Visitar San Luis Potosí durante la Fenapo no solo es disfrutar de la feria, también es el punto de partida perfecto para descubrir algunos de los Pueblos Mágicos más representativos de México: lugares llenos de historia, paisajes increíbles, tradiciones vivas y mucho sabor local.
Y para quienes no tengan tiempo de visitar todo lo que San Luis tiene para visitar, el Corredor de Pueblos Mágicos dentro de las instalaciones será una gran oportunidad para conocer de cerca la esencia de cada destino. Ahí podrás admirar las artesanías, probar la gastronomía típica y toda la oferta turística que estos rincones tienen para ofrecer.
Xilitla: surrealismo y naturaleza
Este pueblo mágico, tan bello como místico, se encuentra rodeado por el bosque tropical en San Luis Potosí.
El nombre de Xilitla es de origen náhuatl y significa lugar del chile o lugar de caracoles.
Fue reconocido como Pueblo Mágico en 2011. Se caracteriza por su clima húmedo, sus paisajes montañosos, su delicioso café, pero lo que lo hace un lugar único es el jardín escultórico de Edward James.
Por su belleza única, este jardín comprado por James en 1947 fue nombrado Patrimonio Cultural en 2005. Al principio, destinó esta zona para albergar una colección de orquídeas y darle un hogar a animales como venados, ocelotes, serpientes y flamencos. Pero en 1962 una helada destruyó la plantación y fue cuando empezó a construir el espacio tal y como lo conocemos.
El surrealismo de Edward James cobra vida en este jardín que mezcla arquitectura, naturaleza y arte escultórico, donde 27 esculturas comparten 37 hectáreas. Escaleras que van hacia el cielo, unas manos de gigante, arcos góticos, y toda la magia que creó en este espacio te transportará directo a otro mundo.
Santa María del Río: arte hecho rebozo
A solo 40 minutos de la capital potosina, Santa María del Río es un pueblo reconocido mundialmente como la cuna del rebozo de seda.
En sus talleres textiles, los artesanos dan vida a una tradición que se teje desde hace siglos, con técnicas únicas que han pasado de generación en generación. También hay gastronomía regional y balnearios de aguas termales.
Es el lugar perfecto para conocer de cerca cómo se fabrica una de las prendas más emblemáticas de México.
Aquismón: la puerta a la Huasteca potosina
Aquismón es un lugar donde la naturaleza te sorprenderá con abismos, cascadas y ríos subterráneos.
Este Pueblo Mágico es el punto de partida ideal para explorar algunos de los paisajes más sorprendentes de San Luis Potosí.
Aquí se encuentra el Sótano de las Golondrinas, un área natural protegida que, además, es el sexto abismo más grande del mundo con una profundidad de 512 metros. Miles de aves salen y entran en vuelo sincronizado al amanecer, un espectáculo natural que vale la pena la desmañanada para verlo.
También está la Cascada de Tamul, con sus aguas turquesa, perfectas para recorrer en lancha o admirar a lo lejos en la agusticidad de un prado bajo un árbol.
En Aquismón también podrás encontrar la Cueva del Agua con ríos subterráneos que parece que te invitan a descubrir un mundo oculto bajo la tierra. La gastronomía tradicional y la cultura teenek completan la experiencia: sabores intensos, historias milenarias y una conexión directa con la tierra.
Ciudad del Maíz: tradición viva
Ubicada en la Zona Media del estado, Ciudad del Maíz guarda una fuerte herencia colonial que se refleja en su arquitectura religiosa y su vida cotidiana.
Este pueblo mágico es tierra de charros, festividades tradicionales y producción artesanal de dulces, lácteos y conservas que siguen las recetas de siempre.
Caminar por sus calles es entrar en contacto con la cultura popular del centro potosino, donde las tradiciones no se cuentan, se viven.
Tierra Nueva: entre montañas y pan artesanal
Rodeado de sierras y paisajes verdes, Tierra Nueva es perfecto para quienes buscan naturaleza, tranquilidad y sabores auténticos.
Aquí el senderismo, el ciclismo y las actividades ecoturísticas encuentran el escenario ideal.
Pero también es un pueblo lleno de sabores: su panadería artesanal, elaborada en horno de leña, es uno de sus mayores orgullos.
La arquitectura en cantera rosada le da un tono cálido al paisaje urbano, mientras que sus festivales locales celebran la identidad agrícola de la región.
Real de Catorce: minería y misticismo en un solo lugar
Perdido entre los paisajes áridos del Altiplano potosino, Real de Catorce es un pueblo por el que parece que no ha pasado el tiempo.
Caminar por sus calles empedradas es viajar a la época minera del siglo XVIII, donde aún hay minas de plata y muchas leyendas.
Pasear en willys por caminos históricos, visitar las minas o dejarse llevar por el misticismo que atrae a viajerxs de todo el mundo es parte de su magia. Las vistas del desierto desde lo alto son inolvidables, sobre todo a caballo.
