La noche del 16 de julio, la CDMX fue el punto de encuentro artístico fuera de lo común: Corazón de Quinceañera, la más reciente obra del pintor chiapaneco Fabián Cháirez, se presentó como una pieza audiovisual única que fusiona pintura, música en vivo y una celebración de lo queer desde una perspectiva mexicana.
En colaboración con el pianista británico Mark Springer —referente del jazz libre y el post-punk—, Cháirez propone una mirada crítica y vibrante sobre la identidad nacional, utilizando símbolos tan arraigados como las quinceañeras y la lucha libre para desmontar estereotipos y cuestionar narrativas dominantes.
Este proyecto efímero, pero contundente, no solo sumó la presencia de Springer, sino también de La Bruja de Texcoco y un ensamble de 13 músicos que interpretaron Sketches of México, una composición inspirada en el país.
Corazón de Quinceañera, lo nuevo de Fabián Cháirez
El Foro Lenin, fue el escenario de la presentación de “Corazón de Quinceañera”, una nueva pieza audiovisual. Esta obra une a dos figuras disidentes en sus respectivos campos: el pintor Fabián Cháirez, un referente del arte queer mexicano, y el pianista británico Mark Springer, conocido por su influencia pionera en el jazz libre y el post-punk desde los años 80.

En entrevista con Chilango, Fabián Cháirez compartió detalles de su nueva obra, la cual busca retratar las particularidades de la comunidad mexicana, incorporando elementos que caracterizan al artista chiapaneco.
“Me gusta retratar la mexicanidad con esta contraposición de conceptos como lo masculino, lo femenino; en este caso, las quinceañeras y el ritual de quinceañera con la lucha libre. Y bueno, todo para hacer mi interpretación de lo mexicano, pero a la vez de la composición de Mark Springer, que también hizo una composición inspirada en México que se llama Sketches of México”.
El retrato tiene como objetivo representar lo que significa ser mexicano, pero no desde una visión tradicional o idealizada, sino desde una perspectiva irreverente y crítica. Busco mostrar aspectos más reales y cotidianos de nuestra cultura, esos que muchas veces no aparecen en los discursos oficiales o en los medios, pero que forman parte de la identidad diaria, explicó el artista.

La Bruja de Texcoco, Fabián Cháirez y Mark Springer se reúnen en la CDMX
A diferencia de sus otras exposiciones, esta exhibición duró únicamente la noche del 16 de julio, acompañada de música, múltiples artistas y el público cercano a Fabián.
“Esta ocasión es un evento de sólo un día, donde vamos a poder tener la magnífica posibilidad de escuchar en vivo a Mark, y también a La Bruja de Texcoco, junto a 13 músicos interpretando Sketches of México, y ver la pintura”.

La quinceañera en México: ¿qué representa para Fabián Cháirez?
Durante la inauguración de Corazón de Quinceañera se destacó la celebración de la diversidad y la libertad individual. Fabián compartió su visión de la quinceañera como una forma de difundir y presentar la cultura mexicana en el mundo.

“Para mí es importante la apropiación de lo popular mexicano, porque creo que muchas veces estamos viendo hacia afuera, sobre todo también en el rubro del arte, como que intentamos ver qué se está haciendo afuera.
También mencionó algo muy relevante: dentro del país es común que el público consuma principalmente productos culturales extranjeros. Pero tú apuestas por cambiar esa dinámica, porque reconoces que aquí hay una riqueza enorme, una diversidad vibrante que merece su lugar en escena.
“México es súper vasto en ideas, en conceptos, en imaginación, en creatividad. Y para mí eso es muy importante, también abordarlo desde una perspectiva disidente, porque las disidencias siempre somos parte de la realidad”.

De esta manera, su obra no busca separarse del imaginario nacional, sino todo lo contrario: se sumerge en lo cotidiano, en lo que se comparte día a día, para reinterpretarlo desde una mirada disidente. Lo que para muchxs puede parecer banal, Fabián lo transforma en un espejo donde cabe lo queer, lo irreverente y lo profundamente mexicano.
Un artista que genera conversación en el país
Hace algunos meses, la CDMX fue testigo de una fuerte polémica en torno a la exposición La Venida del Señor. Esta muestra no solo generó un gran revuelo en redes sociales, sino que también despertó la indignación de varios colectivos cristianos, quienes exigieron cancelar su exhibición tanto en la Academia de San Carlos como en el Museo de la Ciudad de México.
Ante ese antecedente, surgió inevitable la pregunta al artista: ¿cree que su nueva obra podría desatar una reacción similar? ¿Habrá otra sacudida pública, otro debate entre arte, creencias y libertad de expresión?
“Siempre he dicho que si los artistas pudiéramos decidir qué obra va a ser polémica o no, habría un escándalo cada minuto. Entonces, pues… A ver, mi obra ahora es escandalosa, digamos, porque contrapongo conceptos que están muy arraigados y que, alrededor de esos conceptos como la masculinidad, la feminidad, los rituales o los héroes de la nación, construimos parte de nuestra identidad”.

Finalmente, el artista reflexiona sobre una constante en la recepción de su obra: el escándalo suele estallar cuando pone en escena a lo masculino desde una sensibilidad femenina. Esa mezcla, que para él es natural y poderosa, sigue siendo un punto de fricción en una sociedad como la mexicana, donde los estereotipos de género están fuertemente arraigados. Al trastocar esas normas visuales y simbólicas, sus piezas no solo provocan miradas, también incomodan, despiertan debate y, en muchos casos, desatan verdaderas tormentas culturales.
“Cuando les muevo eso de lugar, la gente se escandaliza. Pero realmente siempre les digo a los espectadores que hagan el ejercicio: si ponen a una figura femenina en cualquiera de mis pinturas, nadie va a tener objeción. Lo que les escandaliza a muchas personas es que toque esta idea de la masculinidad, que está muy arraigada, y que le dé un giro”.