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12 de febrero 2020
Por: Redacción mc

Los 19 restaurantes más románticos de CDMX (¡sin clichés!)

Hicimos esta selección de restaurantes románticos en la CDMX con cariñito, para que salgas de los clásicos y romancees diferente y delicioso.

En esta lista no están los típicos restaurantes románticos en la CDMX como Les Moustaches (que sí, puede estar bien para romancear cuando tienes más de 60 años de vida y 40 de casad@). Hicimos esta selección con cariñito y pensando en las caracterísiticas que hacen que un restaurante sea perfecto para datear, como que tenga atmósfera íntima, buenos tragos, comida rica y propositiva para compartir, o barras chulas que les obliguen a estar frente a frente y que crearán una experiencia inolvidable. Con estos lugares quedarás bien, ¡asegurado!

Restaurante La Vie en Rose

Foto: La Vie en Rose

Un clásico (ok, podría caer en el cliché pero se salva porque su propuesta francesa es genuina). Es caserito, como un bistro familiar en París. En el menú encuentras desde la clásica soupe à l’oignon, hasta el fondue, el coq au vin, los escargots a la mantequilla, el soufflé… ¡y lo mejor!: vinos franceses a muy buenos precios. Su decoración y su playlist te hacen sentir en un cafecito a donde bien pudo ir Amélie Poulain y su amado Nino Quincampoix. Además, si vas en jueves, viernes o sábado, tendrás jazz rico en vivo.  Checa acá nuestra reseña.

Galanga Thai House

Galanga. Foto: Leo Pérez

Otro restaurante de comida rara que no imaginabas entre los restaurantes románticos en la CDMX, pero es perfecto para ir en date relajada (nada de cursilerías), porque la comida (tailandesa) es deliciosa, los vinos buenos, los precios decentes, el servicio atento y la experiencia en general, muy gratificante. Pide un curry suave, no vaya a ser que te irrite mucho y termines encerrado en un baño como si fuera sitcom gringa. Checa nuestra reseña acá.

Café Milou

Foto: Café Milou

Siéntense en una de sus mesitas de mármol blanco y pidan que mantengan llenas las copas de cualquier vino en su correctísima selección (hay hasta vinos naranjas y algunos naturales). Pide el plato de quesos y charcuterie, el hummus casero, los poros rostizados con avellenas y mantequilla, el salmón curado con papas cambray y mostaza en grano, y el tartar de res. Todo al centro, para compartir. Ninguno fallará, todo es de sabor y calidad supremos. Al final, ¡la tarta de limón con el más perfecto merengue! y luego una caminata por la Condesa. <3

Loretta Restaurante

Foto: Loretta

Uno de los mejores icebreakers para una primera cita es compartir la comida. Mejor si esto ocurre en una terraza fresca, luminosa y con ambiente encendido como la de Loretta. Pide unos dátiles rellenos de sobrasada para empezar. Sigue con los ostiones, el queso feta al horno y el imperdible: ravioli de ricotta y limón, con chicharitos, habas tiernas, menta y un montón de parmesano (uf, mejor pide dos de este). La carta de vinos es uno de sus fuertes, así que éntrale con gusto. Entre los restaurantes románticos en la CDMX, este es perfecto para las primeras veces porque la terraza es grande y hay intimidad en tu mesa pero esta no te sofoca. Checa acá nuestra reseña. 

Restaurante L’Aperô

Foto: Leonardo Pérez

Este es un encantador bistró francés, pero fresco (no el típico sobrecargado y sofocante). Desde que entras piensas en l’amour, quizá por su decoración, fresca y romántica con sus sillones rojos superbonitos, o porque su menú invita a compartir todo entre dos. La comida no es cien por ciento francesa, tiene acentos mediterráneos y mexicanos. Lo mejor es que tiene muy buenos vinos –en serio buenos– a excelentes precios –en serio excelentes–, así que es perfecto para pasar una noche de amorcito entre copas. Tip: pide una isla flotante con té limón y chips de coco, es una belleza exquisita que además llega coronada con caramelo salado y florecitas. Oh, la lá. Oh la lá. Un postre y dos cucharas. <3 Checa nuestra reseña acá.

La Barraca Valenciana

Foto: cortesía La Barraca Valenciana

Es una tortería con buena comida (tienen varios platillos con acento español además de las tortas), buena chela y buen vino. El lugar es pequeñito, así que tendrás que sentarte lado a lado, pierna a pierna. Además, el ambiente es fiestero, ruidoso, perfecto para echarse muchas chelas o muchos vinos y terminar riendo mientras se ven a los ojos y piensan a dónde irán después. Nada que ver con el romántico cliché, pero sí es uno de los mejores restaurantes románticos en la CDMX. Además: la comida está deliciosa y tienen su propia chela artesanal. Como pilón: vayan por postre y café a Café Ruta de la Seda y luego a dar un paseo por Coyoacán y sus múltiples museos. Checa nuestra reseña acá.

