Siempre es una aventura andar por las calles del primer cuadro de nuestra ciudad y seguro te sabes varias de sus calles de memoria. En esta zona de 668 manzanas siempre hay algo que hacer, pero también hay mucho que conocer. Te contamos algunos secretos del Centro Histórico.

Es uno de los centros más emblemáticos y grandes de América Latina. Y no nos sorprende, pues tiene una gran oferta turística con sus mercados, museos, restaurantes, monumentos y tiendas.

Secretos del Centro Histórico

  1. Es Patrimonio Cultural de la Humanidad

Es fácil reconocer que esta zona de la alcaldía Cuauhtémoc está llena de riqueza. Pero el mundo entero también lo sabe, pues el 11 de diciembre de 1987 la Unesco declaró al corazón de la CDMX Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Uno de los secretos del Centro Histórico es que cumple con prácticamente todos los parámetros para ser patrimonio universal. Por ejemplo, posee un importante legado arquitectónico y arqueológico, contiene obras maestras, está directamente asociado con tradiciones, es testigo de un intercambio de influencias considerable, etcétera.

  1. Una zona llena de museos

Este es de los secretos del Centro Histórico que cualquier amante de la cultura agradecerá. Sabemos que la CDMX tiene alrededor de 170 museos. Pero resulta que muchos de ellos están concentrados en esta zona.

Son más de 40 los recintos que puedes visitar caminando. Obviamente, eso te tomaría muchos fines de semana, pero vale la pena. Van desde los clásicos como el Palacio de Bellas Artes, el Munal, el Franz Mayer y el Memoria y Tolerancia, hasta el de Numismática, el del Calzado o el del Perfume.

En esta nota te dejamos un mapa con todos estos sitios.

  1. La casa más antigua

Entre los tesoros secretos del Centro Histórico encontramos la casa más antigua de la CDMX. Está en la calle Manzanares 25, en el barrio La Merced, y cuenta con más de 400 años de existencia.

Estudios del INAH indican que se trata de la vivienda de una familia indígena, que se construyó entre 1580 y 1590. Es la única edificación de esa época que sobrevive hasta nuestros días.

Esta construcción sigue en pie y desde 2018 es un sitio cultural que se dedica a dar clases y talleres para los niños de La Merced, Tepito y Candelaria.

  1. El kilómetro cero de la CDMX

Otro de los secretos del Centro Histórico que pocos conocen es la ubicación del kilómetro cero de la CDMX.

Muchos piensan que se encuentra en uno de los extremos de la Capital Metropolitana. Otros dicen que es la Puerta Mariana del Palacio Nacional o en el viejo casco de la ciudad, cerca de la Lagunilla.

Pero la verdad fue revelada en 2016, cuando se encontró un decreto presidencial de 1842, firmado por Antonio López de Santa Ana. Ahí, menciona que el kilómetro cero está a 11.8 metros hacia el oeste de la puerta principal del Palacio Nacional.

  1. Los rastros de la Acequia Real

Ya te contamos que la CDMX estaba llena de canales y ríos por los que transitaban canoas. Pero uno de los secretos del Centro Histórico es que aún quedan rastros de lo que fue la Acequia Real.

Este canal era el más importante, por ser el más caudaloso y largo. Entraba por el sur de la Alameda y pasaba por el Hospital Real, el convento de San Francisco y seguía su curso hasta la Plaza Mayor para unirse con el Canal de La Viga.

Basta con que observes la actual calle de Roldán, que tiene un trazo irregular porque por ahí pasaba la Acequia Real. Además, en algunos puntos puedes observar letreros del nombre que tuvo durante muchos años: Calle del Embarcadero.

  1. La inundación que duró cinco años

Este es de los secretos del Centro Histórico que todos deberíamos conocer. Y más porque en la esquina de Madero y Motolinia hay una cabeza de león que llama la atención.

Se trata del único vestigio de la inundación que azotó a la Nueva España en septiembre de 1629. El nivel del agua alcanzó un poco más de dos metros y dejó a la ciudad inundada de 1629 a 1634.

¿Y qué tiene que ver la cabeza de león? Pues resulta que no es un adorno, si no una marca que indica hasta dónde llegó el nivel del agua durante aquella inundación.

  1. La calle más antigua

¿Sabías que Tacuba es la calle chilanga más antigua?

Fue construida desde tiempos de los mexicas, medía ocho kilómetros y era una vía comercial. Es importante mencionar que en la actualidad se extiende a Avenida Hidalgo, Puente de Alvarado y Ribera de San Cosme.

Es una vía llena de historia; por ejemplo, por aquí se retiraron las tropas de Cortés durante la conocida Noche Triste. Además, alberga varios edificios coloniales y del porfiriato de gran importancia, como el Palacio de Correos, el Palacio de Minería y el Munal.

