El experimento que construye puentes para llevar la ciencia a infancias de Tepito

Entre puestos y sonideros, el proyecto Puentes de 100cia hace del conocimiento científico un juego.

Por: Darian Monroy | Mentoría: Thelma Gómez Durán

“¿Qué seres vivos conocen?” La ingeniera en biotecnología Angelina Vázquez lanza la pregunta. Las seis niñas y niños sentados alrededor de una mesa se apresuran a levantar la mano para responder: “Las plantas”, “los humanos”, “las mascotas”…. Sus voces se abren paso entre “La guaracha sabrosona” que, no muy lejos de aquí, suena a todo volumen.

Angelina muestra un pequeño muñeco de peluche que representa a una levadura: “Este también es un ser vivo pequeñito. Es de ese tamaño porque tiene solo una célula”, explica. Las niñas y los niños se sorprenden. Su asombro aumenta cuando comienzan con el experimento. Frente a cada uno de ellos hay matraces de plástico. 

La biotecnóloga pide a los pequeños científicos mezclar media cucharadita de levadura, tres cuartos de cucharadita de azúcar y un cuarto de taza de agua tibia. Con ayuda de personas voluntarias, colocan un globo en la boca de cada matraz. La expectativa crece.

Matraces con levadura, durante un experimento del taller de ciencia en Tepito. Foto: Darian Monroy

Después de unos minutos, como si se tratara de un acto de magia, los globos comienzan a inflarse, como si alguien invisible los llenara de aire. El responsable, apunta Angelina, es el gas que produce la levadura al “comerse” el azúcar.

Génesis, una niña de ocho años, lanza un grito de sorpresa y emoción cuando el globo de su matraz estalla; se infló tan rápido que explotó causando un sonido seco. Entre risas, la gente  comenta que “huele raro”.  “Es el olor de la levadura”, aclara Angelina. Y también explica que ese pequeño ser vivo es un hongo y, gracias a él, es posible tener alimentos como el pan. Para cerrar el taller, Angelina invita a las niñas y niños a pasar al microscopio para mirar a la “levadura” en caja de Petri, mientras les reparte panes de dulce. 

Kiriam observa la célula de la levadura, a través del microscopio. Foto: Darian Monroy

Esta tarde de domingo, la ciencia se hizo presente en Tepito, un barrio conocido por albergar uno de los más grandes y emblemáticos mercados ambulantes de la Ciudad de México. Ahí, entre puestos y sonideros, desde hace dos años, la iniciativa Puentes de 100cia hace del conocimiento científico un juego.

Angelina Vázquez comenta que cambiar la narrativa que se muestra en las noticias o en el imaginario colectivo sobre Tepito, como un lugar violento e inseguro, no es tarea fácil.  Con el proyecto Puentes de 100cia, ella busca mostrar y desatar otras historias sobre Tepito y sus habitantes.

Tepito, un lugar para compartir la ciencia

Puentes de 100cia es un proyecto fundado en 2022 por Angelina Vázquez Cortes, ingeniera en biotecnología de 28 años. Durante sus estudios, la egresada del Instituto Politécnico Nacional (IPN) se percató de que “el conocimiento no es para todos. Se nota mucho la brecha… Por ejemplo, mi mamá no sabía qué era la biotecnología”.

Angelina Vázquez explica el principio de Bernoulli a Diego Silva. Foto: Darian Monroy

¿Cómo romper la brecha del conocimiento? ¿Cómo lograr que la ciencia sea accesible a más personas? Angelina traía esas preguntas en la mente, también tenía la intención de “generar un pequeño cambio o crear un sentido de comunidad…  No tenía un plan fijo, sólo sabía que quería hacerlo”. 

La ingeniera en biotecnología encontró algunas respuestas a sus preguntas en una exposición sobre el Taller Libre de Tepito del Arte del Calzado (TLITEACAL), que se presentó en el Centro Nacional de las Artes (CENART). Ahí conoció el trabajo realizado por el zapatero y promotor de cultura local Luis Arévalo Venegas; eso la inspiró a decidir que Tepito era el lugar ideal para dar vida a su proyecto: “Me llamó mucho la atención la comunidad que (ahí) se formaba”.

Angelina comenzó a visitar Tepito para explorar si existía interés en que se impartieran, en forma gratuita, talleres de ciencia a niñas y niños. Lourdes Arévalo Anaya, coordinadora del Foro Cultural Martes de Arte en Tepito, le ofreció ese espacio para albergar al proyecto que, para entonces, ya tenía nombre: Puentes de 100cia. 

“Este espacio es cultural”, con esta frase, el Foro Martes de Arte en Tepito da la bienvenida a la comunidad de Puentes de 100ciencia. Foto: Darian Monroy

El proyecto se consolidó en 2023 al contar con dos sedes principales. Los talleres se imparten los viernes (de 16:00 a 18:00 horas) en la Casa de las Mercedes, y los domingos (de 14:00 a 16:00 horas), en el Foro Martes de Arte en Tepito.

Para Angelina, una de las virtudes de los talleres es su adaptabilidad: “Nosotros nos adentramos en el espacio de los niños”.

Descubrir la ciencia en la cotidianidad

Entre los números 108 y 116 del Eje 1 Oriente, en la delegación Cuauhtémoc, se encuentra  el Foro Cultural Martes de Arte en Tepito. Su entrada apenas y se mira entre los comercios y el bullicio de los vendedores; las bocinas de una chelería llenan la atmósfera con los ritmos de cumbias, salsas, corridos y la tambora de la música de banda.