Loup Wine Bar

Foto: Loup Bar

Puedes ir en plan “bar” y dedicarte a probar su extensa y selecta carta de vinos naturales, que son todavía raros en los restaurantes de la Ciudad de México (tip: prueba los vinos de L’Octavin, hecho con uvas orgánicas de Arbois, totalmente natural, de color precioso y etiquetas divertidas). Para comer ordena un par de tostas para compartir (varían según disponibilidad de ingredientes pero ojalá te toquen la de jitomates rostizados con requesón).  Si quieres algo más formal, ve en plan cena, pide la ensalada tibia de endivias con tamarindo y jalapeño, el risotto o el clásico vacío de res con salsa criolla y el mejor puré de papa de la CDMX. Pero de todos modos pide vinito, se antoja en su saloncito con luces tenues.

Restaurante Meroma

Foto: cortesía Meroma

Primero, la terracita es de-li-cio-sa. Ya sea en la tarde, a media tarde o en la noche, el lugar es acogedor, fresco y cómodo (a pesar de que es pequeño, siempre te sientes en una atmósfera íntima, sobre todo en las mesitas para dos). Segundo, su coctelería es buena y esta es una de las razones por las que es uno de los mejores restaurantes románticos en la CDMX: puedes echarte un old fashioned en su barrita de la entrada mientras te dan mesa o tomarte un carajillo mientras deciden si tu casa o la suya. Tercero, la comida es rica. Los jóvenes chefs Mercedes Bernal y Rodney Cusic exploran el enlace entre ingredientes mexicanos (de muy buena calidad) y técnicas europeas. El resultado son platos novedosos, refrescantes y algunos adictivos (como la tarta de leche de cabra <3). Cuarto: la carta de vinos está bien sabrosa (tip: pide un blanco o tinto de Henri Lurton, un gran vino a buen precio que no es fácil de encontrar en restaurantes de la ciudad). Checa nuestra reseña acá.

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Restaurante María Ciento38

Pasta en María Ciento38. Foto: Margot Castañeda

Escondido hasta el fondo de una casa preciosa del siglo pasado en la Santa María la Ribera, es perfecto para una de esas dates que empiezan en comida y terminan en cena (o, con suerte, en desayuno al siguiente día). El patio es una chulada, envuelto en el verdor de un montón de plantitas bien cuidadas y focos cálidos, parece salido de Pinterest. La comida no es extraordinaria pero hay cosas ricas: las pizzas, las pastas (frescas), el soufflé de Roquefort y el pan artesanal son sus fuertes. Pídete una botellita de vino y llévatela tranqui hasta que oscurezca y sea hora de pedir un trago más fuertecito.

Gloutonnerie

Foto: cortesía La Gloutonnerie

Este sí es un cliché en esta lista de restaurantes románticos en la CDMX, pero uno muy bonito. Es el clásico francés glamuroso en una hermosa casa de Polanco, con vinos buenísimos para darse uno(s) lujito(s), plantitas, libros viejos y comida exquisita. Tiene que estar en esta lista, tiene que estar porque es un GRAN restaurante al que se va para festejar algo, como que encontraste el amor y no lo quieres soltar nunca. Vale cada centavo, hasta lo que le das al valet parking. Además, es una de las terrazas más ricas de la ciudad.

Restaurante Merkavá

Foto: cortesía Merkavá

No parece romántico pero sí es. Es chiquito, escondido, cómodo, íntimo, con luz cálida y un servicio estupendo. Es una hummusiya, o sea, un restaurante especializado en hummus –y el único en la ciudad–, muy parecido a los israelitas. Su cocina, de Jerusalem, es espectacular, con sabores sorprendentes que no están en nuestra cotidianeidad e ingredientes especiales como la halvá (pasta dulce de ajonjolí y otros ingredientes). Pidan el salatim, un servicio de 7 ó 14 platitos con preparaciones de influencia judía, armenia, cristiana e islámica. Comida rica y rara que te dará tema de conversación. Seguro que esta date no se te olvida. Checa nuestra reseña acá.

