Los monolitos en la CDMX son una manera de acercarnos a la mitología de nuestros antepasados. Sin embargo, en el Museo Nacional de Antropología también encuentras vestigios de varias deidades prehispánicas que impusieron respeto y, a veces, hasta temor.

Estos dioses recibieron miles de ritos y ofrendas, pero con el tiempo sus nombres han sido olvidados por los habitantes de la antigua Tenochtitlán.

Y después de leer esto será mejor que los recuerdes, porque muchos de estos personajes no andaban con rodeos. Algunos, fueron muy temidos por sus actos y otros más hasta por su físico.

Por eso es que desataron una gran devoción entre sus seguidores. Pues ninguno querría encontrarse con alguna de estas figuras.

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Deidades prehispánicas más sorprendentes

Xipe Tótec

Se trata de uno de los dioses más importantes, pues tenía influencia en la fertilidad y la agricultura. Así no parece peligroso, pero esta deidad también era relacionada a la guerra.

De hecho, en náhuatl su nombre quiere decir “nuestro señor desollado” y es que la leyenda dice que este dios se sacrificó para alimentar a la humanidad. Él se desolló vivo para alimentar al maíz que daría alimento a los hombres.

Es por eso que en su honor se hacía la fiesta del Tlacaxipehualiztli (“ponerse la piel del desollado”). En ella, se sacrificaba a cautivos degollándolos vivos para vestir a guerreros y sacerdotes.

El dios murciélago

Entre las deidades prehispánicas aterradoras destacan varias figuras con forma de murciélago. El más famoso es Camazotz, perteneciente a la cosmogonía maya.

Sin embargo, en varios pueblos mesoamericanos el murciélago era asociado con el Inframundo y la oscuridad. En Arqueología Mexicana, se menciona que este animal es interpretado como aquel que “despedaza y desgarra, que arranca cabezas”, según Eduard Seler en su interpretación del Códice Borgia.

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Al mismo tiempo, se les relacionaba con el sacrificio por extracción del corazón y con la decapitación.

En el Museo Nacional de Antropología una de las piezas más famosas es la Máscara del Dios Murciélago que fue descubierta en Monte Albán.

Mictlantecuhtli

No es ninguna sorpresa que entre los dioses prehispánicos más temibles están aquellos que gobernaban el inframundo. Ese es el caso de Mictlantecuhtli, “señor del Mictlán” o “señor de la mansión de los muertos”.

Junto a Mictecacíhuatl reina el inframundo del Mictlán, el cual se compone de nueve niveles. Con eso ya sabemos que es alguien que merece todo el respeto. Pero era su imagen la que provocaba terror entre los creyentes.

Ha sido representado con un cráneo descarnado, mascarones con grandes colmillos y enormes garras en lugar de manos. En el MNA puedes ver una réplica de Altar a Mictlantecuhtli que se encuentra en El Zapotal en Veracruz.

Yaa Dzandaya

Hay un montón de referencias a los dioses de la muerte o del inframundo de las culturas mexicas. Sin embargo, los mixtecos tenían otra forma de ver a la muerte.

De hecho, tenían otras deidades y una de ellas es Yaa Dzandaya, señor de la muerte y el inframundo. Comúnmente se representa con las manos y los pies descarnados. En el MNA encuentras esta pieza que representa al dios en una vasija.

Iya Andaya y la diosa Ñu Q Cuañe, 9 Hierba

Ya mencionamos que los mixtecos tenían su propia representación del inframundo. De acuerdo con la Dra. Martha Carmona Macías, del Museo Nacional de Antropología, este era gobernado por una pareja de dioses: Iya Andaya y la diosa Ñu Q Cuañe, 9 Hierba.

Podríamos verlos como una especie de Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl, solo que los dioses mixtecos reinaban sobre un tercer nivel que era dedicado a los descarnados; una zona fría, de oscuridad y muerte.

Coatlicue

Aunque es considerada como la diosa madre, no podemos negar que es de las deidades prehispánicas más temibles. Y no tanto por su historia o mitología, sino por su apariencia.

Normalmente se le representa como un ser con falda de serpientes que lleva un collar de corazones y manos que remata con un cráneo humano. Sus pies y manos se conforman de garras.

Una figura con todas esas descripciones habita en el MNA.

Tlaltecuhtli

Otra diosa temida por muchos es Tlaltecuhtli, la cual nació de la bestia Cipactli y gracias a la intervención de Quetzalcóatl y Tezcatlipoca.

Es la diosa de la tierra, pero muchos se refieren a ella como la que devora cadáveres. Sin embargo, al mismo tiempo era dadora de vida.

De acuerdo al reportaje Tlaltecuhtli, La devoradora de cadáveres, realizado por Elda Lastra para el INAH, esta deidad suele ser representada en sus cuatro formas: su aspecto femenino antropomorfo, masculino antropomorfo, femenino zoomorfo y como Tláloc-Tlaltecuhtli.

Y algunas son muy aterradoras, pues a veces usa una falda con un cráneo atado a la cintura. La mitad de su rostro parece estar descarnado y de su boca sale un cuchillo. Algunas veces se muestra con arácnidos caminando entre su cabellera.

Aunque la pieza más representativa de este ser es el monolito en el Templo Mayor, el Museo Nacional de Antropología cuenta resguarda un cuauhxicalli con la figura de esta diosa grabada en él.

Tezcatlipoca

Aunque es representado con características humanas, Tezcatlipoca es de las deidades prehispánicas más temibles.

Normalmente se le representa con una franja negra en el rostro y un espejo de obsidiana en el pecho del que brota humo negro. Se dice que con él poseía la habilidad de develar los más profundos deseos y pensamientos de las personas.

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De hecho, por eso es tan temido. Porque siempre encuentra la manera de poner a prueba la mente de los hombres.

En el MNA hay algunas figuras relacionadas a este dios, como este Ocelocuauhxicalli. Se trata de un recipiente sagrado donde era depositada la sangre y corazones de los sacrificados. Tiene forma de jaguar porque este animal es en nahual del dios Tezcatlipoca.

Huitzilopochtli

Otro de los gobernantes del panteón mexica y una de las figuras más adoradas. Es el dios de la guerra, la advocación solar y el patrono de los mexicas.

Sin embargo, su papel en el mito de la creación de la Luna lo hacen ver como un ser aterrador. La madre de este dio es Coatlicue y cuando quedó embarazada eso hizo enojar a su hija mayor Coyolxauhqui.

Esta diosa decidió atacar a su madre junto a sus 400 hermanos. Sin embargo, del vientre salió Huitzilopochtli y venció fácilmente a su hermana. El cuerpo de esta diosa quedó completamente desmembrado y el nuevo dios le cortó la cabeza para arrojarla al cielo, creando así la Luna.

Aunque en el Templo Mayor es donde hay más objetos de este dios, el MNA cuenta con varias representaciones de la Xiuhcóatl, el arma sagrada del dios.

Tlazoltéotl

Finalizamos esta lista de deidades prehispánicas más temibles con esta diosa poco conocida. Se trata de una deidad consagrada a la pasión y la lujuria y sí, provocaba el deseo carnal entre las personas; aunque también podía quitarlo.

Quizás a muchos eso no les suene aterrador. Pero de acuerdo a Arqueología Mexicana, muchas veces ese deseo provocaba el adulterio, lo cual era considerado como una transgresión que se penalizaba gravemente cortando las narices de los amantes.

Además, esta diosa también traía el sufrimiento con enfermedades venéreas; mismas que también podía curar.

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