Durante cinco años, Ariel y su Venadito Son han cantado sones, huapangos y música tradicional mexicana enalteciendo las lenguas originarias de nuestro país. Ariel Serrano es una mujer trans que ha conquistado espacios con su talento y voz. “He cantado en zapoteco, mixteco, náhuatl, purépecha, pero hay tantos más que me gustaría explorar… tan solo en México se hablan 68 lenguas originarias”. Cuenta que su inspiración viene de Oaxaca.

Su orgullo por sus raíces también define su presente: “Mi lucha por ser escuchada cantando en mixteco o zapoteco convive también con mi lucha por ser una morra trans en un país transfóbico. El solo hecho de vivirme mujer y trans es algo político, que me hace de alguna manera ‘rebelde’, ya que nuestra misma existencia es algo arriesgado”.

Donde más resistencia encontró al principio fue en espacios LGBTTTQ+: a la hora de subir al escenario le pedían un acto llamativo, incluso algún show con tintes teatrales. “Llevo algunos años en este camino y desde que empecé creo que existe un cambio positivo”, comenta Ari al recordar que la comunidad de cantantes tradicionales en Oaxaca la recibió con respeto, apoyo y cariño. Nunca pensó que serían un público más amable que la propia comunidad LGBTTTIQA+

Este proceso no sucedió de la noche a la mañana. La cantante siempre se mantuvo firme en sus convicciones: “El arte y la cultura son revolucionarios; pueden cambiar formas de pensar, pueden borrar la ignorancia y provocar muchos cambios positivos en la sociedad”.

Sus palabras cobran fuerza activista sobre los vínculos dentro de la comunidad LGBTTTIQA+: “La visibilidad en la comunidad también debe venir desde dentro; nuestras propias poblaciones deben apoyarse para que podamos demostrar esto al mundo, a las futuras generaciones”. Y su activismo también se hermana sororamente con la lucha feminista: “`Será´ es mi un nuevo sencillo y habla acerca de romper estereotipos y prejuicios, como una especie de anti reggaeton para romper con las narrativas sexistas”

“Mis amigues, mi familia, pensar en el amor como arma contra el odio, me motiva muchísimo; también los abrazos, los afectos, al igual que las mujeres fuertes y poderosas que marcaron mi vida musical, como Lila Downs, Chavela Vargas o Mónica Naranjo”. Dice que son sus fuentes de inspiración.

Y ella misma se vuelve una inspiración cuando revela su secreto como artista: “Nunca pierdan la confianza y seguridad en su arte, aunque todos puedan estar en contra… Si sabes lo que vale tu trabajo, solo mira los sueños que ya pudiste conquistar y con eso es más que suficiente”.

Ariel y su Venadito Son
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Canciones para empoderarse: “Qué sabe nadie“, de Raphael, o “Amor y Lujo“, de Mónica Naranjo.

Para cerrar, échale oído a esta lista de reproducción con 100 canciones orgullosas: