Robin Campillo en el FICM 2025 presenta Enzo, una historia de deseo y rebeldía

En Enzo, el cineasta francés Robin Campillo retrata a un adolescente que desafía las expectativas sociales para construir su identidad.

En el idílico sur de Francia, Enzo, un joven de 16 años, toma una decisión inesperada: en lugar de seguir el camino prestigioso que su familia ha trazado para él, opta por convertirse en aprendiz de albañil. Esa aparente rebeldía se convierte en una exploración profunda sobre la identidad, el deseo, la presión familiar y el contexto violento que acecha desde el exterior. Así es Enzo, la nueva película de Robin Campillo presentada en el Festival Internacional de Cine de Morelia 2025.

“Creo que Enzo no está construyendo casas. Está tratando de construir su propia identidad, lejos de las expectativas de la familia”, dijo Campillo en entrevista con Chilango.

Robin Campillo en el FICM 2025 presenta Enzo, una historia de deseo y rebeldía | Foto: Cine Caníbal
Foto: Cine Caníbal

El director, conocido por 120 latidos por minuto, vuelve a un terreno íntimo, pero esta vez sumergido en una inquietud global: la guerra, la masculinidad, y el colapso de certezas.

Enzo: Un retrato generacional y político

Enzo no es solo un drama adolescente. Es también, como lo describe su director, “un retrato de la sociedad francesa”. En una época donde los adolescentes deben definir su identidad bajo presión, el personaje central representa una resistencia silenciosa.

“En la sociedad actual se espera que los jóvenes sepan exactamente quiénes son, qué quieren hacer, a quién desean. Y eso es absurdo en un mundo que claramente no tiene reglas”, afirma Campillo.

El padre de Enzo, un personaje que podría parecer atento y amoroso, se revela como una figura controladora. “Hay una línea muy fina entre el amor y la presión”, explica el cineasta. “La casa está llena de cristales, parece hermosa, pero en realidad es como un panóptico: todo se puede vigilar”. Ese vínculo ambiguo con la familia marca el conflicto interno del joven protagonista.

Robin Campillo en el FICM 2025 presenta Enzo, una historia de deseo y rebeldía | Foto: Cine Caníbal
Foto: Cine Caníbal

La guerra como eco del alma en Enzo

Campillo introduce la guerra en Ucrania como una amenaza latente que contrasta con la tranquilidad de la vida burguesa francesa. Enzo se enfrenta a esta tensión con una decisión radical: dejarlo todo.

“Su manera de responder al mundo que colapsa es enfrentarlo, no esconderse en su casa burguesa. Conocer a Vlad, el trabajador ucraniano, no solo cambia su rumbo, sino que lo conecta con una violencia que ya se acerca peligrosamente”, explica el director.

Robin Campillo en el FICM 2025 presenta Enzo, una historia de deseo y rebeldía | Foto: Cine Caníbal
Foto: Chilango Sarahi Rosas

El amor de Enzo por Vlad es también una revelación emocional. Campillo lo describe como una atracción: “por todo eso que representa Vlad: una violencia que viene del exterior, una masculinidad idealizada, y una dosis de toxicidad que Enzo empieza a desarmar”.

La película toca fibras sensibles al explorar la masculinidad juvenil. “Enzo está en un espacio muy masculinista”, admite Campillo. El director no teme señalar los códigos culturales que moldean a los adolescentes, y propone que esa búsqueda de pureza y pertenencia es también un reflejo del caos externo.

¿Por qué ver Enzo?

Con Enzo, Robin Campillo entrega una historia cargada de emociones contenidas, conflictos internos y silencios elocuentes. Como el propio director resume: “Él piensa que es un poco puro, pero también está profundamente roto”.

La película, con su ritmo contenido y una sensibilidad brutal, propone una pregunta sin respuesta clara: ¿cómo formar una identidad cuando el mundo, la familia y uno mismo están en guerra?

Chilango Menú Footer Chilango recomienda