  1. Los nombres de las calles

Al ser una zona tan antigua, es normal que los nombres de las calles del Centro se hayan modificado con los años. Y con estos secretos del Centro Histórico te revelamos el pasado de alguna de ellas.

Hay un montón de vías que llevan el nombre de algún país. Esto se debe a que para el centenario de la Independencia, José Vasconcelos propuso nombrar calles como agradecimiento a aquellas naciones que reconocieron al gobierno revolucionario de México con la Constitución de 1917.

  1. Negocios centenarios

Muchos de los secretos del Centro Histórico te darán ganas de recorrer las calles de esta zona. Eso sucede con los negocios que ya tienen más de cien años de existencia.

Han sobrevivido a todo (temblores, crisis, inundaciones), pero siguen de pie y ya son una tradición. El más viejo data de 1826; ¿sabes cuál es? Descúbrelo en esta nota, donde te hablamos largo y tendido sobre la historia de lugares como como El Borceguí, la dulcería Celaya, la Camisería Bolívar o el Café de Tacuba.

  1. Los fantasmas del Centro

Al ser una región tan antigua, es común que aquí habiten varios fantasmas y leyendas. Algunos son más populares que otros, como el fantasma de Don Juan Manuel en la calle de Uruguay o la Quemada en la calle de Jesús María.

Sin embargo, hay otras menos famosas como La mujer herrada en la calle de Perú, la embrujada Doña Francisca, Casilda la incendiara o la monja del exconvento de la Concepción. En este artículo puedes darle una leída a todas.

  1. La galería nocturna

Uno de los secretos del Centro Histórico es la existencia de la galería nocturna que alberga más de mil intervenciones urbanas.

¿No la conoces? Apenas se inauguró en 2019 y abarca las calles de Tacuba, 5 de Mayo, Venustiano Carranza, República de Brasil, Allende, Bolívar, Bucareli, Eje 1 Norte y Palma República de Chile.

En ella participaron más de 40 artistas que intervinieron las cortinas de decenas de negocios. La temática de estas obras se alinea con lo que estas calles simbolizan en la historia de la ciudad o de los comercios que representan.

  1. Un paraíso culinario

Ya dijimos que esta zona es rica en cultura, pero también lo es en cuanto a gastronomía. Y es que aquí se concentran una cantidad absurda de fondas, restaurantes y locales dedicados a la comida.

Encuentras desde tacos, platillos tradicionales mexicanos y toda clase de garnachas, hasta comida yucateca, platillos chinos, cocina árabe y más. Obviamente, los chilangos estamos muy amarrados a los clásicos.

En la zona existen restaurantes muy antiguos, como La Hostería de Santo Domingo, el Café de Tacuba, la Casa de los Azulejos o la Ópera.

  1. Mercados milenarios

Si te dio hambre con el dato anterior, será mejor que te prepares. Pues tenemos que hablar de los mercados del Centro Histórico, que son una visita obligada para cualquiera.

Estos sitios son una tradición que se tiene desde la época prehispánica, donde se comercializaba con el uso del trueque. Esta actividad fue evolucionando y gracias a eso hoy tenemos tianguis majestuosos en esta región.

Está el de Sonora, que existe desde 1957 y es famoso por sus pociones y remedios o cualquier menjurje que se te ocurra. También está el de San Juan, que vive desde hace más de 150 años y donde encuentras alimentos exóticos.

El gigante mercado de La Merced tiene más de 4 mil locales con toda clase de productos.

  1. Hallazgos arqueológicos

Todos sabemos que esta área es una enorme zona arqueológica. Prueba de ello es el Templo Mayor que podemos observar a unos pasos del Zócalo.

Pero uno de los secretos del Centro Histórico es que hasta hoy se siguen haciendo más hallazgos. Tan solo en el 2020 hubo cuatro: el temazcal prehispánico en La Merced, los restos de africanos ubicados en el Hospital Real de San José de los Naturales, el Palacio de Axayácatl y la Fachada de Cráneos en la calle de República de Guatemala.

Y por si eso no fuera poco, recientemente se encontró una escultura de águila real en el Templo Mayor. ¿Qué otros tesoros encontrarán?

Por acá puedes conocer las zonas arqueológicas menos famosas de CDMX.

  1. Monumentos y edificios protegidos

Otro de los secretos del Centro Histórico es que alberga alrededor de mil 500 edificios. Entre ellos hay templos, museos, hoteles, tiendas, galerías, teatros y centros culturales.

