Pixtle, mango con chile y el sabor sorpresa de verano en la heladería Nieve de Olla

Echarte un heladito no es solo para matar el antojo y calor. En la heladería Nieve de Olla es toda una experiencia de sabores y sensaciones

Los chilangos lo sabemos desde hace años con la tradición heladera de la CDMX: el verano es pa’ disfrutar un heladito bajo la sombra de un árbol. Pues antes, uno encontraba en la banqueta al “señor de las nieves” con su olla rodeada de hielos y cuyo interior, contenía la más sabrosa nieve de limón (de esa que hasta el huesito de la fruta tenía porque todo era natural).

Claro que actualmente ahora vamos a una heladería y nos sentamos en una mesa, pero, ¿no te gustaría vivir esa experiencia de nuevo? Bueno, entonces deberías darte un clavado hacia la heladería Nieve de Olla, un espacio que no solo despertará tus papilas gustativas con sus ingredientes naturales, sino también moverá tus recuerdos y sentimientos.

Una heladería para los 5 sentidos

En la heladería Nieve de Olla se parte del concepto de ofrecer sensaciones y despertar sentimientos a sus visitantes. Aquí en Chilango platicamos un poco con Paulina, una de las fundadoras del lugar, y nos contó que la idea nace a partir de que una de sus socias era muy sensible a varios ingredientes químicos que contiene la comida. Eso las inspiró a crear helados con base en ingredientes completamente naturales y libre de químicos dañinos para la salud.

Asimismo, Nieve de Olla toma su nombre de la tradición heladera mexicana; es decir, de aquellos heladeros que encontrabas ―todavía hay, pero cada vez menos― en parques y calles con una olla rodeada de hielitos y preparada con pura fruta de temporada. En esta heladería no tienes que preocuparte de que los ingredientes sean artificiales, al contrario, la misma fruta que encuentras en los mercados, es la misma que encontrarás en tu cono.

Otro detalle especial de sus sabores es que todos son libres de lácteos y azúcares refinados, son un homenaje a la tradición gastronómica mexicana y buscan inspiración en la cultura de nuestro país. Por ejemplo, ¿quién no ama el chocolate de Oaxaca? Preparado en agua y con una pizca de chilito, pues aquí lo tienen elaborado con ingredientes de productores mexicanos como mazapán, piña, fresa… etcétera.

Otro detallito es que esta heladería procura reducir al máximo sus residuos: tu nieve no te la van a servir en bote de plástico ni te darán cucharita desechable; sino que recibirás tu nieve en una canastita de galleta y una cucharita de galleta horneada por ellos mismos. Claro, que si quieres comprar para llevar, cuentan con frascos de vidrio reutilizables o puedes llevar tu envase (y recibe un pequeño descuento)

Recomendación Chilanga

Lo chido de esta heladería es que cada temporada, osea, cada primavera, verano, otoño e invierno, cambian su menú y lo combinan con una experiencia sensorial; es decir, el local se transforma con las estaciones del año y lo visten con una decoración especial inspirada en las historias de los mexicanos.

En esta temporada de verano, eligieron el huerto como tema principal, pues durante estos días de calor, algunos tuvieron la fortuna de pasar sus vacaciones en el campo mexicano, rodeados de árboles frutales que cuidaban sus abuelos y cuidando las milpas.

Si vistas en esta temporada Nieve de Olla, te encontrarás con un montaje de un picnic bajo un árbol de mangos, donde obvio te puedes sentar a tomar tu heladito. Además, tiene un toque mágico: pues si te acercas a ese espacio, escucharás una grabación de historias de la huerta que recolectaron de sus familias para inspirarse en esta temporada.

Por supuesto que la experiencia de temporada no se limita a una decoración; sino que también la puedes pedir en la barra: consiste en el sabor especial de temporada. Este año es de compota de higo con yogurt y pistaches tostados. Cuando la pidas en la barra, te darán un frasquito de mermelada de higo para acompañar tu helado y, si te sientas en la zona del picnic, escucharás una bocina que reproduce la historia que inspiró este sabor: un recuerdo de infancia de recolectar higos en el árbol frutal de la abuelita.

Obvio este no es el único sabor de temporada: también está el delicioso mango petacón (no nalgón) con chilito del que pica o del que no pica y el sabor de pixtle. ¿No te suena? Es el resultado de tostar el hueso del mamey y es sumamente delicioso con un toque cremosito, pero crujiente.

Se trata de recordar y valorar el proceso que conlleva tener una fruta”, Paulina, socia fundadora de Nieve de Olla.

Lleva a tus perrhijos

Claro, las heladerías son pa’ todos. Si visitas a Nieve de Olla con tu amigo fiel, pídele una huellita helada, elaborada también de ingredientes naturales y libre de químicos para que tu peludo amigo lo saboree sin miedo a las alergias. Algunos canes dicen que son refrescantemente deliciosas.

Por último, en esta heladería también puedes pedir cualquier bebida a base café (obvio, café mexicano) o comprar mermeladas y yogurt natural. También cuentan con postres que elaboran en colaboración con pastelerías que tienen la misma línea natural y libre de azúcares refinadas.

Esta heladería es para reconectar con los sabores, como lo que pasa a Anton Ego en Ratatouille (2007), cuando al probar el platillo recuerda su infancia. No te prometemos que vayas a tener una regresión exactamente el recuerdo feliz de tu infancia, pero sí que vas a despertar tus sentidos.

¿Cuándo ir por mi nieve de olla?

Horarios: Todos los días de 12:00 a 20:00 horas

Costos: A partir de los $80. Experiencia de temporada: $150

Dónde: Alfonso Reyes 122, Condesa, CDMX

Array

Chilango Menú Footer Chilango recomienda