En esta ocasión, celebramos esos rincones de la coctelería donde el interior es apenas un prólogo y la verdadera magia ocurre afuera: entre copas, risas y el bullicio citadino. Son bares pequeños de CDMX con alma gigante, donde cada coctel se disfruta entre charlas compartidas y viendo la vida pasar. Aquí, el encanto no se limita a cuatro paredes.
Órbita
Un bar interestelar que ocupa medio local y toda la calle. Combina tragos de autor con música finísima y un diseño sci-fi retro que parece de nave espacial. Cuando la barra se llena (y se llena rápido), la banqueta se vuelve la pista de despegue a una noche mágica. La carta cambia constantemente y el mood es siempre de descubrimiento. Vas por un coctel de sake y jengibre, y terminas platicando con media colonia. Aquí se bebe de pie, se liga bajo las luminarias y se escucha a Bowie conquistando el espacio.
Orizaba 115, Roma Norte. Mié-lun: 8-2 h. IG: @ooooorbita
Terruño
En este wine bar el vino se sirve sin corbata y se democratiza la buena copa: vino mexicano, dj sets, murales rotativos y charlas que fluyen entre la barra, la banqueta y las estrellas. De noche, la calle se convierte en una extensión natural del lugar, mismo que ayudó a reposicionar al vino mexicano en el radar. Chiquito, pero con alma bien grande.
Guanajuato 27C, Roma Norte. Lun-dom: 15-3 h. IG: @terruno_roma
Bestia Bar
No busca gustarte: lo hará sin preguntar. Un espacio íntimo con hype máximo. No hay prisa ni pose, sino tragos impecables, música que arropa entre neones punk y una atmósfera de caos delicioso. Tiene pocas sillas, pero beber afuera se volvió ya una tradición. ¿El plan? Llegar sin expectativas e irte con historias increíbles. Ideal para quienes buscan bares sin fórmula en CDMX.
Guanajuato 27B, Roma Norte. Mar-sáb: 16-0 h. Lun: 14-23 h. IG: @bestia.bar
Somma
Venir se siente como si tu mejor amigx destapara un botella de vino naranja en tu cocina y se quedaran platicando hasta la madrugada Es un espacio íntimo con buena luz, buenos vinilos y buena gente. La carta cambia según el día, pero el mood siempre es un abrazo. La experiencia es maximalista: mixología de autor, diseño impecable y una comunidad que se apodera del exterior con alegría.
Río Lerma 159, Cuauhtémoc. Lun-mié: 17-12 h. Jue: 17-1 h. Vie-sáb: 14-2 h. Dom: 18-1 h. IG: @somma.winebar

Café Tacobar
¿Qué pasa cuando un café se transforma en bar por la noche? Surge un espacio de doble vida donde el café se cambia por tequila sin aviso. Tiene tan buen ambiente que la gente prefiere no sentarse. A media tarde ya hay DJ y entrada la noche la banqueta se transforma en una pista de baile con tacones y tacos al mismo tiempo. Ideal para quien no quiere llegar a casa… aún.
Oaxaca 12, Roma Norte. Mar-sáb: 15-1 h. IG: cafetacobar
Bussifame
Este bar se siente como una sobremesa eterna en casa de alguien muy cool. El menú, italiano con flow chilango; la vibra, de barrio con pasaporte. Aquí no hay prisa: la gente se queda hasta que oscurece, hasta que cierra y luego en la banqueta con copa en mano. Vermuts, vino, música rica y comida para compartir, todo servido en la vajilla de la abuela.
Dinamarca 75, Juárez. Lun-mié: 18-23 h. Jue: 18-0 h. Vie-sáb: 17-1 h. Dom: 15-21 h. IG: @bussifame.mx
Oropel
Aquí no hay poses, pero sí una gran variedad de vermut, vinos naturales y tapas para hacer base. El ambiente es de barrio, de bar de confianza; y aunque en el interior caben pocos, las charlas y el brindis fluyen hasta la acera y llegan a la esquina. Cada copa puede ser el inicio de una gran conversación.
Chihuahua 82, Roma Norte. Lun-sáb: 17-0 h. Dom: 16-22 h, copa $130. IG: @oropelcdmx
¿Qué otros bares en CDMX con esta vibra nos recomiendas?