En la esquina nororiente del Zócalo de CDMX, donde confluyen Palacio Nacional, la Catedral Metropolitana, la Calle de Moneda y el acceso al Templo Mayor, se encuentra la Fuente Tecuichpo Ixcaxochitzin, un nuevo monumento inaugurado el pasado 26 de julio como parte de la conmemoración del aniversario 700 de la fundación de Tenochtitlán.
La nueva fuente del Zócalo cuenta con elementos simbólicos que aluden al imperio mexica. Asimismo, rinde homenaje a diez tlatoanis y a cinco mujeres insignes de nuestro pasado prehispánico.
El monumento ya se puede visitar en el Zócalo de CDMX. Pero para poder apreciarlo a plenitud, es necesario conocer el significado de los elementos que la conforman.
Así es la Fuente Tecuichpo Ixcaxochitzin del Zócalo de CDMX
El elemento principal de la Fuente es una réplica en escala 2 a 1 del Teocalli de la Guerra Sagrada, un monolito prehispánico con forma de pirámide que data de alrededor del año 1507. La pieza original se puede visitar actualmente en la Sala Mexica del Museo Nacional de Antropología e Historia.
De acuerdo con el INAH, el Teocalli de la Guerra Sagrada “representa de manera compleja el mito fundacional de Tenochtitlan, a la vez que reafirma el poder mexica, especialmente aquel encarnado en Moctezuma Xocoyotzin, tlatoani que gobernaba cuando la escultura fue elaborada”.
El Teocalli de la Guerra Sagrada, una de las esculturas más emblemáticas del arte mexica, entrelaza el mito fundacional de México-Tenochtitlan y el poder simbólico de Moctezuma Xocoyotzin. Este monolito, en forma de templo, reúne símbolos con significados marciales y de… pic.twitter.com/rzGeNDvCun
— Secretaría de Cultura (@cultura_mx) July 27, 2025
Debajo del Teocalli, la fuente cuenta con una base circular de dos niveles. Esta base aluden a la pirámide Cuicuilco a manera de homenaje a las culturas primigenias que habitaron el Valle de México alrededor de 1000 años antes de la llegada de los mexicas.
Finalmente, sobre los círculos que funcionan como base para el teocalli, se encentran colocadas una serie de placas en labrado de piedra.
Los labrados del primer nivel de la base representan fragmentos del Códice Boturini. también conocido como “Tira de la Peregrinación”, este códice narra el camino de los mexicas desde Aztlán hasta Tenochtitlán.
Por su parte, sobre la base hay otras diez placas en honor a los diez tlatoanis mexicas anteriores a Cauhtémoc.
Y colocadas en la segunda base circular, se encentran cinco placas o labrados de piedra más. Estos representan a “cinco mujeres insignes y fundamentales de la historia mexica y de la historia de nuestra nación“, según explicó el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, el pasado 2 de julio, cuando se anunció el proyecto del monumento. Se trata de:
- Chimalma, mujer que portó el bulto mortuorio de Huizilopochtli durante la peregrinación de los Aztecas
- Ilancuéitl, madre de Acamapichtli, primer tlatoani mexica
- Quetzalmoyohuatzin, madre del primer mexica libre
- Atototzin, hija de Moztezuma que gobernó Tenochtitlán tras la muerte de su padre
- Ixcaxochitzin, hija de Moctezuma Xocoyotzin, esposa de Cuitláhuac
Finalmente, el agua de la fuente representará al Anáhuac, es decir, la zona del Valle de México rodeada por lagos en donde se asentó la antigua Tenochtitlán.
¿Qué significa el nombre del monumento?
La fuente del Zócalo fue nombrada en honor a Tecuichpo Ixcaxochitzin. Se trata de una de las mujeres insignes representadas en el monumento.
Tecuichpo Ixcaxochitzin fue hija del último Huey Tlatoani mexica, Moctezuma Xocoyotzin. Además, estuvo casada con el guerrero Cuitláhuac y con Cuauhtémoc.
Cuando ocurrió la caída de Tenochtitlán, Tecuichpo Ixcaxochitzin era una niña de tan solo 12 años. Quedó bajo el cuidado de Hernán Cortés y a los 17 años, en 1526, fue bautizada en la fe católica y renombrada como Isabel Moctezuma. Su nombre hace honor a la reina Isabel de Castilla y a su padre, Moctezuma Xocoyotzin.
Gracias a su ascendencia de nobleza mexica, se le otorgó la encomienda de Tacuba, tuvo 1,240 casas y varios indígenas a su disposición, según indican fuentes históricas. No obstante, antes de morir, en 1550, escribió un testamento liberando a todos los indígenas a su cargo. Este documento se considera el primer acto de emancipación de la esclavitud en la historia de América.
“Quiero y mando y es mi voluntad que todos los esclavos, indios e indias naturales de esta tierra, que el dicho Juan Cano mi marido y yo, tenemos por nuestros propios, por la parte que a mí me toca sean libres de servicios y servidumbres y cautiverios, y como personas libres hagan de sí a su voluntad porque yo no los tengo por esclavos, y en caso de que lo sean, quiero y mando que sean libres”, decía el testamento de Tecuichpo Ixcaxochitzin.