Ginza Barra

Foto: Ana Blumenkron

Esta barrita de sushi está en calle pero no se siente. Su encanto está en que es una barra de lujo, como las mejores de Japón, pero está un poquito al aire libre, en diálogo con lo que ocurre en esta bonita calle de las Lomas. Es pequeñita pero supercómoda, así que platicarás de cerca con tu date muy a gusto mientras se echan unos sakes y unos tacos de sushi. Pide el omakase y déjate llevar por el chef, tú concéntrate en la conversación. Tampoco lo encontrarás en las listas de restaurantes románticos en la CDMX pero créenos, lo es. Eso sí, no es barato. Checa nuestra reseña acá.

Pizza Félix

Foto: Pizza Féix

Terracita deliciosa, perfecta para ir en la noche bajo sus lucecitas tenues. Sirve unas extraordinarias pizzas napolitanas (de masa delgada y bordes altos y quemaditos), de las mejores de la ciudad y perfectas para compartir en una date casual, sin presiones. Las ensaladas y pastas son bellezas también y, además: los cocteles son buenos y su selección de vinos es muy correcta. Checa acá nuestra reseña.

Margaret Chic Kitchen

Foto: Margot Castañeda

Va y viene entre la cocina francesa y la americana, en un espacio acogedor, íntimo y delicioso y con una exquisita carta de vinos. Formidable y necesario es el risotto de coliflor con maracuyá y nueces caramelizadas. Mejor si es para compartir. Este es uno de esos restaurantes románticos en la CDMX al que se va cuando la relación ya está más avanzada, así puedes pedir la hamburguesa y relajarte muchísimo. Checa acá nuestra reseña.

Le Tachinomi Desu

Foto: Le Tachinomi Desu

Es un bar japonés con una preciosa barra de mármol al que se va a beber sake del bueno, vino natural, whisky japonés o chela artesanal mexicana. Pide recomendación del bartender para que te dé casi una cata privada. Como esto es una date y se trata de experimentar, prueba el yuzu y el umeshu (licor de ciruela macerado en sake o en brandy), derechos o en las rocas. Es más un bar pero su propuesta de comida está padre (japonesa, bien hecha) y está deliciosa. No pienses mucho, déjate llevar por las recomendaciones. Checa nuestra reseña acá.

Café El Olvidado

Foto: Margot Castañeda

Este es el único de los restaurantes románticos en la CDMX que recomendamos para desayunar. Se sabe que el desayuno no es plan de cita a menos de que todo haya empezado en cena un día anterior (guiño guiño) o que la relación ya esté avanzada (o no, tampoco somos ingenieros en relaciones amorosas). Si ese es tu caso –o no pero te vale– ve por unos PERFECTOS y MAGISTRALES huevos benedictinos a esta cafetería inglesa, donde también hay café rico y bien hecho, deliciosa variedad de tés y exquisit panadería.

Las Puertas del Paraíso

Foto: Las Puertas del Paraíso

Es un lugarcito chiquito pero bonito con música análoga (vinilos), perfecto para citas casuales, incluso rápidas. La panadería es absolutamente deliciosa, así que el plan es este: pidan dos paquetes de sándwich + ensalada + copa de vino + café y siéntense a disfrutarlo en la bella tarde chilanga. Tip: el sándwich cubano es una maravilla y solito alcanza para l@s dos. Tip bis: pueden pedir todo para llevar, se los dan en un bonito kit para picnic, e irse a pasar la tarde a Chapultepec. <3 Checa nuestra reseña acá.

Cheesecake Factory

Foto: Cheesecake Factory

¿KHA? Sí, Cheesecake Factory está entre los restaurantes románticos en la CDMX porque ¿qué cita puede ser más bonita que compartir una malteada y uno de sus pays gigantes y deliciosos? En serio, fuera clichés cursis y bienvenidas las citas divertidas. Si andas en Santa Fe, puedes irte a la pista de hielo después, al fin que saldrás lleno de azúcar y calorías por quemar. Eso sí, no vayas en hora pico porque entonces tendrías que esperar y eso sí no está padre.

Blanco Castelar

Foto: Blanco Castelar

Este lugar es precioso. Está dentro de la icónica Casa Domit, construida por el arquitecto Leonardo Shafik Kaim en 1930 y parte esencial del acervo cultural de Polanco. La comida, creación del chef César de la Parra es fácil de entender, cómoda y sabrosa, con acentos mediterráneos e ingredientes de muy buena calidad. No te vas a complicar a la hora de elegir qué pedir, todo suena bien y es cumplidor. Además, la carta de vinos y cocteles está muy bien diseñada. Ve, cena rico en su deliciosa terraza con luces suavecitas y luego date un paseo por el Parque del Reloj (enfrente) agarrada de la mano con tu amorcito. <3