Poco después de las dos de la tarde, niñas y niños comienzan a llegar al foro. Dereck Mendoza, de once años, llega corriendo. Él ayuda a su mamá a vender “gorditas, flautas y, a veces, quesadillas” en un puesto ubicado muy cerca de la Telesecundaria 91. Él empezó asistir a los talleres de Puentes de 100cia desde hace año y medio. Su amigo, lo invitó: “Me convenció porque desde un inicio, yo quería aprender y ver más cosas”.

Wendy, de 5 años, descubre el principio de Bernoulli. Foto: Darian Monroy

Angelina comenta que en cada taller busca mostrar que la ciencia está presente en la cotidianidad, que es posible acercarse a ella y entenderla con herramientas que están al alcance de todos. En cada actividad, ella  ofrece una explicación simple y breve, para captar la atención de los asistentes. 

En el mundo del comercio, Anngelina notó que “todo pasa muy rápido”, por lo que niñas y niños son “muy movidos e independientes”. Para la mayoría los talleres de Puentes de 100cia representan su primer contacto con el mundo científico. Diego Silva, de nueve años, no duda en animar a otros niños a que asistan: “Es muy divertido, aquí pueden aprender mucho y hacer cosas de ciencia para que, cuando sean grandes, puedan abrir su taller”.

Diego Silva experimenta con el principio de Bernoulli, durante el taller de ciencia. Foto: Darian Monroy

Los talleres de Puentes de 100cia abordan  temas relacionados con química, física y biología, pero eso no implica que se cierre a otras disciplinas: “Me gustaría mucho explorar el área de comunicación, que entrevisten gente, porque son niños y niñas que tienen una habilidad para la palabra”, comenta Angelina.

Génesis, por ejemplo, ha asistido desde el 2023. Su mamá tiene un puesto de bisutería y perforaciones justo en la entrada del Foro Cultural. Al finalizar el taller, busca a Angelina para que le ayude a grabar videos cortos en donde repite lo que aprendió.

Génesis y Angelina graban lo aprendido durante el taller de ciencia en Tepito. Foto: Darian Monroy

La ciencia de unir voluntades

En febrero de 2025, Puentes de 100cia fue uno de los proyectos seleccionados para recibir incentivos del programa “Colectividades culturales comunitarias”, de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México. Gracias a eso, Angelina ha podido mejorar la estructura de los talleres y tener garantizada su realización hasta septiembre de 2025.

La difusión del proyecto en redes sociales también ha sido crucial para que otras personas se sumen a la iniciativa. Por ejemplo, Alfonso Garay, de 37 años, se convirtió en voluntario de Puentes de 100cia, después de ver un video de Angelina en TikTok: “Vi los videos de Angie y ahí fue como la contacté.  Le dije: ‘Oye, tengo un proyecto de LEGO que está dirigido a infancias, está enfocado a esta parte de la creatividad, de la ciencia.'”.

Niñas y niños construyen aviones con Legos, durante el taller “Puentes de 100ciencia”. Foto: Darian Monroy

El proyecto, además, cuenta con la colaboración de personas que donan materiales educativos o realizan aportaciones en GoFundMe, plataforma de recaudación de donaciones y financiamiento colectivo para  organizaciones sin fines de lucro. Todo ello permite que los materiales de los talleres de Puentes de 100cia sean proporcionados a los asistentes en forma gratuita. 

En uno de los talleres, mientras exploran el Principio de Bernoulli —que explica cómo un fluido (como el aire o el agua) disminuye su presión al acelerarse y la aumenta al ir más lento—, niñas y  niños anotan la metodología y pasan rápidamente a la acción. 

Primero cortan una hoja de papel en círculo y luego una parte a la mitad para formar un cono; le pegan un popote debajo de la punta y lo acoplan para hacer volar una bola de unicel. Al terminar, se dirigen a un módulo interactivo para comprender mejor este principio y responder a la pregunta: “¿Por qué vuelan los aviones?”. Además, construyen su propia versión de un avión usando piezas de LEGO.

Eitan muestra orgulloso su avión de Lego. Foto: Darian Monroy

Angelina Vázquez destaca que los objetivos que la llevaron a crear Puentes de 100cia se van cumpliendo.

Además de compartir el conocimiento científico, los talleres también se están insertando en la comunidad: “Cuando hay sonideros, durante alguna posada,  cumpleaños o festejo, a mí me hacen sentir en comunidad y creo que eso es algo muy difícil de encontrar en la Ciudad de México”.

Y eso es evidente este domingo de taller, en el Foro Cultural Martes de Arte en Tepito. Hoy varios colectivos se reunieron en el lugar, entre ellos las “Musas Sonideras”. Mientras un sonidero envía saludos y felicitaciones por el cumpleaños del “Tarántula”, y la gente baila al ritmo de cumbias, las niñas y los  niños se acercan curiosos al microscopio para observar muestras de levadura, otros toman el taller que imparte la artista “Cara de Fieltro”, Karen Landa, para crear un pez con fibras de lana y aguja.

La jornada culminó con la alegría compartida de un pastel de chocolate, que se distribuye entre niñas, niños y voluntarios de Puentes de 100cia. El pastel es para celebrar el cumpleaños de Angelina Vázquez.

Si te interesa conocer más sobre Puentes de 100cia o apoyar el proyecto —ya sea con donaciones, como voluntario o simplemente compartiendo su labor en redes sociales— puedes seguirlos en:

*Este trabajo fue realizado sin fines de lucro para la Unidad de Investigaciones Periodísticas (UIP) de la Coordinación de Difusión Cultural UNAM, y publicado originalmente en la plataforma Corriente Alterna. Queda prohibida su reproducción total o parcial sin autorización previa de la UIP.


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