer de pie en la pandemia

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Foto: Cuartoscuro.

Contrario a lo que vive Lorena en su local del Mercado de Coyoacán, Alberto Moreno, un comerciante de la zona de la Merced, se ha visto favorecido por la creciente venta de bicicletas.

Alberto cuenta que la pandemia le representó un área de oportunidad. “Somos de los negocios que caímos de pie en la pandemia”, sostiene.

“Contrario a lo que suele pensarse, antes de la pandemia el negocio de las bicicletas no iba en auge. Ya tenía siete años en decadencia. En ese entonces, se vendían alrededor de 3.6 millones de bicis en el país y hace dos años no se llegó ni a 2 millones”, relata.

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Sin embargo, debido a la pandemia, la gente comenzó a buscar opciones para hacer ejercicio o trasladarse de manera más segura y la bici fue una solución.

El éxito de Alberto no fue cuestión de suerte, ya que él pudo subirse a tiempo a tendencias, como el comercio en línea, que se vio favorecido durante el confinamiento y la nueva normalidad.

Hace un par de años, su empresa compró un negocio de comercio electrónico, que además de bicicletas, vendía productos para mascotas, hogar y fitness. “Cuando empezó la pandemia, yo estaba en Taiwán y pude ver cómo se desarrollaba desde antes que llegara a México; después, vi un meme que decía ‘Australia sale de la pandemia y el nuevo papel de baño son las bicicletas’ (haciendo alusión a la alta demanda que tuvo ese producto al inicio de la crisis sanitaria), lo cual me hizo mucho sentido”, explica.

Así que Alberto decidió comprar 400% más de inventario, lo cual hizo que, cuando cerraron las tiendas físicas, él tuviera en línea los productos que ya no se podían encontrar en las tiendas físicas.

“Cuando la gente empezó a comprar más mediante el comercio electrónico, se nos empezaron a agotar los juegos de mesa, los aparatos de ejercicio y las bicicletas. En algunos meses, comparados con 2019, tuvimos ventas por arriba de 700%”, menciona.

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Venta de juguetes cayó 40% en México

Foto: Cuartoscuro.

En términos generales, la industria del juguete en México decreció 40% en lo que va del año, según datos de Miguel Ángel Martín, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (Amiju).

“La parte buena es que las ventas por internet tuvieron un desarrollo impresionante. Hasta 2019, eran de 4 o 5%, en promedio y este año llegaron a 16%”, resalta.

“Esa parte del nicho aumentó durante la pandemia, pero no nos recupera de ninguna manera el total de todos los canales de distribución, como centros comerciales, tiendas o farmacias. Si no hubieran subido las ventas en línea, la caída hubiera sido de ente 55 y 60%”, señala.

La temporada más alta para la industria del juguete en México es entre el 10 de diciembre y el 10 de enero, afirma el también empresario. “Así como los que venden flores, que sus días más altos son el 10 de mayo, el 14 de febrero y el Día de Muertos, nosotros realizamos entre 60 y 65% de la venta de juguetes anual en esta temporada”.

Este viernes 18 de diciembre, se decretó el regreso de CDMX a semáforo rojo justamente hasta el 10 de enero.

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De acuerdo con Miguel Ángel Martín, la caída en la venta de juguetes no solo impactó a los empresarios, sino que también tuvo un efecto emocional en los niños. “Esta pandemia les ha quitado oportunidades de jugar, compartir y disfrutar el placer del juego”, recalca.

Comparado con otros países, México no es un mercado en el que la venta de juguetes represente un negocio grande. Por ejemplo, antes de la pandemia, en Estados Unidos o Inglaterra, el gasto en esos producto era de entre 300 y 400 dólares al año, mientras que en México es de apenas 80 dólares, comenta el presidente de la Amiju.

¿Innovar o morir?

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Foto: Cuartoscuro.

Alfredo Siman es un joven empresario que lleva prácticamente toda su vida cercana al negocio de la venta de juguetes y que ya ha vivido otras crisis, pero dice que la actual es de las más complicadas.

“Lo que sucedió este año cambió la vida de las personas y la industria del juguete que, como otras, se va a tener que adaptar a los comportamientos de los consumidores y los clientes”, expone Alfredo, director de Desarrollo de Negocio de Grupo Juguetron, una de las jugueterías más importantes del país con casi una treintena de tiendas en CDMX.

Aunque cuentan con venta de juguetes en línea desde hace varios años y durante el confinamiento crecieron hasta cuatro dígitos en ese canal de ventas, esa empresa buscó opciones para llevar sus productos a sus clientes de manera más rápida, por lo que se aliaron con empresas especializadas en entrega a domicilio.

“Nos subimos a plataformas como Rappi, Uber Eats, Didi Food y Cornershop, lo que fue un empujón importante e innovador. Fuimos de las primeras marcas que no vendían comida que se subieron a varias de esas plataformas con el fin de ofrecer entregas más rápidas y las personas pudieran recibir su juguete en una hora o menos”, explica.

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Tras la reapertura de actividades y de cara la época navideña, Alfredo asegura que algunas de las tendencias que crecieron durante el confinamiento prevalecen. “Hoy buscan más juegos de mesa, rompecabezas y juegos que sirven para hacer una actividad en casa”.

El cambio en las preferencias de los consumidores hizo que empresas que venden juguetes didácticos tuvieran un crecimiento en sus ventas.

“La marca tuvo un gran impacto este año durante la pandemia, ya que creó una forma para que las familias, niños e individuos pudieran jugar de nuevo; ya sea construyendo juntos o jugando solos para liberarse del estrés”, señala Brenda Liza Quevedo, directora de Marketing en Latinoamérica de Grupo LEGO.

“Esto se debe a varios factores, como que las ventas en línea han crecido, a que los niños están en casa y buscan reemplazar las dinámicas de interacción a través del juego y a que conviven más con sus familiares”, coincide Adrián Romero de Alba, director de Mercadotecnia de Crayola México y Latinoamérica.

Sin estar conscientes de la situación, por ahora, los niños están pensando en escribir su carta a Santa Claus y los Reyes Magos. Patricia aún no sabe qué va a pedir, ella quiere “algo con lo que pueda jugar yo sola en casa y que no sea muy caro, porque donde viven Santa y los Reyes también hay coronavirus”.