La cantante chilena-mexicana Mon Laferte se transforma en Sally Bowles en el musical Cabaret, que inicia una nueva etapa a partir del 10 de julio en el Teatro de los Insurgentes. Con esta participación, la intérprete da un salto inédito a la actuación teatral, abrazando por primera vez un personaje con historia, voz y cuerpo distintos al suyo.

Su incorporación al elenco representa no solo un hito profesional, sino también un sueño personal que nació en Berlín durante una gira internacional. “Anduve en Berlín, fui al mismísimo Kit Kat Club, un tugurio de mala muerte. Vi un letrero… y al regresar a México supe que quería ser Sally Bowles, me llamaba”, contó emocionada durante la conferencia de prensa.

Mon Laferte y Sally Bowles, ¿en qué se parecen?

La historia de Cabaret se sitúa en el decadente y electrizante Berlín de 1929, justo en la antesala del ascenso del nazismo. En ese contexto, Sally Bowles canta en el Kit Kat Club con una mezcla de libertad, desesperación y deseo de ser amada. Una figura compleja con la que Mon Laferte se ha conectado profundamente.

“Sally es una mujer que seguro ha tenido una vida difícil. Yo pienso en mi adolescencia, en mi juventud con todos los altibajos… por eso no me cuesta sentirme identificada con ella”, confesó la cantante.

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Esa identificación no solo es emocional, también es corporal. “Me he visto como Sally: en la calle, sin un peso, durmiendo en lugares muy podridos, pero con una seguridad absoluta en mi arte”, reconoció.

Cantar, actuar y bailar: Un nuevo reto para Mon Laferte

Cabaret, dirigida por Mauricio García Lozano, ha sido reconocida por su propuesta visual y emocional. La incorporación de Mon al elenco promete renovar el montaje con una interpretación intensa y personal. Pero no ha sido fácil.

“Trato de encontrar esa fragilidad en ella, esa soledad y frustración por querer que la quieran… Y al mismo tiempo tengo que cantar con toda la fuerza del personaje. Es muy exigente”, comentó Mon al hablar del proceso creativo detrás de su actuación.

También compartió cómo ha cambiado su rutina diaria: “Me estoy muriendo, estoy enferma, con tos, y no he dormido. Mi hijo me despierta a las seis de la mañana, manejo hasta los ensayos y luego al estudio. Pero lo estoy disfrutando, me gusta mucho esto”.

Acostumbrada a tener control total sobre sus conciertos, ahora se ha enfrentado a un esquema muy diferente. “Es un desafío enorme. Bailar, cantar, actuar, construir a esta Sally. Y además… yo siempre he sido la jefa en mi música, ¡ahora tengo que obedecer!”, dijo entre risas.

Una Sally Bowles con voz propia

A pesar del peso del personaje y de sus múltiples interpretaciones previas, Mon Laferte no busca replicar versiones anteriores. En cambio, ha decidido trabajar una Sally muy cercana a su propia historia.

“Estoy construyendo una Sally que tiene mucho de mí… esa chica que quería ser una estrella, que se iba de fiesta, que se sentía incomprendida. Sí, esa también fui yo”.

La puesta en escena de Cabaret cuenta con más de 40 artistas en escena, dirección musical de Antonia Süllerot, y la participación de Bruno Bichir como el Maestro de Ceremonias. Se trata de una de las obras más aclamadas de los últimos años, con más de 300 funciones acumuladas y una ambientación completamente inmersiva.

“Cabaret va a traer mucha gente nueva al teatro, sobre todo público joven que no suele ir. Y eso me emociona: que se enamoren del teatro”, dijo el productor de la obra en conferencia de prensa.

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Finalmente, Mon Laferte expresó su admiración por otras actrices que han interpretado a Sally en México. “No tuve la fortuna de ver a Itatí Cantoral en el papel, pero la amo. Me parece una actriz icónica. Ojalá pueda conocerla algún día y que me pase algún tip”, concluyó.