Todos los días cientos de palomas mensajeras vuelan sobre CDMX pasando desapercibidas. Como se hacía en la antigüedad, estas aves continúan siendo entrenadas por quienes practican la colombofilia. Aunque hoy en día se hace con fines muy distintos.

Palomas mensajeras en CDMX
Foto: Rafael Rivera

"Tú eres su entrenador, tú las preparas para las competiciones y es una satisfacción muy bonita que lleguen al palomar y no se pierda ninguna", cuenta Guillermo Hernández en entrevista con Chilango.

Palomas mensajeras
Foro: Rafael Rivera

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Guillermo es integrante de la Asociación Colombófila Azteca, un club en la colonia Vista Alegre de CDMX que reúne a hasta 80 aficionados al entrenamiento de palomas mensajeras en CDMX, considerado deporte y hobby.

Palomas mensajeras, atletas de alto rendimiento

Raúl Contreras preside la Asociación Colombófila Azteca. En la azotea de su casa cuenta con un palomar donde viven alrededor de 200 palomas mensajeras.

Cada día Raúl saca a sus palomas a volar por las mañanas y por las tardes. Primero a las 11:00 a.m. y luego a las 5:00 p.m. surcan los cielos en compañía de los aviones que pasan por encima de su edificio, cerca del Metro Chabacano.

Foto: Rafael Rivera

Con aplausos, Raúl indica a las palomas que continúen volando. Luego, con un silbato, les indica cuando es hora de bajar.

Foto: Rafael Rivera

A veces algunas palomas tardan en regresar, por lo que suelta a un macho alfa que las guía hacia el palomar.

Colombofilia en CDMX
Foto: Rafael Rivera

Mientras todo esto ocurre, Raúl observa a sus aves volar y contempla la ciudad desde las alturas. Sin duda se trata de una actividad relajante, pero también de un entrenamiento.

"Las palomas son como atletas de alto rendimiento", explica. Con cada hora de vuelo, su entrenador las prepara para las competencias de colombofilia, un deporte con muy poca difusión pero mucha tradición en México.

¿Qué es la colombofilia?

La colombofilia es el arte de entrenar palomas mensajeras. Muchos de quienes la practican la consideran un hobby. Sin embargo, existen federaciones nacionales e internacionales en donde se practica como deporte.

El objetivo de la colombofilia consiste en entrenar a las aves para que sean capaces de regresar a su palomar recorriendo grandes -—enormes— distancias. Se practica con palomas mensajeras, un tipo particular de ave que se distingue de otras razas de palomas por su fuerza y resistencia.

Palomas mensajeras en CDMX
Foto: Rafael Rivera

En las competencias de colombofilia existen cuatro categorías distintas. La primera es la de competencias de velocidad, en donde la palomas recorren distancias de entre 150 y 350 kilómetros. Por ejemplo, una carrera de velocidad se puede disputar volando de Querétaro a CDMX. Las palomas mensajeras son capaces de volar a 90 kilómetros por hora y hacer ese recorrido en tan solo 1 hora con 45 minutos.

Por su parte, las competencias de medio fondo son aquellas en las que viajan entre 350 y 500 kilómetros. Las de fondo van de los 500 hasta los 700 kilómetros, mientras que las de gran fondo van de 700 a 950 kilómetros. Esto último equivale a volar de Chihuahua a CDMX.

Para las competencias se traslada a las palomas hasta puntos lejanos y se les deja en libertad para que regresen a sus palomares, ubicados en casa de sus entrenadores:

"Vamos a un punto de suelta y en cuanto haya condiciones de buen clima, que no esté nublado que no esté lloviendo, se sueltan las palomas a un horario determinado. Se abren parejo todas las puertas, todas las jaulas y las palomas regresan a la casa de cada competidor", explica Guillermo.

Colombofilia en CDMX
Foto: Edgar Ulises Segura

Las aves vuelan con un anillo en sus patas que incluye un chip. Además, en sus palomares hay un sensor que se encarga de registrar el momento en el que regresan. Al entrar a los palomares los sensores identifican de qué paloma se trata y registran el momento exacto en el que cruzaron la meta. Al finalizar, los competidores se reúnen, contrastan los tiempos y determinan quién fue la paloma más rápida.

