Puede que llegues porque te llame la atención la entrada de este lugar lleno de plantitas, pero te quedarás por el ambiente relajado que tiene Reclusa…, ah, sí, y por su oferta de cocteles bien elaborados así como la comida sencilla, pero sabrosa.

Entrar a Reclusa es olvidarte del estrés, aquí se viene a relajar la mente y a dejarse llevar por los sabores de unos buenos cocteles y por comida hecha al momento, con sabores oaxaqueños, pero también con un corte de fast food.

El nombre de este lugar obedece al nombre de la araña reclusa parda (también conocida como araña violinista), que es de las más venenosas de América Latina. A sus dueñxs les gustó el concepto y por eso ahora une niñe araña es el logotipo.

¿Qué beber en Reclusa?

Lo de aquí es el mezcal, de hecho tienen hasta su propia marca llamada Lola. Se recomienda pedir los mezcales derechos con naranjitas y sal de gusano, pero no hay que irse sin probar un coctel.

El trago de la casa es la “Yegua mezcalera”, lleva mezcal, jugo de limón, jarabe de menta, jengibre y kombucha jengibre. Si los ingredientes recuerdan al moscow mule no es casualidad, el coctel está inspirado en este clásico tan refrescante, pero hecho con ingredientes locales.

“Romance en Michoacán” es otro trago interesante, este lleva charanda (un aguardiente michoacano que se extrae de la caña y lleva azúcares como piloncillo), Aperol, jarabe de canela, maracuyá y jugo de toronja.

Hay cocteles clásicos como el old fashioned, martini, carajillo, negroni, daikirí y otros. Chelas solitas o en michelada y una gran oferta de destilados mexicanos como mezcal, sotol, bacanora, raicilla, tequila y pox.

¿Qué comer en Reclusa?

Su comida gira en torno al maíz. Probamos el “taco vegano”, con tortilla hecha a mano acompañada de col morada, aguacate rebosado de garbanzo decorado con zanahoria recortada. También el “taco de setas”, tortilla hecha a mano acompañada de urguiza de setas, champiñones y cebolla blanca, bañados en salsa de la casa acompañada con cebolla morada.

Un must acá es la tlayuda de arrachera marinada sobre una cama de frijol, acompañada de quesillo, aguacate y cebolla toreada. Ideal para compartir. De igual forma, los esquites, estos llevan huitlacoche y granos de elote acompañados de mayonesa y la mezcla de chiles de la casa, el caldito de res en el que están bañados hace toda la diferencia en el cuerpo del plato.

Si se quiere algo más fast food, pide las palomitas de camarón, llevan un capeado natural, bañados en salsa reclusa, o también las palomitas de setas, estas van capeadas de garbanzo y bañadas en salsa reclusa.

En la carta incluyeron aguachiles, fideo seco y guacamole, platos sencillos de estilo cantina.

De postre, la “araña reclusa”. Son unas campechanas rellenas de queso filadelfia, bañadas de salsa de frutos rojos y acompañadas con una bola de helado artesanal.

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Una galería dentro de un bar

Este lugar surgió hace cinco años, pero la pandemia fue decisiva para un cierre, sin embargo, volvió a abrir y ahora mismo están impulsando mucho el concepto de galería donde además se puede ir a comer y beber algo después de alguna presentación, concierto, de visitar los pop ups de ropa o evento en el espacio cultural.

Han definido Reclusa como una “no galería”, porque cambia constantemente de exposiciones, porque un día pueden tener ropa en exhibición, otro música, otro talleres y así combinar estas propuestas culturales con la mixología y la gastronomía. La idea es tener un espacio que se sienta vivo y sea perfecto para difundir el trabajo de artistas emergentes.

Si quieres checar qué eventos culturales tendrán, entra acá.

Dónde: Río Ebro 85, Cuauhtémoc

Horarios: miércoles 18:00 a 1:00 horas, jueves a sábado 18:00 a 2:00 horas

IG: @reclusa.mx

Consumo promedio: $600