Las autoridades de la Ciudad de México aún no autorizan la apertura de bares, antros y cabarets; esto ocurrirá hasta que el semáforo epidemiológico se encuentre en color verde. Así que —por ahora— lo único claro es que la fiesta chilanga ya no será igual. Estas son algunas cosas que no volveremos a hacer en los bares en la nueva normalidad.

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Para adaptarse a esta nueva realidad, los bares chilangos han tenido que transformarse. Algunos de plano han cerrado —especialmente los antros—, otros le han entrado al servicio de tragos a domicilio, y unos más han aprovechado la reapertura de los restaurantes para operar como uno —incorporando menús de comida y ampliando horarios—.

Escuchar nuestra música favorita (descubrir música)

Foto: Takahiro Sakamoto /Unsplash

La fórmula del bar perfecto es una combinación de la calidad de los tragos y buena música, ¿a poco no? Bien, pues por ahora ningún bar (o restaurante) podrá tener música, así lo indican las medidas dictadas por el gobierno de la CDMX para evitar los contagios de covid-19.

El perreo apretujado

Otra de las cosas que no volveremos a hacer en los bares en la nueva normalidad es el perreo apretujado, sudoroso y hasta la madrugada. Ya dijimos que no habrá música en los bares, por lo menos no hasta que las autoridades indiquen lo contrario. Además, la ubicación de las mesas en los bares en esta nueva normalidad no implica pista para baile y sí una sana distancia entre ellas.

Bailar o besuquearte con desconocidos

Lo cual nos lleva al romance. Atrás quedaron esos días de coqueteo y besuqueo consensuado en la pista de baile. Ahora más que nunca las autoridades han pedido respetar la distancia social y han instado a uso obligatorio de cubrebocas, sobre todo el lugares cerrados. No es momento para bajar la guardia.

Beber exclusivamente en el lugar

Nuestra forma de beber también se ha transformado durante esta pandemia de coronavirus. Al principio, el gran drama fue la escasez de cerveza en varios puntos de la ciudad y del país. Después los bares nos sorprendieron porque se comenzaron a poner las pilas para llevar cocteles a domicilio, una tendencia que esperamos haya llegado para quedarse.

Pachanga masiva

Todos los eventos masivos están prohibidos en la ciudad hasta nuevo aviso. Así que adiós a los shows especiales de los bares y antros de la ciudad. Y es que, según reconoció la Organización Mundial de la Salud (OMS), el coronavirus puede transmitirse por el aire en espacios cerrados.

Poner 10 sillas en una mesa de cuatro

¿Se acuerdan cuando hacíamos todo lo posible por caber en una mesita? Pues también adiós a salir de fiesta en grupo. Ahora el acceso a los centros de consumo está controlado, no solo en cuanto a la cantidad de personas en el lugar sino a las que ocupan una mesa.

Fiestear hasta el amanecer

Tanto restaurantes como bares (que funcionan como restaurante) tienen que cerrar máximo a las 10 de la noche, así que ahora la fiesta se queda en el precopeo (y con cenita para acompañar). La ventaja es que bares como Limantour están trabajando en horarios extendidos y desde tempranito; sí, ¡hay café!

Ver un menú físico

Como con los restaurantes, los menús físicos deben desaparecer para evitar el contacto con las manos. La carta de tragos y de comida deberá ser digital o en una pizarra.

Estar encerrados

Otra tendencia derivada de la pandemia es la de trasladar mesas a espacios abiertos y terrazas. Hanky Panky, por ejemplo, instaló un pop up en una terraza al aire libre en donde solo recibirán a 30 personas con reservación.