Chilangolandia (y todo México)… un paraíso para producir

El 11 de abril de 2024, Netflix realizó el foro Que México se vea, en el que se dieron cita productores, guionistas y directores. Durante la jornada se analizó el tema Las oportunidades del panorama de producción, en el que se detallaron las bondades que Chilangolandia y el país ofrecen para la grabación de importantes series.

Un país colorido y lleno de oportunidades

Los años en los que las producciones se concentraban en CDMX pasaron y aunque la Capirucha sigue siendo un sitio favorecido, hoy las grabaciones de shows también se descentralizaron para tener locaciones en Durango, Estado de México, Jalisco, Baja California, Yucatán, Veracruz, Oaxaca, Querétaro y Coahuila.

“Algo importante de México es que somos una unión de muchas culturas, que se manifiestan arquitectónicamente, culinariamente… de muchas maneras y tenemos naturalmente muchas posibilidades, entonces es muy fácil en el país poder encontrar (locaciones) sin alejarse tanto de CDMX”, expresó Rafael Ley.

En entrevista con Chilango el productor de Las niñas bien y El último vagón, entre otras, que filmó algunos de sus proyectos en Pachuca, cerca de Puebla, en San Luis Potosí y que actualmente está rodando un serial en Tijuana y Ensenada, para luego irse a Nuevo León, aceptó que se sorprendió gratamente al dejar CDMX.

Ley aseguró que llevar las grabaciones de programas a otros estados, beneficia a las poblaciones que las reciben. “A parte de una inyección económica es abrir una oportunidad, cuando vas a un lugar donde normalmente no suceden estas cosas, hay ese intercambio y la gente local entiende de qué se trata (hacer series)”, dijo.

Rafael consideró que se impulsa al descubrimiento y desarrollo de nuevas visiones y técnicos “que vienen con unos antecedentes muy diferentes a los que estamos acostumbrados y eso va a enriquecer todo, dará la oportunidad al desarrollo de nuevos nodos de crecimiento de talento en todos los sentidos de la industria”.

Producir bien y con competencia global

En el mundo globalizado, varios son los países que ofrecen calidad y buen desarrollo para producir, como lo son Canadá o Argentina. Ley detalló que México está en un muy buen nivel de competitividad, aunque resaltó que hay importantes áreas de oportunidad.

“México tiene una ventaja para el mercado en español, el país es clave, vital, siempre ha sido así. Es un lugar en el que hay que estar para llegar a otras zonas de habla hispana de una manera más eficiente, en el caso de producción, la nación tiene un equipo técnico a nivel global”, resaltó Ley.

Rafael indicó que tiene la certeza de que en Tierra Azteca hay gente capacitada en lo más difícil y avanzado en tecnología, por lo que está “en un lugar competitivo muy especial, a parte de la posibilidad de tener diferentes escenarios en un país relativamente fácil de transportarse”.

En cuanto a las áreas de oportunidad, Ley ve una fundamental. “La desventaja que podemos llegar a tener es que la mayoría de los países desarrollan incentivos para que se vaya a filmar. México, eso no lo ha entendido como una posibilidad de generar más”, explicó.

La acción a seguir, recomendó el productor de Los adioses, es empatar la visión de las instituciones (para que generen incentivos a la producción) y la percepción que tiene la industria global de nuestro país, así el desarrollo será mayor, con la llegada de nuevos y más shows.

Trabajo de avanzada

Uno de los esfuerzos que se ve en cada estado de la República Mexicana para atraer a equipos internacionales para darle forma a sus proyectos audiovisuales son las Comisiones de Filmaciones, que tienen amplia presencia en diversos lugares a lo largo y ancho del territorio nacional y que son de gran ayuda.

“Hay Comisiones de Filmaciones que llevan un camino recorrido más grande que otras, la de Jalisco es increíble, en Durango son buenísimos, en Nuevo León… todas tienen mucha experiencia, tienen muy hechos los procesos, es muy fácil llegar y funcionan muy bien”, puntualizó Rafael.

Otra de las virtudes nacionales es que los escenarios que tiene México se prestan con facilidad para convertirse en un personaje más de cualquier historia. “Se está empezando a lograr es que se buscan historias con las particularidades de las comunidades que normalmente no son retratadas.

“Las diferencias culturales que hay, nos permiten encontrar historias que parecerían irreales, pero que realmente son las diversas tradiciones. Se han desarrollado creadores de esos sitios que han permitido que se cuenten historias específicas de los lugares y las personas”, abundó Ley.

Un futuro estable

A pesar de que no hay una bola de cristal, para Rafael, tras las convulsiones que significaron las huelgas de guionistas y de actores en Estados Unidos, la industria renació, está floreciendo con nuevas y mejores visiones, y oportunidades de trabajo para todos, por lo que el augurio es una renovada estabilidad.

“Creo que México es una industria joven, en el sentido que la televisión se empezó a hacer de manera independiente hace muy poquito y en eso nos tocó una pandemia, huelgas que nos salpican, al mismo tiempo siendo un territorio clave, creo que las cosas se están empezando a acomodar apenas”, reflexionó.

Ley insistió en que a pesar de que es muy difícil prever escenarios, lo que él observa con su expertise es que habrá “una estabilización del tamaño y del volumen de la industria en los próximos años que probablemente será en cómo nos comportemos”.

El boom del contenido

Ese futuro también incluye el hablar de temas ya sin tabúes. “Si no cuentas algo que es relevante en la vida de las personas, eso no va a caminar a nada. Es un intercambio entre encontrar lo que está pasando en la vida y volverlo a contar a las personas que no lo viven y que sean conscientes de que eso pasa”, mencionó.

Los tópicos que se retratan en los shows de hoy deben mostrar actualidad. “No tiene que ser en un tema negativo. Una evolución que está pasando es que se cuentan temas duros porque vivimos momentos así y en esas sociedades, pero hay que encontrar la manera de contarlos desde la luz”, finalizó Rafael.

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