Y la (nueva) normalidad regresó al Zócalo de la CDMX y sus calles aledañas. Este martes 30 de junio se reanudaron las actividades en el primer cuadro de la ciudad, como parte del plan correspondiente al semáforo naranja. Durante el primer día de la nueva normalidad en el Centro Histórico se pudieron observar aglomeraciones, confusión entre peatones por cambios en las calles y la esperanza de comerciantes por recuperar las ventas.

Alrededor de las 10:00 de la mañana, empleados de diferentes comercios del Centro Histórico fueron sorprendidos por los cierres de calles y la instalación de puntos de acceso.

Una de las medidas de la nueva normalidad en el Centro Histórico que más confusión causó es la de que sólo pueden operar la mitad de locales.

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El plan de las autoridades capitalinas establece que los locales comerciales podrán abrir de lunes a sábado, de 11:00 a 17:00 horas y de acuerdo con su número de ubicación. Es decir, los números pares abrirán lunes, miércoles y viernes, mientras que los impares podrán reanudar sus actividades martes, jueves y sábados.

No obstante, la reapertura de la mitad de los negocios no implicó que sólo la mitad de consumidores acudiera a la reapertura del centro, pues la mayoría de personas desconoce el número de domicilio de las tiendas a las que van. Ese fue el caso del señor Emilio Gutiérrez, quien asistió a comprar mercancía a la calle de Tacuba, pero el local donde pretendía comprar se encontraba cerrado.

Durante el recorrido realizado porChilangodurante el primer día de la nueva normalidad en el Centro Histórico se observó que la mayoría de personas no guardó la sana distancia y tampoco utilizó cubrebocas, a pesar de los continuos llamados de los policías de la zona.

“No hay gran diferencia, excepto que algunos establecimientos permanecen cerrados, pero en general, lo veo igual. En la calle Alhóndiga ni se diga, ahí la gente va muy pegada y ni traen cubrebocas”, aseguró A. Torres, un policía de tránsito que patrulló la calle de Venustiano Carranza – Manzanares desde las 8 hasta las 16:00 horas.

Nueva normalidad en el Centro Histórico llega con todo y calles peatonales

Para evitar aglomeraciones y reducir el riesgo de contagios de covid-19, el plan del Gobierno de la CDMX para la nueva normalidad en el Centro Histórico habilitó nuevas calles peatonales, lo que generó confusión y opiniones encontradas tanto en peatones, como en automovilistas.

Gregorio Martínez y María Valencia, una pareja de adultos mayores, llegaron alrededor de las 10:00 de la mañana al centro para surtirse de mercancía que no habían podido comprar desde el 1 de abril, cuando se cerró la actividad comercial en esa zona de la capital.

Al llegar al cruce de Venustiano Carranza y José María Pino Suárez, ambos adultos mayores se percataron de que había un carril exclusivo para peatones y ciclistas, por lo que decidieron darle el remojón. Sin embargo, durante su trayecto se les atravesaron cargadores, ciclistas y algunos vehículos motorizados, por lo que ambos abortaron la misión y prefirieron caminar por la banqueta.

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“Un carril así está bien para nosotros, los adultos mayores. Está bien que sea para evitar contagios. Si respetan este carril, nos ayudarían muchísimo sobre todo a nosotros que por nuestra edad ya no podemos ir esquivando a todos”, comenta Gregorio, quien a sus 67 años trabaja como comerciante.

El plan de las autoridades con las nuevas calles peatonales temporales es permitir que las personas que acuden al Centro Histórico por mercancía puedan guardar la sana distancia, es decir, un metro y medio de separación.

Magdalena Cerviño, una mujer que trabaja en la Calle República de Brasil, sí notó el cambio en la afluencia de gente. Cuenta que las calles lucían tranquilas un día antes de que se reanudaran las actividades; sin embargo, este martes se sintió como si el semáforo ya estuviera en verde y la pandemia hubiera acabado, por la cantidad de gente que vio durante el camino a su trabajo.

“Está súper bien que se confine este carril, porque así todos podemos mantener nuestra distancia, porque no toda la gente usa cubrebocas”, dijo al ser cuestionada sobre las calles peatonales temporales y agregó: “Lo malo es que generan más tráfico e inseguridad vial, sobre todo para quienes vamos a pie, hay que ir fijándose que no vengan bicis, motos y hasta carros detrás, porque nunca falta el que quiere rebasar a todos y evitarse el tráfico”.

“Estas nuevas calles peatonales sí nos ayudan, pero hay demasiada gente. El carril está bien, el problema es que pasan motos, bicicletas, y no lo respetan. A mi esposa van tres veces que le pegan los que van en sentido contrario. Son un peligro para nosotros como peatones por la velocidad y el peso que llevan”, coincidió Emilio.

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Teodoro Sánchez, quien trabaja como cargador, señaló que las nuevas calles peatonales deberían estar mejor planificadas. “Deberían separar entre carriles de peatones, cargadores y bicicletas, para que nadie nos estorbe. Pero eso sí, los automovilistas no tienen madre, a esos les vale invadir cualquier espacio”, expresa Teodoro, quien volvió a trabajar este martes, luego de casi tres meses de confinamiento.

Los carriles confinados temporalmente para clientes y vendedores, anunciados por la Secretaría de Movilidad como las nuevas “calles peatonales y flexibles”, suman un total de 25 mil 190 metros lineales.

El plan de las autoridades establece que hay dos tipos de calles peatonales: las flexibles, que se comparten con vehículos motorizados, y las exclusivas para peatones.

Las 12 calles flexibles suman 11 mil 430 metros lineales, mientras que se habilitaron 30 calles exclusivas para peatones que acumulan 13 mil 760 metros lineales.

El primer día de la nueva normalidad en el Centro Histórico se vivió también entre dudas sobre el color del semáforo en que se encuentra la CDMX y las medidas que implica.

Actualmente la ciudad está en la fase naranja del semáforo epidemiológico; sin embargo, las personas entrevistadas desconocían las reglas sanitarias en la reapertura del Centro Histórico.

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“A mí ni tiempo me dio de revisarlas, yo sólo me salí con mi cubrebocas y ya. Ahorita no lo traigo puesto, pero acá lo tengo guardado en la bolsa porque no creo que me contagie si voy separado de la gente”, dijo Emilio Gutiérrez, quien a sus 62 años caminó junto a su esposa, quien tampoco llevaba puesto el cubrebocas.

Desde que se anunció el plan de la nueva normalidad en el Centro Histórico, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ha insistido en que la fase naranja no implica que podemos bajar la guardia ante el riesgo de contagio de covid-19.

“El naranja está más cerca del rojo que del verde, esto significa que estamos en alerta (…) La única forma de protegernos es seguir las reglas adecuadamente: la utilización del cubrebocas cada vez que salimos de casa, estarnos lavando permanentemente las manos, la sana distancia. Si eres un trabajador hay que utilizar además la careta, si estamos en el transporte público es indispensable protegernos.”, dijo la mandataria.

A continuación te presentamos una galería de fotos de cómo se vivió el primer día de la nueva normalidad en el Centro Histórico.

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