Hay artistas que hacen historia, y otros que la reescriben con cada verso. Kendrick Lamar viene de Compton, tierra brava del West Coast, y desde sus primeras rimas ya apuntaba alto. Hoy es mucho más que un rapero: es poeta, cronista, performer y uno de los nombres más pesados de la música global.

En 2018 rompió la barrera entre el rap y la alta cultura al ser el primer artista de música no clásica en ganar el Pulitzer de la Música por DAMN. (2017), ya que Duke Ellington, Thelonious Monk y John Coltrane habían recibido distinciones póstumas; y Bob Dylan obtuvo una mención especial en 2008, pero solo Lamar obtuvo el premio tal cual. Este año, Kendrick se rifó con el show de medio tiempo del Super Bowl frente a más de 130 millones de personas con un discurso que incomoda, cuestiona y provoca.

Kendrick acaba con el beef

El año pasado Kendrick le puso el último clavo al ataúd de Drake con “Not Like Us”. Este beef fue viral, brutal y sin piedad: cinco premios Grammy, TikToks, memes y millones coreando “They not like us”. No fue solo una canción: fue una sentencia pública.

Su discografía es puro hit: Good Kid, M.A.A.D City (2012) es la película de su juventud; To Pimp a Butterfly (2015) se fue por el jazz, el funk y la furia política; DAMN. soltó golpes líricos con flow directo al pecho. Luego vino Mr. Morale & The Big Steppers (2022), una especie de catarsis íntima que desenreda traumas familiares. En 2024 lanzó GNX, con beats del G-funk angelino, referencias a la calle y una tiradera que incendió el género: “Not Like Us”, su bomba contra Drake, lo volvió el tema más viral del año pasado.

Ahora, K. Dot viene con todo. Su nueva gira mundial, The Grand National Tour, no es un repaso de éxitos: es un ritual. Trae banda en vivo, visuales de alto voltaje y para su presentación en CDMX estará acompañado de CA7RIEL y Paco Amoroso. Para las fechas de Latinoamérica lamentablemente no vendrá SZA, pero estamos seguros de que tendremos un show único que no decepcionará.

Lo que se vive no es solo un concierto: es una descarga de poder y poesía que deja cicatriz. Si lo viste en Ceremonia 2024 sabrás de lo que hablamos. ¿No? Pues prepárate, porque Kendrick regresa a México en su mejor momento para mostrarnos por qué es el rapero número uno.