Muchos han sido catalogados como monumentos históricos o artísticos y están protegidos. Los más populares: la Catedral Metropolitana, el Palacio de Bellas Artes, el Palacio Nacional o el Palacio Postal.

Pero hay muchos otros imperdibles, como el Antiguo Convento de Nuestra Señora de la Merced, la Casa de las Campanas, la Casa de los Condes de Miravalle o el ex Templo Corpus Christi.

  1. Un centro que se hunde

Todos sabemos que año con año la ciudad se hunde un poco más. Pero la zona más afectada es la del Centro Histórico. ¿Sabes qué tanto se ha hundido?

De acuerdo con Arqueología Mexicana, en lo que va de este siglo el centro se ha hundido un poco más de siete metros. Es una cifra considerable y más cuando comparamos los datos con los de Fernando González Villarreal, del Centro Regional de Seguridad Hídrica UNAM-Conagua-Unesco, y que fueron retomados por La Jornada.

González Villarreal asegura que el Zócalo es la zona más profunda del Valle de México. Incluso más que lo que fue el lago de Texcoco. Obviamente esto se debe a la sobreexplotación del manto acuífero que se hace para abastecer de agua potable a los millones de chilangos.

  1. Una bandera monumental

La bandera que ondea en la plancha del Zócalo es todo un ícono chilango y nacional. Pero con los secretos del Centro Histórico descubrirás que es parte de un gran grupo de banderas monumentales.

En el país existen un poco más de 60 y el requisito principal para entrar en esta categoría es tener un asta de mínimo 50 metros de alto. La del Zócalo tiene una altura de 100 metros, mide 50 metros de largo por 28.57 metros de ancho.

A pesar de esas enormes dimensiones, NO es la más grande del país. Ese récord lo tiene la que se ubica en la Gran Plaza en Piedras Negras, Coahuila. Su asta tiene 120 metros de altura y la bandera tiene una extensión de 60 x 34 metros.

  1. Un reloj otomano

Cuando caminas por la esquina de Venustiano Carranza y Simón Bolívar puedes ver un reloj muy particular. Se trata de un regalo que la comunidad otomana (libanesa) hizo a México en 1910.

Esto se debe a que a finales del siglo XIX hubo muchos refugiados libaneses en nuestro país y, como muestra de amistad y agradecimiento, dicha comunidad obsequió este reloj con carátulas de bronce y adornado con mosaicos de colores.

  1. El primer Teatro Hidalgo

Todos conocemos el famoso Teatro Hidalgo, ¿pero sabías que existió otro antes, en la calle de Regina?

Este es de los secretos del Centro Histórico que pocos conocen. El primer Teatro Hidalgo estaba en la entonces calle de Corchero. Fue ideado desde 1859 cuando el empresario José M. Palacios se hizo dueño del terreno.

En 1883 este hombre se propuso hacerlo tan importante como el Nacional. Y desde entonces este recinto se vistió con mampostería, palcos con columnas, lunetas de hierro y hasta alumbrado de gas de hidrógeno.

Sin embargo, fue derrumbado y el nuevo fue inaugurado en 1962, a un costado de la Alameda Central.

  1. De Palacio Azul a restaurante

Uno de los íconos de la calle Madero es la famosa Casa de los Azulejos. Muchos se detienen a admirar los detalles de su fachada, a tomarse alguna foto o pasan al restaurante o al baño. Pero es de los secretos del Centro Histórico mejor conservados.

Este edificio data del siglo XVI, cuando era conocido como el Palacio Azul. Dicen que ahí habitaron simpatizantes de Cortés y también fue hogar de los condes del Valle de Orizaba. De hecho, fue esta familia la que mandó recubrir la fachada con azulejos de talavera en el siglo XVIII.

A finales del siglo XIX fue el hogar del Jockey Club, que era muy frecuentado por la élite porfiriana. Posteriormente se convirtió en la Casa del Obrero Mundial y en 1919 fue adquirida por los hermanos Sanborns.

El exterior no es la única joya de este sitio. Dentro resguarda uno de los pocos murales de Orozco en la CDMX.

  1. Una colección de reliquias

La Catedral Metropolitana es un gran símbolo religioso, histórico y arquitectónico de nuestra ciudad. Pero uno de los secretos del Centro Histórico revela que ahí hay un área enfocada a reliquias de santos y mártires.

Cuando decimos reliquias no solo nos referimos a objetos que le pertenecieron a alguien, si no también a los restos de un cuerpo. Están en la Capilla del Santo Cristo, también conocida como la Capilla de las Reliquias.

Aquí se hallan los restos de los cuerpos de San Vital y Santa Úrsula y las 11 mil vírgenes. Sin embargo, no puedes verlas cualquier día. Este espacio solo se abre los días 1 y 2 de noviembre.