Palomas mensajeras en CDMX
Foto: Rafael Rivera

Existen competencias amistosas en las que los ganadores únicamente obtienen un diploma en el que se muestra el nombre del entrenador y el número que identifica a la paloma en cuestión. Pero también se corren derbys en los que inscribir a cada paloma tiene un costo y se llegan repartir premios de más de 300 mil pesos.

¿Cómo se entrena a las palomas mensajeras?

Entrenar a las palomas mensajeras implica crear un vínculo emocional con ellas desde el momento mismo de su nacimiento.

“Ellas regresan a donde nacen, donde tienen alimento, agua y donde las tratan bien. Son como los hijos”, cuenta Guillermo.

Por ello, los colombófilos son también criadores de palomas. 

Colombofilia en CDMX
Foto: Edgar Ulises Segura Martínez

Raúl, por ejemplo, cuenta con palomares específicos para las palomas que compiten en pruebas de velocidad y en pruebas de fondo. Pero también tiene un palomar para machos y otro para hembras que no participan en competencias. Si única función es reproducirse y tener pichones ganadores.

Colombofilia en CDMX
Foto: Rafael Rivera

Guillermo comienza a entrenar a los pichones desde su primer mes de edad:

“Una vez que nace el pichón, a la semana se le pone su anillo de identificación […]. Al mes de nacido empieza su entrenamiento. Llegan a tardar de 7 a 15 días a aprender a introducirse en su palomar, donde tienen su comida y su agua. Luego de que aprenden eso se les saca a volar. Se les abren las puertas y ellas solas vuelan de 10 a 15 minutos y con el paso de los días van adquiriendo condición. Cuando vuelan más de hora y media ya las puedes llevar a entrenar lejos de tu casa, más o menos a unos 5 kilómetros en un parque donde no haya árboles ni cables. Salen, dan unas vueltas para orientarse y cuando saben hacia dónde está su casa agarran rumbo hacia su palomar. Y así poco a poco uno va aumentándoles la distancia de entrenamiento”.

Palomas mensajeras en CDMX
Foto: Rafael Rivera

Por supuesto, el entrenamiento varía en función del tipo de competencia en que se desee inscribir a las palomas:

“Se manejan dietas para palomas de velocidad, de medio fondo, de fondo y de gran fondo. Las de velocidad son más musculosas porque se les da más proteína. Pero las de fondo son más pequeñas de cuerpo", dice Raul.

Foto: Edgar Ulises Segura

El mensaje de las palomas

Pero no todo es competencia. Cada año, Guillermo cría entre 30 y 35 palomas.

La colombofilia se practica especialmente por temporadas: es en primavera y en otoño, cuando hay mejores condiciones para que los pichones vuelen. Durante el resto del año los colombófilos se dedican sí a entrenar, pero también a cuidar a sus palomas: las alimentan, limpian sus palomares, las sacan diariamente a volar alrededor de sus casas, forman parejas para su reproducción, etc.

Por ejemplo, Don Ricardo, de 67 años, tiene 120 palomas en casa. Es jubilado y actualmente se dedica a criar a sus aves a disfrutar de ellas. Empezó en la colombofilia desde que tenía tres años gracias a que sus hermanos tenían palomas. Pero actualmente prefiere no participar en las competencias. En cambio, asesora a jóvenes que desean incursionar en la colombofilia. Les explica cómo cuidar y entrenar a las palomas y cómo acondicionar espacios en su hogar para tener palomares.

Foto: Rafael Rivera

La expectativa de vida de una paloma es de entre a 15 y 20 años con los cuidados adecuados. Pero lamentablemente no todas las personas respetan sus vidas. Además de sus depredadores naturales, otra amenaza para ellas son los humanos, que las cazan por deporte:

“En las competiciones o en los entrenamientos hay el riesgo de que las palomas sean atacadas por las aves de rapiáña, como halcones o águilas, pero también por cazadores que les lleguen a disparar. Entonces es posible que ya no regresen a casa todas las palomas”.

Por el contrario, la colombofilia, el deporte de las palomas mensajeras, envía un mensaje de respeto hacia los animales:

“Es sorprendente. Quedas admirado de lo que hacen las palomas en cada temporada de competencia. Es una satisfacción muy bonita que lleguen al palomar y no se pierda ninguna paloma", concluye Guillermo.

Palomas mensajeras en CDMX
Foto: Edgar Ulises Segura

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